Los progresistas de la Cámara de Representantes están reduciendo cautelosamente sus demandas de aprobación del proyecto de ley de infraestructura de USD 1.2 billones, aprobado en agosto por votación bipartidista en el Senado.
Durante meses, los progresistas en la cámara baja han demandado de que la Cámara no tome medidas para considerar el proyecto de ley de infraestructura antes de la aprobación del proyecto de ley de presupuesto mucho más expansivo. Los progresistas insistieron en que no podían contar con sus colegas moderados para aprobar el presupuesto si ya se aprobó el proyecto de ley de infraestructura.
Ahora, están cediendo un poco a estas demandas, diciendo que considerarán el proyecto de ley de infraestructura con la garantía del presidente de que el proyecto de ley de presupuesto será aprobado por ambas cámaras.
“Mi opinión es que la palabra del presidente, diciendo: ‘Tengo el compromiso de 50 senadores y esos 50 senadores van a votar por este proyecto de ley y aquí están los detalles’, eso es suficiente”, dijo el representante Ro Khanna (D- California) en «Fox News Sunday».
“Estoy seguro de que llegaremos a un acuerdo. Estoy seguro de que el presidente podrá dar su palabra a la asamblea de la Cámara de que tiene ese acuerdo”, agregó.
Otro miembro del grupo de 95 miembros de los progresistas de la Cámara, el representante Mondaire Jones (D-N.Y.), estuvo de acuerdo.
“Quiero una garantía del presidente, por ejemplo, de que aprobaremos este paquete de red de seguridad social más grande, porque contiene la mayor parte de sus propuestas [y] es por eso que se ha unido a los progresistas para pedir la aprobación de ambos proyectos de ley”, dijo Jones a CNN.
Al igual que Khanna, Jones se mostró «cautelosamente optimista» de que el tira y afloja de meses entre moderados y progresistas está llegando a su fin.
“La presidenta de la Cámara ha expresado su optimismo sobre llegar a algún acuerdo esta semana. Espero esa propuesta y estoy deseando presentar la agenda del presidente en nombre de todos los estadounidenses”, agregó.
Sin embargo, es posible que los demócratas aún estén muy lejos de llegar a tal acuerdo.
En un almuerzo del 19 de octubre, el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer (D-N.Y.) generó esperanzas entre los demócratas al decir que se estaría llegando pronto a un acuerdo.
Schumer luego dijo que hay un «acuerdo universal en la sala que tenemos que acordar» sobre el proyecto de ley de reconciliación, y agregó que los demócratas esperan llegar a un acuerdo «básico» para el final de la semana.
La senadora Debbie Stabenow (D-Mich.) mostró el mismo optimismo.
En declaraciones a los periodistas después del almuerzo, dijo que los que se resisten en el partido «están analizando lo que apoyan [y] lo que no apoyan».
«Estamos viendo un camino», dijo Stabenow.
Pero estas esperanzas se frustraron luego de que llegó la fecha límite del fin de semana sin que se alcanzara una resolución.
El senador Joe Manchin (D-W.Va.), un moderado que se ha mostrado especialmente resistente a las demandas de su partido, dijo a los periodistas el jueves que su acuerdo con otros demócratas necesitaba más tiempo.
“Creo que están haciendo un buen progreso”, dijo Manchin, mientras explicaba: “Hay muchos detalles. Hasta que vea el texto y la letra pequeña, es bastante difícil tomar decisiones finales hasta que realmente vea».
Continuó: “Se puede tener la intención. Tienes que asegurarte de que el texto coincida con la intención».
«Esto no va a pasar pronto, muchachos», advirtió el demócrata de Virginia Occidental.
Pero Khanna indicó que el presidente ve este período como un momento crucial para llegar a un acuerdo.
“El presidente nos miró a los ojos y dijo: ‘Necesito esto antes de representar a Estados Unidos en Glasgow. El prestigio estadounidense está en juego”, informó Khanna citando al presidente.
Si bien la aprobación del proyecto de ley de infraestructura representaría una gran victoria para la agenda del presidente Joe Biden, los progresistas permanecen firmes en que necesitan cierta garantía de que los moderados no los abandonarán. A medida que las negociaciones amenazan con prolongarse, esa garantía podría ser difícil de recibir para estos progresistas antes de que Biden asista a la Cumbre del Clima de Glasglow el 31 de octubre.
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