El Consejo Escolar de la ciudad de Roseville, situada en el centro de California, adoptó recientemente una política que convierte las escuelas de educación secundaria del distrito en «zonas libres de teléfonos» el próximo curso escolar.
Los miembros del consejo escolar votaron unánimemente el 9 de mayo para aprobar la política —presentada por el administrador Jonathan Zachreson— que requiere que los estudiantes de secundaria apaguen y guarden sus teléfonos celulares desde el momento en que ingresan a la escuela hasta que finalice la jornada escolar.
Las excepciones se aplicarían en el caso de una emergencia, por necesidad médica determinada por un médico, o si es requerido por el programa de educación individualizada de un estudiante.
«Quedó claro que el uso del celular en la escuela causa problemas importantes», declaró Zachreson al día siguiente.
Llegó a tal conclusión tras hablar con profesores, padres y administradores.
«Esta política no sólo reducirá las distracciones en clase, sino que cada vez hay más pruebas de que limitar el uso del celular en la escuela conduce a mejores resultados de los alumnos, a una mejora de su salud mental y a una reducción de los problemas de comportamiento», afirmó. «Limitar su uso es una solución de sentido común que apoyará a los profesores y beneficiará a los estudiantes».
La política también fue elogiada por el asambleísta Josh Hoover, que este año presentó el proyecto de ley 3216 de la Asamblea estatal, que exigiría a las escuelas prohibir o limitar el uso de teléfonos celulares en la escuela.
«Estoy agradecido por el compromiso [de Roseville] de proteger y mejorar la salud mental y los resultados académicos de los estudiantes de nuestra región», dijo el Sr. Hoover en una declaración del 10 de mayo.
«La investigación sigue demostrando los daños potenciales del uso de teléfonos celulares entre los niños. El uso creciente de estos dispositivos en la vida cotidiana de los niños puede contribuir a que obtengan peores resultados en los exámenes, a que sufran ansiedad, depresión e incluso suicidio. Cuando los distritos escolares locales toman medidas para limitar el uso de teléfonos inteligentes durante la jornada escolar están ayudando a proteger a los niños de estos daños potenciales».
El proyecto de ley —presentado en febrero— fue aprobado por los comités de Educación y Asignaciones de la Asamblea, y actualmente se encuentra en el «expediente de suspenso» de este último para revisar su impacto fiscal.
En 2019, el gobernador Gavin Newsom promulgó la Ley de la Asamblea 272, que permite —pero no exige— que un consejo escolar limite el uso de teléfonos inteligentes a los estudiantes.
Sin embargo, el proyecto de ley del Sr. Hoover requeriría que los consejos escolares adopten una política que limite o prohíba el uso de teléfonos celulares en las escuelas para el 1 de julio de 2026.
El año pasado, Florida se convirtió en el primer estado en tomar medidas enérgicas contra los teléfonos en la escuela, aprobando una ley que prohíbe el uso del celular durante las horas de clase y bloquea el acceso a Wi-Fi y a las redes sociales.
Entretanto, Oklahoma, Vermont y Kansas también han presentado recientemente leyes similares que prohíben el uso de celulares en las escuelas.
El distrito escolar de la ciudad de Roseville, situado en el condado de Placer, cerca de Sacramento, atiende a unos 12,000 alumnos de grado transición a octavo.
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