Las protestas tras la muerte de George Floyd bajo custodia policial del lunes se han extendido a más ciudades de Estados Unidos, mientras que el expolicía de Minneapolis que se arrodilló en el cuello de Floyd fue arrestado y acusado de homicidio y asesinato.
Las manifestaciones, a menudo violentas y que involucran la destrucción de la propiedad, se han extendido en los últimos días a lugares como Los Ángeles, Washington y Chicago, dejando un hombre muerto a tiros en Detroit, coches de policía golpeados en Atlanta y enfrentamientos con la policía en la ciudad de Nueva York.
Los cargos criminales presentados el viernes en la mañana contra el expolicía que sostuvo su rodilla por casi 9 minutos sobre el cuello de Floyd no sirvieron para detener la ira. Derek Chauvin, de 44 años, fue acusado de asesinato en tercer grado y homicidio en segundo grado.
Floyd fue arrestado bajo la sospecha de usar un billete de 20 dólares falso en una tienda.
«Mi familia y yo vimos con absoluto horror como el ahora infame y horripilante video se comenzó a difundir rápidamente a través de los medios de comunicación social. Lo que vimos en esa cinta nos dejó atónitos», escribió Philonise Floyd, hermana del fallecido, en una nota en una página de la campaña de recaudación de fondos.
«Mientras algunos policías se arrodillaban en su cuello, otros policías participaron y observaron; ninguno tomó ninguna acción para salvar la vida de mi hermano. Esos oficiales continuaron maltratando a mi hermano hasta que murió», continuó.
La autopsia reveló que los efectos combinados de la contención, los posibles tóxicos en el sistema de Floyd y los problemas de salud subyacentes, incluida la enfermedad cardíaca, probablemente contribuyeron a su muerte. No reveló nada que apoye la estrangulación como causa de la muerte.
Varios cientos de personas protestaron cerca de la Casa Blanca el viernes y se publicaron videos en las redes sociales que mostraban enfrentamientos entre los manifestantes y la policía. En una confrontación se veía a un hombre burlándose de la policía antidisturbios que llevaba un escudo, diciendo: «¡Tienes miedo de mí, te intimidas por mí, eres un cobarde!» Otros en la multitud, sostenían carteles, gritaban «¡Hey hey! ¡Ho ho! ¡Estos policías racistas tienen que irse!»
Las protestas en la ciudad de Nueva York se volvieron violentas, algunas personas arrojaron objetos a la policía, una furgoneta de servicio resultó incendiada y varios vehículos resultaron destrozados.
En Portland, Oregon, los manifestantes provocaron incendios, mientras que las autoridades instaron a la gente a abandonar el centro de la ciudad, advirtiendo en una publicación en Twitter que, «No es seguro, es peligroso, hay disturbios, váyanse ahora».
La Oficina del Sheriff del Condado de Multnomah compartió una foto de los daños causados al Centro de Justicia de Multnomah en el centro de Portland, un edificio que alberga la cárcel del condado y la sede de la policía.
«Esto es un desorden. Es un disturbio total», dijo el alcalde Ted Wheeler a KGW, afiliada de la NBC. «Estamos vendo gente quemando autos, viendo gente dañando negocios grandes y pequeños, incluyendo algunos negocios que creo que son propiedad de empresarios afroamericanos locales. Estamos viendo saqueos».
En Minneapolis, la policía dijo que durante las protestas se habían producido disparos contra los oficiales de policía, pero nadie resultó herido. A medida que la noche se prolongaba, estallaron incendios en el lado sur de la ciudad, incluyendo un restaurante japonés, un banco de Wells Fargo y un Office Depot. Muchos de ellos ardieron durante horas, y los bomberos se retrasaron de nuevo en llegar porque las zonas no eran seguras.
El Gobernador de Minnesota Tim Walz habló con los medios a la 1:30 a.m. del sábado, pidiendo calma mientras los bomberos luchaban contra las llamas de los disturbios, según informó el canal de noticias local KIMT3.
«Esto no es un duelo, y esto no es hacer una declaración (…) esto es una amenaza para la vida, es peligroso para las fuerzas más cualificadas tratar con esto», dijo Walz. «Esto no se trata de la muerte de George. Se trata del caos que se está causando».
En un intento de sofocar la violencia, Walz impuso un toque de queda, que estará vigente desde las 8 p.m. hasta las 6 a.m. el viernes y el sábado, advirtiendo que la policía lo haría cumplir y arrestaría a los que no lo hagan.
«Es hora de reconstruir nuestra comunidad y eso comienza con la seguridad en nuestras calles», dijo Walz en un comunicado anunciando el toque de queda.
«Miles de minnesotanos han expresado su dolor y frustración de manera pacífica. Pero las acciones ilegales y peligrosas de otros, bajo el amparo de la oscuridad, han causado un dolor y daño irreversible a nuestra comunidad. Este comportamiento ha comprometido la seguridad de los transeúntes, las empresas, los manifestantes legales y los primeros en responder», continuó.
«Ahora, nos unimos para restaurar la paz», añadió.
Walz reconoció el sábado que, incluso con unos 500 Guardias Nacionales, no tenía suficiente mano de obra para contener el caos.
«No tenemos los números», dijo Walz. «No podemos arrestar a la gente cuando estamos tratando de contener».
Walz dijo que se estaba trabajando rápidamente para movilizar a más de 1000 integrantes más de la Guardia, para un total de 1700, y estaba considerando la posible oferta de la policía militar federal. Pero advirtió que incluso eso podría no ser suficiente, diciendo que esperaba otra noche difícil el sábado.
Associated Press contribuyó con este informe.
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