Un enorme depósito de minerales críticos en el condado de San Bernardino, California, podría generar 2.500 millones de dólares solo en uranio, suficiente para satisfacer las necesidades de la nación durante los próximos 16 años, dicen los mineros propietarios de los terrenos.
Además de uranio, el depósito es rico en otros 14 minerales críticos, incluyendo varios elementos de tierras raras , dijo Ron Kliewer, uno de los cinco mineros propietarios de Sundown Resources, una empresa privada con sede en California.
Estos minerales y tierras raras son necesarios para construir armas militares y sistemas de defensa, así como para desarrollar muchos otros productos de alta tecnología en el mercado comercial. Se usan en todo, desde teléfonos inteligentes hasta computadoras y sistemas de guía de misiles.
El presupuesto propuesto por el presidente Donald Trump para el 2021, publicado el 10 de febrero, contempla la compra de uranio por 150 millones de dólares, cantidad que los mineros esperan que Trump extienda a 1500 millones de dólares en la próxima década. La idea es hacer que la industria de la energía nuclear de EE.UU. sea independiente del uranio importado de Rusia y otros países.
El redescubrimiento de uranio de San Bernardino
Hace unos 70 años, durante el auge del uranio después de la Segunda Guerra Mundial y en los albores de la era nuclear, se descubrió por primera vez este depósito de uranio en San Bernardino. Pero antes de que la familia propietaria del recurso pudiera conseguir que las compañías mineras comenzaran a extraerlo, el precio del uranio bajó y los sueños de la familia se arruinaron.
En 2017, la familia hizo oficialmente pública la reclamación. Eso alertó a uno de los socios de Kliewer, Chad Gretzner, quien decidió ir a hablar con el hijo de uno de los propietarios originales de la reclamación, un hombre que ahora tiene 80 años.
Ese hombre, Richard Higginbotham, es ahora uno de los copropietarios de Sundown Resources y está dispuesto a hacer realidad el sueño olvidado de su familia.
Los mineros se reactivaron y presentaron nuevas demandas el otoño pasado. «Es una historia de mina perdida, un redescubrimiento», dijo Kliewer. «No parece real. Es una de esas historias que suenan demasiado buenas para ser verdad. Suena increíble, así que tratamos de ser muy conservadores en nuestra estimación y tenemos informes geológicos y ensayos para demostrarlo».
Se estima que el sitio contiene 98 millones de libras de uranio U308 y podría ser más de tres veces más grande, pero se necesita una exploración y verificación geológica más moderna para determinar el tamaño exacto del depósito, dijo Kliewer.
«Estamos en conversaciones con varias compañías mineras de uranio. Es muy pronto en el proceso», dijo Kliewer. «Una de las empresas de uranio quiere que algunas muestras pasen por su proceso patentado solo para determinar lo que se necesita para refinar el mineral».
La mina consiste en terrenos de filones y aluviones y contiene metales preciosos, como oro y plata, añadió.
Gretzner dijo que el depósito de uranio fue visto inicialmente en un estudio aéreo a principios de los años 50, seguido de estudios en tierra y muestreos. A lo largo de los años, dos ingenieros de minas y tres geólogos han realizado informes sobre la mina, que según Sundown, es el mayor depósito de uranio conocido en el estado.
«Fue uno de los secretos mejor guardados», dijo.
Gretzner fue el primero de los propietarios en hacer los nuevos anuncios y prospectar la antigua reclamación minera. Él encontró algunas cajas de viejos documentos mineros enterradas en la parte trasera del garaje del propietario de la reclamación minera original. Fue entonces cuando se dio cuenta de la riqueza potencial de su inversión.
«Es una bonanza», dijo.
«Se hicieron ensayos superficiales y los dueños anteriores lograron que algunas compañías hicieran algunas pruebas de perforación. Pudieron demostrar una reserva en 1968 de 16 millones de libras de uranio de ‘reservas probables’ que es el segundo estado de reserva más alto que se puede tener. El siguiente estatus es el de ‘reservas probadas'», dijo Gretzner.
Y estudios posteriores del prominente geólogo Doug Litchfield confirmaron que la magnitud del hallazgo era incluso mayor de lo que se pensaba originalmente.
Algunos de los minerales enumerados en los ensayos históricos y actuales son: vanadio, cobalto, litio, itrio, germanio, magnesio, manganeso, neodimio, rubidio, torio y lantano.
Dos de las tierras raras del depósito son el estroncio y el circonio, que se utilizan en la construcción de reactores nucleares, dijo Gretzner. «Por lo tanto, hay que tener estroncio y circonio, pero producirlos en la misma mina que el uranio es raro».
Sundown Resources está buscando expertos externos sobre la mejor manera de extraer el uranio y separarlo de las otras EER, dijo Gretzner.
«No hay dos minas de tierras raras tan parecidas que puedan usar el mismo método de lixiviación», dijo.
Cuando se les preguntó sobre cómo se sentían acerca de hacerse ricos, ambos hombres se rieron.
«Cuando empiezas a hacer números, tienes esa mirada de ciervo en los ojos. ¿Quién sabe? Creo que todavía tenemos un largo camino por delante», dijo Gretzner.
Kliewer añadió: «No es como si tuviéramos un billete de lotería y pudiéramos ir a cobrarlo. Significa mucho más trabajo y tendremos que poner más dinero en la operación antes de que pueda generar».
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