El plan de Elon Musk de recibir a Alice Weidel, líder del partido derechista alemán Alternativa para Alemania (AfD), en una entrevista en directo en su red social X el 9 de enero provocó pedidos de líderes de la Unión Europea para que intervenga la Comisión Europea.
La entrevista tendrá lugar antes de las elecciones nacionales alemanas del 23 de febrero.
Los líderes de la UE pidieron a Bruselas que intervenga directamente, diciendo que tiene que hacer cumplir la Ley de Servicios Digitales (DSA).
La DSA es una normativa de la UE de 2022 que obliga a las plataformas de redes sociales a eliminar y tratar lo que se considera «desinformación».
En diciembre de 2024, Musk apoyó públicamente a la AfD, y el 28 de diciembre, el periódico alemán Welt am Sonntag publicó un editorial suyo titulado «Solo la AfD puede salvar Alemania».
En él, Musk catalogaba a las políticas energéticas alemanas como «geopolíticamente ingenuas», incluida la decisión de eliminar gradualmente la energía nuclear mientras se depende en gran medida del carbón, el gas importado y las fuentes renovables intermitentes sin baterías adecuadas a escala de red.
«La economía alemana, otrora motor de Europa, está ahora sumida en la burocracia y en regulaciones asfixiantes», escribió Musk.
También afirmó que las políticas de migración masiva de Berlín habían causado importantes tensiones culturales y sociales.
El 8 de enero, cuando se le preguntó sobre el tema, la Comisión Europea dijo que no esperaría al 9 de enero para tomar medidas.
Un portavoz dijo que la Comisión había abierto un procedimiento formal en diciembre de 2024 para evaluar si X podría haber incumplido la DSA.
«Sobre este posible livestream, es muy posible que forme parte de la investigación en curso sobre X. Pero primero tenemos que ver si tiene lugar el jueves y en qué condiciones», dijo.
El ministro francés de Asuntos Digitales, Jean-Noël Barrot, instó el 8 de enero a la UE a ponerse dura con la implicación de Musk en la política europea.
«O la Comisión Europea aplica con la mayor firmeza las leyes que existen para proteger nuestro espacio único, o no lo hace, y en ese caso, debería pensar en devolver la capacidad de hacerlo a los Estados miembros de la Unión Europea», dijo.
Thierry Breton, antiguo responsable de la agenda digital de la Comisión Europea, se dirigió directamente a Alice Weidel en X el 4 de enero, advirtiéndole que su chat en directo, compartido con los 210 millones de seguidores de Musk, le daría «una ventaja significativa y valiosa» sobre sus competidores.
Breton ya le había advertido anteriormente a Musk sobre su entrevista con Trump en agosto de 2024 y dijo que existía un «riesgo de amplificación de contenido potencialmente dañino en relación con eventos con grandes audiencias en todo el mundo».
El 6 de enero, Ferda Ataman, comisionada federal independiente de Alemania para la lucha contra la discriminación, le dijo al gobierno federal que abandonara X, alegando que sus algoritmos amplificaban «comentarios de extrema derecha».
Ataman declaró a la cadena pública ARD que la plataforma se había convertido en «un instrumento de influencia política del hombre más rico del mundo», en referencia a Musk.
Discurso policial
En un informe de 2024, Norman Lewis, investigador visitante en el grupo de expertos MCC Bruselas, exdirector de PwC y director de investigación tecnológica de Orange UK, dijo que bajo el pretexto de «defender las normas civilizadas de comportamiento», la UE está institucionalizando leyes contra el discurso del odio y la desinformación que representan un «ataque fundamental a la libertad de expresión y la democracia en Europa».
«Esencialmente, no es más que una forma de decir: ‘No hagas la entrevista, porque digas lo que digas, lo vamos a utilizar en tu contra», declaró Lewis a The Epoch Times.
Según él, la UE está utilizando la Ley de Servicios Digitales para vigilar la libertad de expresión.
«¿Crees que Musk, en su conversación con el líder de AfD, llamará a la violencia en las calles?», preguntó.
«No estoy seguro de lo que hablarán, pero supongo que será una discusión legítima sobre la política alemana, el futuro de Alemania y la UE».
«¿Por qué hay que vigilarlo? ¿Por qué prohibirlo? ¿No forma parte de un debate democrático?».
«La Comisión teme un debate que vaya en contra de su discurso, que desafíe el statu quo».
Dijo que la Comisión «se siente con derecho a hacerlo y, por supuesto, la DSA les da ese derecho porque precisamente de eso trata la ley: De regular lo que se puede y no se puede decir en Internet».
Lewis afirma que la postura de la UE refleja la creencia de que los ciudadanos de a pie son «fácilmente manipulables» y no pueden distinguir la verdad de la desinformación.
«En realidad, la gente sabe exactamente en qué cree: No es la desinformación lo que hace que la gente vote a los populistas. Es su descontento con los partidos políticos existentes», afirmó.
Últimas encuestas
Según una encuesta de INSA publicada el 6 de enero, los democristianos lideran la lista con un 35 por ciento de los votos, seguidos por la AfD con un 21.5 por ciento. El partido del canciller Olaf Scholz, el SPD, obtiene un 15.5 por ciento.
A pesar de la creciente popularidad de la AfD, otros grandes partidos han descartado formar una coalición con ella.
La plataforma de la AfD incluye estrictos controles fronterizos, oposición a los programas de acción por el clima y críticas a la integración en la UE, junto con llamamientos a preservar la cultura tradicional alemana y rechazar la noción de que el islam forma parte de Alemania.
La AfD ha sido calificada de extrema derecha por los servicios de inteligencia nacionales de algunos estados alemanes.
Los servicios de seguridad nacionales han tratado a la principal AfD como un partido potencialmente extremista desde 2021, otorgando a los servicios de seguridad el derecho a mantenerlo bajo vigilancia.
Sin embargo, el partido niega ser extremista.
El portavoz de la Comisión Europea, Thomas Regnier, le dijo a The Epoch Times por correo electrónico: «Unas elecciones libres y justas son el núcleo de nuestras democracias».
«En virtud de la Ley de Servicios Digitales, las plataformas en Internet muy grandes deben evaluar y mitigar una serie de diferentes riesgos sistémicos planteados por sus servicios, incluidos los riesgos para los menores, los riesgos para los derechos fundamentales, como la libertad de expresión, y los riesgos para los procesos electorales y el discurso cívico».
Dijo que esto incluía la «obligación de analizar y mitigar los riesgos derivados de cualquier trato preferente o visibilidad dada a los contenidos en una plataforma determinada, incluidos los contenidos del Sr. Musk en su propia plataforma».
Con información de Reuters
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