En medio de la polémica y el boicot a Bud Light por haber utilizado a la activista transexual Dylan Mulvaney en una campaña publicitaria, los expertos afirman que, aunque la empresa matriz, Anheuser-Busch, no se verá perjudicada, su reputación quedará empañada.
«Simplemente no entiendo por qué contrataron a la persona que estaba haciendo el marketing», dijo el director ejecutivo de Oxygen Financial, Ted Jenkin, a Fox News. «Quiero decir, si tu cliente objetivo es Kid Rock, y de repente decides ir a RuPaul, eso no tiene ningún sentido».
Bud Light, señaló, generalmente se dirige a “obreros y adultos jóvenes de 25 a 29 años. Por lo tanto, no creo que esta campaña vaya a destruir colosalmente la marca”.
«Pero sin duda, a corto plazo, hace dudar a sus fieles consumidores de Bud Light, que se preguntan: ‘¿Quiero seguir bebiendo Bud Light basándome en quién está representando a Bud Light?'». «Cada vez que una empresa pone a un portavoz nacional que tiene reacciones negativas, sin duda puede afectar a su negocio».
«Mira lo que pasó con Paula Deen y Bill Cosby y Lance Armstrong, y eran gente famosa», señaló. «Ahora estamos hablando de un influencer transgénero… así que, ciertamente, puede haber un efecto de goteo».
En un artículo, Scott Shepard, miembro del Centro Nacional de Investigación de Políticas Públicas, escribió que Anheuser-Busch es propiedad de InBev, uno de los mayores fabricantes de bebidas del mundo, y que un solo producto probablemente no tendrá un gran impacto en el valor global de la empresa.
«Pero parece un resultado plausible. El diagrama de Venn de la gente interesada en beber Bud Light y los deseosos de apoyar el tema en el filo de la guerra cultural woke es más o menos sólo dos círculos vagamente cerca uno del otro», escribió Shepard. «Aunque los inversores de InBev no sufrirán demasiado, los distribuidores de productos AB y otros que hacen negocios con la empresa seguramente sí».
Señaló que los «efectos finales de lo woke son más claros en otras empresas estadounidenses que han abandonado el deber fiduciario por la política», refiriéndose a las grandes corporaciones que han adoptado temas de conversación y narrativas de izquierda en torno a la raza y el sexo.
Mulvaney, que anteriormente visitó la Casa Blanca y ahora forma parte de campañas publicitarias con Nike y Kate Spade, dijo a principios de este mes que la popular compañía cervecera envió paquetes de Bud Light con su imagen en las latas como parte de una campaña publicitaria. Otro video mostraba entonces a Mulvaney en una bañera mientras bebía una cerveza Bud Light como parte de la campaña.
Pero la reacción ha sido significativa, y Anheuser-Busch sufrió una caída de sus acciones tras el anuncio de la campaña. Los cantantes de country John Rich y Travis Tritt, así como Kid Rock, sugirieron que los clientes boicotearan la marca por la campaña, y Rock posteó un video en el que aparecía disparando a latas de cerveza para practicar tiro al blanco.
«Los clientes deciden. Los clientes son los reyes», dijo Rich al presentador de Fox News Tucker Carlson esta semana. «Soy dueño de un bar en el centro de Nashville llamado Redneck Riviera. Nuestra cerveza número uno en ventas hasta hace unos días era ¿qué? Bud Light. Tenemos cajas y cajas y cajas de la misma guardadas allí. Pero en los últimos días, es difícil encontrar a alguien pidiendo una. Así que como dueño de un negocio, digo, hey si no lo están pidiendo, tenemos que poner algo más aquí. Al fin y al cabo, así es el capitalismo. Así es como funciona».
Algunos analistas del sector, por su parte, han escrito que los distribuidores de Anheuser-Busch y Bud Light en algunas zonas han expresado su preocupación por la medida.
«Este boicot parece tener más fuerza que la mayoría», dijo Justin Kendall, editor de la publicación comercial de la industria cervecera Brewbound, al New York Post a principios de esta semana. «Empezó como una conversación en las redes sociales y ha irrumpido en los principales medios de comunicación».
En medio de la polémica, Anheuser-Busch emitió un comunicado a varios medios de comunicación en el que afirmaba que «esta lata conmemorativa era un regalo para celebrar un hito personal y no está a la venta para el público en general», en referencia a las latas de Mulvaney.
«Anheuser-Busch trabaja con cientos de influencers en todas nuestras marcas como una de las muchas maneras de conectar auténticamente con el público en diversos grupos demográficos. De vez en cuando producimos latas conmemorativas únicas para los fans y para los influencers de la marca, como Dylan Mulvaney», dice el comunicado.
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