Los problemas con las impresoras de papeletas que provocaron filas en algunos colegios electorales del área de Phoenix el año pasado se debieron a cambios en el papel, según concluyó un juez jubilado de la Corte Suprema de Arizona en un informe publicado el lunes. Sin embargo, la candidata republicana Kari Lake desestimó ese informe.
Los funcionarios del condado utilizaron papeletas más largas y gruesas de lo que se había usado anteriormente y llevaron a las impresoras al límite de sus capacidades, escribió la exjueza Ruth McGregor. Ella dijo que las pruebas pre-electorales pueden no haber detectado el problema porque la prueba no imitaba adecuadamente las tensiones que las impresoras experimentan el día de las elecciones.
«Nada de lo que averiguamos en nuestras entrevistas o en la revisión de documentos nos dio indicios claros de que los problemas debieran haberse previsto», escribió McGregor en el informe (pdf).
La republicana Kari Lake ha alegado en documentos judiciales que los problemas generalizados de las impresoras en los colegios electorales del condado de Maricopa fueron una de las razones de su derrota en las elecciones de mitad de periodo del año pasado. En respuesta al informe del lunes, la cuenta de Twitter de la campaña de Lake dijo que era «una farsa».
«El condado de Maricopa ha publicado los resultados de su investigación interna y se ha encontrado de forma SORPRENDENTE no culpable de ningún delito», decía el mensaje de Lake en Twitter. «Les dijimos que esto era una farsa. Esta gente no cree que tu voto o tu opinión importen. Y cualquiera que se tome en serio los resultados de esta ‘investigación’ es parte del problema».
Durante los últimos meses, el equipo de investigación de Maricopa imprimió y tabuló unas 9000 papeletas en un intento de repetir el proceso para averiguar los errores con las impresoras. El problema de la impresora fue señalado por los altos funcionarios electorales del condado de Maricopa el día de las elecciones, lo que, según Lake y otros republicanos, privó de sus derechos a los votantes.
Pero el informe de McGregor dice que el error humano no fue el culpable. En su lugar, fue el equipo.
«Uno de los resultados más sorprendentes de nuestras pruebas fueron las considerables diferencias entre las impresoras. En los extremos, una impresora (impresora 406) imprimió 850 papeletas en todas las configuraciones con una sola papeleta que no podía ser leída. La impresora 491 lo hizo casi igual de bien, con sólo 13 papeletas que no podían ser leídas. En cambio, la impresora 404 imprimió 92 papeletas que no podían ser leídas y la impresora 323, 72».
En algunas impresoras, el fusor no mantuvo siempre la temperatura adecuada para adherir el tóner al papel, lo que impidió que los tabuladores de los distritos leyeran las papeletas. El día de las elecciones, miles de papeletas de las impresoras problemáticas se contaron en escáneres más sofisticados en la sede electoral del condado en el centro de Phoenix.
La longitud de las papeletas se aumentó de 19 pulgadas a 20 y el grosor del papel se incrementó después de que algunos votantes en 2020 se quejaran de que los rotuladores de la marca Sharpie utilizados en los colegios electorales hacían que la tinta pasara de un lado del papel al otro. La cuestión no afecta al recuento de papeletas, pero las afirmaciones de que era una prueba de fraude se extendieron entre los partidarios del expresidente Donald Trump, que perdió por un estrecho margen en Arizona ese año.
En las pruebas de McGregor, el papel más grueso provocó mayores tasas de fallos, y añadir una pulgada extra a la longitud de la papeleta aumentó aún más los problemas, según el informe.
«Impulsé una investigación externa tan pronto como esto ocurrió, y agradezco a la jueza McGregor y a su equipo la revisión exhaustiva, profesional e independiente», dijo el presidente de la Junta de Supervisores del Condado de Maricopa, Clint Hickman, en un comunicado de prensa. «No calificamos nuestros propios deberes y ahora que tenemos una mejor idea de los factores implicados, haremos cambios para servir mejor a los votantes, empezando por sustituir algunos equipos».
Los planes de Lake
A principios de esta semana, Lake —expresentadora de la televisión local— respondió a las especulaciones de que podría estar preparando una candidatura para un cargo estatal, posiblemente el escaño del Senado de EE. UU. que actualmente ocupa la senadora Kyrsten Sinema (I-Ariz.). Sinema no ha anunciado oficialmente si se presentará a la reelección en 2024, pero los informes indican que ha presentado la documentación ante la Comisión Federal Electoral.
«La gente sigue preguntándome por mi futuro. Pero yo estoy centrada en llevar mi proceso judicial hasta el final. Ese es mi presente. ¿Y el futuro? Les puedo prometer que no voy a salir de la arena política a corto plazo. No hasta que ponga al pueblo de Arizona en primer lugar», escribió en Twitter.
En una entrevista reciente con OANN, Lake dijo que está considerando seriamente presentarse como candidata al escaño de Sinema. La carrera podría ser inusual, ya que Sinema abandonó recientemente el Partido Demócrata para convertirse en independiente, mientras que al menos un destacado demócrata, el representante Reuben Gallego (D-Ariz.), anunció que se presenta para el puesto.
Una parte de su demanda relacionada con las elecciones está siendo escuchada por la Corte Suprema de Arizona, que rechazó una serie de reclamaciones presentadas por sus abogados, pero mantuvo viva la impugnación de Lake al proceso de verificación de firmas de Marciopa.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con Runbeck Election Services para obtener comentarios.
Con información de The Associated Press.
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