Un profesor que fue suspendido por negarse a dar a los estudiantes negros exámenes más fáciles ha demandado a su escuela, alegando un incumplimiento de contrato y otras violaciones.
Un grupo de estudiantes no negros le pidió el año pasado a Gordon Klein, profesor de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), que calificara a sus compañeros negros de manera diferente. Querían que les diera un examen final «no perjudicial» que «solo beneficiará las calificaciones de los estudiantes», escribieron en un correo electrónico.
El grupo dijo que se debe dar un trato desigual porque los compañeros de clase negros «están enfrentando directamente las consecuencias de la violencia sancionada por el estado y el contenido gráfico en las redes sociales que trasciende desde Minneapolis hasta nuestras propias comunidades en nuestros lugares de origen y en Westwood». Parecían estar haciendo referencia, en parte, al asesinato policial a George Floyd.
Klein rechazó la solicitud, lo que provocó protestas en las que alegaron que era racista. Eso llevó a la escuela de la UCLA en la que enseña, la Anderson School of Management, a que lo sancionara. Fue suspendido del campus y contrataron a otros para que impartieran sus clases.
Antonio Bernardo, el decano de la escuela, menospreció a Klein ante los exalumnos y ante el público en general, según la demanda, que se presentó en el Tribunal Superior de California en el condado de Los Ángeles.
La universidad impidió que la escuela despidiera a Klein y desde entonces el docente ha reanudado sus labores. Pero demandó porque no quiere que otro profesor sea tratado de la misma manera.
“Han estado manejado el patrón de infringir la libertad académica de las personas y participar en la cultura de la cancelación. Eso no debería sucederle a nadie, y me opongo a eso”, dijo Klein a The Epoch Times.
En algunos casos, las universidades “han perdido de vista que su misión principal es educar a los estudiantes, en lugar de clasificarlos por perfiles raciales y segregarlos o tratarlos de manera diferente en función de su identidad grupal”, agregó.
La demanda alega violaciones a la Constitución de California y al Código Laboral de California, en la denuncia se menciona la violación al derecho a la privacidad, a la protección contra la discriminación por represalias y al deber del empleador de permanecer políticamente neutral.
El docente pide reparaciones por daños y perjuicios.
Un portavoz de UCLA le dijo a The Epoch Times en un correo electrónico: “Debido a las leyes y preocupaciones de confidencialidad y privacidad, no podemos comentar sobre este asunto en este momento. Sin embargo, podemos decir que la universidad tiene procedimientos y principios generales que defienden la libertad de expresión y la libertad de investigación intelectual, al mismo tiempo que facilita un entorno de aprendizaje, trabajo y vida libre de discriminación, acoso o represalias”.
“Con este fin, la Oficina de Derechos Civiles de la Oficina de Equidad, Diversidad e Inclusión de la UCLA revisa cuidadosa e imparcialmente todos los informes de supuestas faltas de conducta. Esta oficina toma todos los informes en serio y se asegura de que ningún caso sea prejuzgado. Para promover la transparencia, la Oficina de Equidad, Diversidad e Inclusión de la UCLA publica informes públicos anuales con datos sobre quejas, investigaciones y hallazgos”.
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