El primer ministro de las Islas Salomón, Manasseh Sogavare, pretende establecer un acuerdo de seguridad permanente con Beijing para hacer frente a las «amenazas internas».
El primer ministro hizo estos comentarios después de concluir un acuerdo de formación de cinco meses entre el Equipo de Enlace Policial de China y la Real Fuerza Policial de las Islas Salomón y los Servicios Correccionales de las Islas Salomón.
En un discurso pronunciado el 1 de julio en una demostración de entrenamiento, Sogavare dijo que esperaba identificar las brechas que supuestamente fueron explotadas por los manifestantes en noviembre del año pasado.
«Aunque tenemos memorandos de entendimiento en vigor, creo que es prudente que las Islas Salomón y la República Popular China inicien un debate sobre cómo podemos elevar el actual acuerdo de formación conjunta a un acuerdo más permanente con resultados esperados claramente definidos», dijo el primer ministro en comentarios obtenidos por el periódico The Island Sun.
Sogavare espera que la Policía y los Servicios Penitenciarios alcancen la «capacidad» de hacer frente a las «amenazas internas».
«Permítanme repetir que, como país soberano, no podemos seguir dependiendo de otros países para que nos cuiden», dijo el primer ministro. «Nosotros debemos tener la capacidad de hacer frente a nuestras amenazas internas».
«Queremos que nuestros organismos de disciplina sean autosuficientes con integridad y profesionalidad», añadió Sogavare. «Como país, seguiremos explorando cómo podemos promover activamente la cooperación en materia policial a largo plazo con todos nuestros socios bilaterales para llevar la paz y la seguridad al pueblo de las Islas Salomón».
Beijing refuerza su control sobre las Salomón y el Pacífico
Los comentarios de Sogavare son una preocupación para los líderes democráticos que recientemente han presionado al primer ministro sobre el acuerdo de seguridad con el Partido Comunista Chino (PCCh).
El acuerdo permitiría que la policía china, armamento e incluso los barcos de la fuerza naval se estacionen en la región. Desde una perspectiva más amplia, Beijing ha desarrollado relaciones igualmente estrechas —sin asistencia militar— con otras 10 naciones del Pacífico.
El actual entrenamiento policial surgió después de que se enviara personal de seguridad australiano y neozelandés a las islas para mantener la paz tras los disturbios que estallaron por el descontento con el primer ministro Sogavare. Semanas más tarde, Beijing anunció que enviaría su propia fuerza policial para ayudar a formar a las fuerzas de seguridad de las islas Salomón y así poder afrontar mejor las protestas.
La experta en el Pacífico Sur, Cleo Paskal, advirtió anteriormente que el impopular primer ministro está intentando consolidar su gobierno antes de las próximas elecciones federales.
Esto podría lograrse mediante una operación de «falsa bandera» que daría a Sogavare una razón para llamar a las fuerzas de seguridad chinas y de las Islas Salomón para sofocar los supuestos «disturbios» dentro del país —a su vez, esto daría al líder una razón para retrasar las elecciones y socavar la democracia.
Por su parte, el expatriado chino Shawn Lin declaró que Beijing utiliza sus fuerzas policiales en consonancia con su Iniciativa de La Franja y La Ruta para extender su influencia en el extranjero.
«Según el ministerio de Finanzas de China, los gastos del PCCh para ‘mantener la estabilidad’ —dentro y fuera del país— han superado su gasto en defensa durante tres años consecutivos desde 2011. Después de 2014, los datos sobre el gasto de su fuerza policial dejaron de hacerse públicos», escribió Shawn Lin en una publicación en The Epoch Times.
«Mientras reprime a su propio pueblo, el PCCh está más que dispuesto a exportar su represión comunista al extranjero».
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