El primer ministro de Irak, Mustafá al-Kadhimi, sobrevivió a un intento de asesinato con un dron que tuvo como objetivo su casa en la madrugada del domingo y se encuentra «ileso y en buen estado de salud», informó el gobierno iraquí a través de una declaración.
Se trató de «un dron cargado de explosivos que trató de apuntar a su residencia en la Zona Verde», dice la declaración difundida por los medios estatales. Las fuerzas de seguridad «están tomando las medidas necesarias en relación con este intento fallido», añadió.
«Los cohetes de los traidores no harán temblar ni un ápice la firmeza y la determinación de las heroicas fuerzas de seguridad», dijo el primer ministro iraquí en un mensaje en Twitter tras el atentado. «Yo estoy bien y entre mi gente. Gracias a Dios».
También hizo una aparición en la televisión iraquí poco después del atentado.
«A mi gente en todo Irak, a todos los que se preocuparon esta noche. Mi residencia fue blanco de un ataque cobarde, pero gracias a Dios estoy bien. Vuestras fuerzas de seguridad y militares están trabajando por la estabilidad y la protección de Irak. Los ataques cobardes con cohetes y aviones no tripulados no construyen patrias y no construyen un futuro. Trabajamos para construir nuestro país respetando el Estado y sus instituciones y construyendo un futuro mejor para todos los iraquíes. Nosotros volvemos a hacer un llamado a la calma y al diálogo constructivo para Irak y el futuro de Irak.
«Larga vida a Irak», dijo al-Kadhimi.
Los residentes de Bagdad escucharon el sonido de una explosión seguida de disparos desde la dirección de la Zona Verde, que alberga embajadas extranjeras y oficinas gubernamentales.
Nadie reivindicó de inmediato la autoría del atentado.
Unos partidarios de las milicias chiíes proiraníes acamparon en el exterior de la fortificada Zona Verde durante el último mes, y se han enfrentado a las fuerzas de seguridad iraquíes tras los resultados de las elecciones parlamentarias de Irak del 10 de octubre, en las que los grupos proiraníes sufrieron pérdidas.
Estados Unidos y el Consejo de Seguridad de la ONU elogiaron las elecciones del 10 de octubre, diciendo que fueron técnicamente sólidas y un proceso ampliamente pacífico.
Las elecciones se celebraron meses antes de lo previsto tras las protestas masivas de fines de 2019 en Bagdad y en todo el sur chiíta, en las que decenas de miles de personas pidieron un cambio político radical y protestaron contra la corrupción generalizada, la falta de oportunidades de empleo y los deficientes servicios básicos, incluidos los cortes regulares de electricidad a pesar de las enormes reservas de petróleo de Irak. También protestaron contra la injerencia de la vecina Irán en los asuntos de Irak a través de las milicias bajo su respaldo.
Estados Unidos expresó a principios de este año su apoyo constante a la independencia energética de Irak, dada su actual dependencia de Irán. Irak depende de los suministros iraníes para un tercio de las necesidades energéticas, especialmente durante los meses de máxima actividad del verano.
Estados Unidos e Irak mantuvieron conversaciones a principios de este año y afirmaron la necesidad de seguir cooperando en materia de seguridad en la región para combatir al grupo terrorista ISIS.
Al-Kadhimi se ha enfrentado anteriormente a las amenazas de las milicias proiraníes. A finales de marzo, pidieron al primer ministro respaldado por Estados Unidos que ordenara a las tropas estadounidenses que abandonen por completo Irak, y amenazaron con cortarle la oreja.
Con información de The Associated Press
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