La Fiscalía colombiana imputó a 12 presuntos integrantes de una banda criminal por ser autores de actos de tortura, al menos seis homicidios y tráfico de estupefacientes durante el último año en el suroccidente y centro de Bogotá, cargos que no fueron aceptados y se les dictó prisión preventiva.
Este grupo delincuencial, que se hacía llamar ‘Los Maracuchos’, vendía sustancias ilícitas en alojamientos que se pagan por día y encubiertos como vendedores de calle en diferentes barrios del centro y el suroeste de la capital colombiana.
Su actividad ilegal les llevó a enfrentarse con otras organizaciones criminales para mantener el control, resultando en seis asesinatos.
Las víctimas fueron trasladadas a diferentes inmuebles, «sometidas a tratos inhumanos y degradantes y atacadas con armas cortopunzantes y de fuego» para posteriormente envolver sus cuerpos en bolsas de plástico y abandonarlos en vías públicas.
Una fiscal de la Unidad Especial de Apoyo (EDA) de Bogotá imputó a los 12 procesados los delitos de homicidio agravado, tortura, concierto para delinquir agravado; fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones y fabricación, tráfico o porte de estupefacientes.
Los acusados no aceptaron los cargos y serán enviados a la cárcel por orden de un juez de control de garantías de la capital.
Entre los imputados se encuentra el presunto cabecilla de ‘Los Maruchos’, Germán Cataño, alias ‘El Viejo’, quien daba las órdenes desde Villavicencio, en el departamento de Meta (centro), y el presunto jefe de los sicarios de la banda, Reinaldo Hernández, alias ‘El Diablo’.
Los 12 procesados fueron capturados de forma conjunta por la Policía Nacional de las distintas localidades en las que operaban, en los departamentos de Cundinamarca (centro) y Meta. Las autoridades también incautaron armas de fuego, cartuchos, celulares y dinero en efectivo.
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