Un profesor de derecho en Chicago fue ordenado a someterse a una reeducación obligatoria como castigo por usar una versión abreviada de la palabra «N» en una hipótesis jurídica sobre discriminación laboral por motivos de raza en un examen.
La pregunta planteada en el examen de procedimiento civil por Jason Kilborn, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Illinois en Chicago, incluía la siguiente oración, que se consideró hiriente para los estudiantes:
“El abogado del empleador viajó para reunirse con el gerente, quien declaró que ella renunció a su trabajo en el Empleador luego de que asistió a una reunión en la que otros gerentes expresaron su enojo con la Demandante, llamándola ‘n____’ y ‘b____’ (expresiones profanas para referirse a los afroamericanos y a las mujeres) y juró deshacerse de ella».
Una petición de Change.org firmada por más de 400 personas, declaró que la «verborrea oscura y vil» apareció en una pregunta utilizada durante años en el examen de Procedimiento Civil II administrado por Kilborn y que el «patrón de hechos implicaba un caso de discriminación laboral» donde la cuestión «era si la información encontrada era o no producto del trabajo».
“La pregunta era culturalmente insensible y y sin sentido. Le faltó cortesía básica y respeto por el alumnado, especialmente considerando nuestros esfuerzos de justicia social este año (…) No podemos ignorar la historia y la violencia que representa la palabra ‘N’ y el impacto psicológico y el trauma mental al que fueron sometidos los estudiantes».
Citando reportes de estudiantes anónimos, la universidad acusó a Kilborn de llamar a las minorías «cucarachas» y de «menospreciar» el acento de un estudiante no identificado, acusaciones que Kilborn niega. La Asociación de Estudiantes Afroamericanos de Derecho de la escuela ha exigido que sea despedido Kilborn.
En una carta enviada el 16 de diciembre al abogado de Kilborn, Wayne Giampietro, el asesor jurídico de la universidad, John B. Alsterda, explicó que Kilborn tendrá que recibir «capacitación y entrenamiento individualizados (…) para facilitar su regreso al aula».
Esto incluye la inscripción en el curso online de «Enseñanza y aprendizaje en el aula diversa» del Cornell University Center for Teaching Innovation de una semana de duración. Luego de completar cada módulo del curso, se le pedirá a Kilborn que “prepare un documento de autorreflexión por escrito en respuesta a unas indicaciones específicas”. También se le pedirá que trabaje con «un asesor de instrucción» que haya «obtenido un certificado en Diversidad e Inclusión de Cornell», de forma «individual».
A Kilborn no se le permitirá enseñar mientras esté tomando el curso, pero esa prohibición de enseñar «no es punitiva», escribió Alsterda. «Observamos que los profesores, administradores y directivos participan de forma rutinaria en estos programas como un medio para continuar su formación y ampliar sus conocimientos».
«El objetivo común es que el profesor Kilborn regrese al aula», escribió Alsterda. «La Facultad de Derecho se compromete a garantizar que toda la comunidad de la Facultad de Derecho se beneficie de un entorno diverso, equitativo e inclusivo».
La carta advierte a Kilborn que no debe demandar y promete «defenderse enérgicamente» de cualquier demanda legal que pueda hacer.
William A. Jacobson, también profesor de derecho, dice en Legal Insurrection: «Esto es nada menos que un intento de humillar al profesor Kilborn a través de un programa de reeducación y supervisión que haría sonrojar a los guardias rojos maoístas».
Jacobson acusa a la escuela de «torturar psicológicamente a un profesor solo porque cree que puede hacerlo».
Kilborn habló del caso con The Epoch Times.
Si bien la declaración de Jacobson es «una exageración, la naturaleza abusiva del comportamiento de los funcionarios de la UIC es innegable», dijo Kilborn en un comunicado enviado por correo electrónico.
«No solo han difundido mentiras demostrables sino demostradas sobre mi conducta, ignorando una devastadora revelación de la verdad de Andy Koppelman en Chronicle of Higher Education. Como Andy concluyó en ese artículo, estos administradores consideran la verdad como un obstáculo inconveniente en el camino hacia sus conclusiones preconcebidas acerca de mi culpa y necesidad de ‘reeducación'».
«Todo el episodio es un comentario despreciable sobre el lamentable e irresponsable estado de la administración de la educación superior en la actualidad. Espero que la verdad atraiga tanta atención cuando sea revelada completamente en una demanda federal que es casi inevitable en este momento», dijo Kilborn a The Epoch Times.
Hasta el 1 de julio, la escuela en la que Kilborn enseña se llamaba Facultad de Derecho John Marshall de la Universidad de Illinois-Chicago, pero la Junta de Administración de la Universidad de Illinois canceló el nombre.
Según la universidad, se descubrió “que a pesar del legado del presidente del Tribunal Supremo Marshall como uno de los jueces de la Corte Suprema de Estados Unidos más importantes de la nación, la investigación recién descubierta sobre su papel como traficante de esclavos, dueño de cientos de esclavos, su jurisprudencia a favor de la esclavitud y sus opiniones racistas lo convierten en un nombre muy inapropiado para la Facultad de Derecho».
The Epoch Times se puso en contacto con el portavoz de la universidad, Brian Flood, para solicitar comentarios, pero no recibió una respuesta al cierre de esta edición.
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