Los legisladores del estado de Nueva York que regresan para la sesión legislativa de 2022 se encontraron con cientos de manifestantes, que se reunieron fuera del Capitolio del estado en protesta contra una serie de medidas que endurecerían las ya estrictas normas de la vacuna contra COVID-19 en todo el estado.
Mientras la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, pronunciaba su primer discurso sobre el estado del estado, los manifestantes que se encontraban en el jardín oeste del edificio del Capitolio se manifestaron en contra de sus decisiones relacionadas con la respuesta a la pandemia, incluyendo la extensión de la orden de la mascarilla hasta el 1 de febrero, y la orden de la vacuna para los trabajadores de la salud —ahora bloqueada temporalmente por un juez— entre otras políticas que su administración heredó de la era de Andrew Cuomo.
Uno de los oradores del evento fue Michael Kane, el fundador de NY Teachers for Choice, un grupo de defensa que lucha una batalla legal sobre los requisitos de la vacuna contra el COVID-19 de la ciudad de Nueva York para los maestros de las escuelas públicas. Kane dijo a la multitud que la ciudad negó su solicitud de exención religiosa porque la Iglesia Católica Romana está a favor de la vacunación.
«Los abogados de la ciudad de Nueva York me dijeron que, como el Papa recomienda la vacunación, el Sr. Kane debería vacunarse», dijo. «Lo que la ciudad de Nueva York y todos sus caros abogados no saben es que ningún hombre, ningún edificio, ninguna institución se interpone entre mi Dios y yo».
En un llamamiento a la acción, Kane animó no solo a los neoyorquinos, sino a los residentes de otras ciudades que intentan adoptar el modelo neoyorquino, a resistirse al trato diferenciado de los ciudadanos vacunados y no vacunados.
«El pasaporte vacunal sinsentido se está extendiendo: Chicago, Boston, DC. Necesitamos la desobediencia civil desde la costa este hasta la costa oeste de este país», dijo. «La desobediencia civil no violenta es la forma de hacerlo, remontándonos al movimiento [de los Derechos Civiles] de los años 60: No a la segregación».
Otro orador fue Tramell Thompson, conductor del metro de Nueva York y líder sindical. En un momento dramático de su discurso, rompió su propia tarjeta de vacunación mientras condenaba el requisito de vacunación para los trabajadores del transporte público.
«Primero le hemos dicho a Cuomo que no debería haber órdenes. Ahora se lo decimos a Hochul, porque debería haber una opción», dijo Thompson a una multitud que lo aclamaba. «Estoy totalmente vacunado, pero estoy en contra de los pasaportes [de vacunas]», dijo mientras empezaba a romper en pedazos su tarjeta de vacunación. «No me importa».
Los manifestantes también apuntaron a varios proyectos de ley propuestos que, según ellos, violarían su libertad médica y sus derechos como padres. Entre estas medidas están la A8378, que añadiría las vacunas contra el COVID-19 a la lista de vacunas obligatorias para todas las escuelas y universidades; la A2240, que obligaría a vacunar contra la gripe a los niños que asisten a las guarderías; la A8398, que pretende derogar las exenciones no médicas a las vacunas para los trabajadores y los estudiantes universitarios; y la A3192, que permitiría a cualquier persona de 14 años o más recibir las vacunas exigidas o recomendadas por el gobierno sin el consentimiento de los padres.
Un manifestante dijo a The Epoch Times que cree que los neoyorquinos disfrutarían de menos libertad si estas medidas se convirtieran en ley.
«Esto es Estados Unidos de América, no Rusia o China», dijo el manifestante, que trajo a sus dos hijos, a los que educa en casa, a la manifestación. «Somos un país libre, o al menos, lo éramos. Es difícil cambiar de rumbo, y no nos lo creemos».
Otra manifestante dijo que le preocupaba que el impulso de las órdenes de vacunas y otras restricciones de salud pública abriera una puerta para que el gobierno quitara más libertad.
«Siento que nos están coaccionando y obligando a llevar mascarillas y a vacunarnos, y que estamos perdiendo nuestra libertad poco a poco», dijo la manifestante a The Epoch Times, añadiendo que apoya el derecho de los padres a tomar decisiones médicas para sus hijos. «Si no nos levantamos y protegemos nuestras libertades, van a desaparecer y no podremos recuperarlas».
Al menos tres de los proyectos de ley por los que protestaban están patrocinados por el asambleísta estatal demócrata Jeffrey Dinowitz. En una entrevista con The Journal News el año pasado después de que presentara el proyecto de ley A8378, Dinowitz caracterizó a los opositores de su proyecto de ley como «antivacunas».
«Creo que es importante, al igual que es importante que los niños se vacunen contra el sarampión y otras enfermedades, que los niños se vacunen contra el COVID-19», dijo al periódico. «Cualquiera que no se lo tome en serio es que vive en otro planeta».
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