Destituyen al primer ministro de Haití y lo sustituyen por el empresario Alix Didier Fils-Aimé

El nuevo líder de Haití es Alix Didier Fils-Aimé, hijo de un antiguo preso político encarcelado por el régimen de Jean-Claude "Baby Doc" Duvalier

Por Chris Summers
11 de noviembre de 2024 5:38 PM Actualizado: 11 de noviembre de 2024 5:42 PM

El consejo presidencial transitorio de Haití destituyó al primer ministro, Garry Conille, y lo reemplazó por el empresario y excandidato al Senado Alix Didier Fils-Aimé.

Conille, especialista en desarrollo y exdirector regional de UNICEF para América Latina y el Caribe, fue nombrado primer ministro a finales de mayo, pero no logró mejorar la crónica situación de ley y orden del país.

Las pandillas continúan causando estragos en gran parte del país, y en septiembre se declaró estado de emergencia nacional.

La creciente violencia llevó al consejo transitorio a reemplazar al primer ministro Garry Conille, de 58 años, por Fils-Aimé, quien fue considerado previamente para el cargo.

La madre de Fils-Aimé estuvo detenida durante 10 años bajo el régimen de Jean-Claude ‘Baby Doc’ Duvalier (1971-1986), quien sucedió a su padre dictador, François ‘Papa Doc’ Duvalier.

Según la página de LinkedIn de Fils-Aimé, asistió a la Escuela de Administración de la Universidad de Boston y fue CEO de Hainet, un proveedor de servicios de Internet haitiano, entre 1999 y 2012.

Haití está sumido en el caos político desde 2021, cuando el presidente Jovenel Moïse fue asesinado por un grupo de mercenarios colombianos.

En ausencia de un presidente, Ariel Henry —quien fue designado por Moïse unas semanas antes— se mantuvo como líder del país, pero no pudo detener el deterioro de la ley y el orden.

En marzo de este año, Henry impuso el estado de emergencia en el departamento Oeste de la ciudad, que incluye la capital Puerto Príncipe, luego que la violencia paralizara la ciudad y miles de prisioneros escaparan de la cárcel.

Sin embargo, Henry finalmente renunció tras ser amenazado por Jimmy ‘Barbeque’ Cherizier, líder de una alianza de pandillas armadas, quien se atribuyó la responsabilidad del aumento de la violencia.

Aproximadamente 580,000 personas fueron desplazadas internamente debido a la violencia de las pandillas en Haití, y se estima que 5 millones de personas enfrentan hambre severa como resultado del caos.

Haití no celebra elecciones democráticas desde 2016, cuando Moïse fue elegido.

El consejo transitorio permanece plagado de luchas internas, y el mes pasado varios de sus miembros fueron acusados de corrupción.

La semana pasada, activistas haitianos exigieron a los países de la región detener las deportaciones de regreso a Haití.

La República Dominicana, que comparte la isla de La Española con Haití, deportó a casi 61,000 migrantes de regreso a Haití entre el 2 de octubre y el 5 de noviembre.

El mes pasado, Estados Unidos deportó a 258 haitianos, mientras que 231 fueron enviados de regreso desde Jamaica, las Bahamas y las Islas Turcas y Caicos en conjunto.

Sam Guillaume, portavoz del Grupo de Apoyo a los Repatriados y Refugiados de Haití, dijo: «Muchos de ellos no pueden regresar a casa porque su vecindario está controlado por pandillas».

El presidente electo Donald Trump prometió deportaciones masivas después de su investidura en enero y, el 11 de noviembre, contrató al exdirector interino de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), Tom Homan, como su nuevo zar de la frontera.

Trump dijo que Homan «estará a cargo de todas las deportaciones de inmigrantes ilegales de regreso a su país de origen».

Con información de The Associated Press y Reuters.


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