La reciente ley de la ciudad de Nueva York que permite que al menos 800,000 no ciudadanos voten en las elecciones municipales es inconstitucional y es probable que sea anulada en las cortes, dijo Hans von Spakovsky, gerente de la iniciativa de reforma de la ley electoral de Heritage Foundation y exmiembro de la Comisión Federal de Elecciones.
“En realidad, está bastante claro que esto viola la Constitución del estado de Nueva York—tiene una disposición que dice específicamente que tienes que ser ciudadano para votar en todas las elecciones en el estado de Nueva York, y eso incluye a las elecciones locales», dijo Spakovsky a The Epoch Times el 19 de enero.
“También creo que es malo desde el punto de vista político, porque básicamente abarata y disminuye el concepto de la ciudadanía».
«Es algo que debería enfurecer a los ciudadanos estadounidenses, sobre todo por el posible número de extranjeros que hay en juego».
El alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, permitió que la medida se convirtiera en ley el 9 de enero, que incluye la disposición de que los no ciudadanos votantes deben permanecer en la ciudad durante 30 días o más y estar autorizados para trabajar.
“Creo que los neoyorquinos deberían tener voz y voto en su gobierno, por eso he apoyado y seguiré apoyando esta importante legislación”, dijo Adams en una declaración el 8 de enero. «Creo que permitir que se promulgue la legislación es, con mucho, la mejor opción, y espero que se incorporen millones más al proceso democrático».
Al día siguiente, el Comité Nacional Republicano presentó una demanda en la Corte Suprema de Nueva York junto con el líder de la minoría del Concejo Municipal, Joseph Borrelli, la representante Nicole Malliotakis (R-N.Y.) y otros republicanos.
La ley es aplicable para los extranjeros legales, pero Spakovsky dijo que las políticas de santuario de la ciudad de Nueva York que protegen a los extranjeros ilegales abrirían las compuertas.
«¿Alguien realmente cree que el departamento electoral investigará el estatus legal de cualquier extranjero que se registre para votar?», dijo.
“Y eso significa, por supuesto, que muchos extranjeros ilegales también se registrarán para votar”.
Aunque no cree que ningún estado intente cambiar sus leyes electorales para incluir el derecho al voto de los no ciudadanos, Spakovsky dijo que hay una iniciativa de la izquierda progresista para cambiar el concepto o la definición de «ciudadano».
“El objetivo de los partidarios de las fronteras abiertas es hacer dos cosas: una, eliminar la línea entre los extranjeros legales e ilegales en este país. Y segundo, para ser franco, deshacerse de todo el concepto de ciudadanía», dijo.
La concejal demócrata, Margaret Chin, dijo a sus colegas antes de la votación que muchos no ciudadanos luchan por convertirse en ciudadanos, pero que, mientras tanto, deberían poder votar porque pagan impuestos y viven y trabajan en la ciudad.
“Quieren ser ciudadanos, quieren poder votar por el presidente, pero al menos tenemos la oportunidad de permitirles votar por los funcionarios electos que les representan en la ciudad”, dijo Chin.
Sin embargo, Spakovsky dijo que pagar impuestos no convierte a alguien en ciudadano.
“Mi respuesta a eso es que, en primer lugar, la gran mayoría de los inmigrantes ilegales no pagan impuestos. De hecho, obtienen transporte gratuito de muchas jurisdicciones», dijo.
«Esto está siendo promovido por la izquierda progresista hoy en día porque creen que los extranjeros votarán por ellos (…) y los mantendrán en el poder»”.
Spakovsky dijo que la incapacidad de la administración Trump para conseguir colocar una pregunta en el Censo de 2020 sobre el estatus de ciudadanía fue una gran victoria para la izquierda progresista para desdibujar las líneas entre ciudadanos y no ciudadanos.
«Una de las principales razones por las que querían que se hiciera es por motivos de distribución, no querían que los escaños del Congreso se repartieran en función de la población ciudadana—si lo hicieran, lugares como California perderían escaños en el Congreso», dijo.
«Es por eso que California probablemente tenga cuatro o cinco escaños más en el Congreso de los que debería tener, debido a la enorme población de extranjeros ilegales en el estado».
La administración Biden apoya la creación de una vía a la ciudadanía para millones de inmigrantes ilegales en Estados Unidos. Una estimación de hace una década situaba el número de inmigrantes ilegales en 11 millones y, desde entonces, millones más han cruzado la frontera sur.
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