Nicaragua tiene 6.5 millones de habitantes, de los cuales el 31.9 % terminarán el año en la pobreza. Un total de 2.1 millones de nicaragüenses será pobre en el 2020, según un informe de Consultores para el Desarrollo Empresarial (Copades).
Desde abril del 2018, el país ha vivido un clima de protestas contra el régimen del guerrillero devenido líder, Daniel Ortega. Los allanamientos forman parte de la persecución política contra los opositores, incluso se han clausurado medios de comunicación y ONG que denuncian atropellos contra la población civil (por orden del parlamento de mayoría oficialista).
“El deterioro socioeconómico no puede revertirse con medidas económicas, porque su origen radica en la crisis política y de derechos humanos”, asegura FUNIDES, la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social.
La represión condujo a la depresión económica
A mediados de julio del 2019 FUNIDES publicó el informe “Nicaragua en Crisis Política y Socioeconómica”, donde indica que Nicaragua sufre «estrés financiero». Sostiene que la presión que viven los comerciantes, entre los saqueos, las trabas a las importaciones y los arrestos masivos, ha reducido tanto el comercio que el Estado solo podría recaudar 92 millones de dólares (en el 2019), menos de la tercera parte de los 300 millones que espera lograr a través de una reforma tributaria.
Nicaragua no tiene crecimiento económico. Al contrario, tiene un margen negativo desde que se desataron las manifestaciones civiles contra el régimen, denominadas la Rebelión de Abril. Antes de la represión desatada contra los manifestantes, FUNIDES pronosticó un crecimiento sostenido de 4.9 % para el trienio 2017 – 2019. Finalmente, fue entre -5.4 % y -6.8 % en el 2019. De modo que la correlación entre la inestabilidad política y económica es evidente en cifras.
548 mil nicaragüenses caerán en la pobreza extrema en el 2020
Ahora COPADES pronostica que al cierre del año 2020, 1 millón 552 mil nicaragüenses, que equivale al 28.4 % de la población, estarán en pobreza general, y 548 mil en la pobreza extrema que llegaría a un 8.4 %. En conjunto, esto suma a más de 2.1 millones de nicaragüenses viviendo en la pobreza.
Esto supera las cifras del 2019, cuando la pobreza alcanzó un 26.6 % y la pobreza extrema 7.6 %. Lo cual afirma la crisis desatada en el 2018, que resultó en la recesión económica y las medidas recaudatorias aplicadas por el régimen, las cuales han agravado la pobreza en el país centroamericano.
Pero antes de las protestas Nicaragua tampoco estaba bien. Daniel Ortega está en el poder desde 2007, y trajo consigo el socialismo del siglo XXI. Para el año 2012 Nicaragua estaba en el puesto 101 de 180 países, en el ranking de libertad económica, según el informe de Heritage Foundation, ahora bajó al puesto 107.
El informe evalúa 10 indicadores: derechos de la propiedad, corrupción, gasto del régimen, libertad fiscal, de negocios, de inversión, laboral, comercial, y la libertad financiera. En todos ellos Nicaragua mostró retrocesos.
La mayor pérdida han sido las vidas sacrificadas por enfrentar al régimen de Ortega
Aunque las cifras económicas son desalentadoras, la mayor pérdida para Nicaragua (y la humanidad) han sido las vidas sacrificadas que el régimen de Ortega ha logrado ocultar, pues niega más de la mitad.
El régimen socialista presentó un informe donde reconoce a 197 muertos y alega que fueron “víctimas del terrorismo golpista”, mientras que aduce que 253 personas fallecieron por “homicidios (actividad delictiva común), accidentes de tránsito y otras causas”.
Para esclarecer estas inconsistencias, la CIDH pide a las autoridades nicaragüenses que garanticen una autopsia a cada uno de los muertos, de modo que se establezca la causa de su deceso.
Según la CIDH, la cifra actual durante los choques entre las fuerzas aliadas al régimen y los opositores es de 328 muertos y 880 000 exiliados. Eso sin contar el aborto inducido a patadas por un paramilitar, en medio de un interrogatorio a una joven estudiante.
Cabe destacar que la CIDH, que reconoce que 21 muertos eran policías y 23 menores de edad, fue expulsada por el régimen de Daniel Ortega y por tanto no pudo concluir sus investigaciones. Mientras que asociaciones de Derechos Humanos, como la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos, elevan la cifra a 651 víctimas de la represión estatal.
Entre el 19 de abril del 2018 y el 30 de septiembre del 2019, dicha organización contabilizó además a 4922 personas heridas, 516 secuestrados y 853 nicaragüenses desaparecidos.
Uno de los reclamos principales de los manifestantes han sido elecciones libres, las mismas que el régimen ha negado.
Mientras siga en el poder, no hay pronóstico positivo para el país.
Este artículo fue publicado originalmente en PanAm Post.
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