El funcionario que supervisará la seguridad fronteriza bajo la presidencia electa de Donald Trump advirtió a las personas que están en Estados Unidos ilegalmente que se «autodeporten» porque el gobierno federal va a hacer de la aplicación de la ley de inmigración una prioridad en la administración entrante.
Durante el fin de semana, Trump publicó un comunicado en las redes sociales en el que confirmaba que Tom Homan, ex director en funciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), sería nombrado su «zar de la frontera». El presidente electo, en parte, hizo campaña sobre la aplicación significativa de las leyes de inmigración y la seguridad fronteriza.
«Los criminales y los miembros de pandillas no tienen ningún periodo de gracia», dijo Homan a Fox News el lunes por la noche. «Mientras estamos fuera priorizando las amenazas a la seguridad pública y las amenazas a la seguridad nacional, si quieres autodeportarte, deberías autodeportarte porque, de nuevo, sabemos quién eres, y vamos a ir a buscarte».
Homan dijo que los inmigrantes ilegales que no son criminales, amenazas a la seguridad nacional o miembros de pandillas que quieran «autodeportarse» pueden hacerlo, y agregó que los criminales y miembros de pandillas «no reciben favores de esta administración».
«Vinieron a este país ilegalmente, lo que es un delito. Cometieron crímenes contra ciudadanos estadounidenses, algunos crímenes atroces. No tienen ningún periodo de gracia. Así que vamos a ir a por ustedes», dijo.
Profundizando, Homan sugirió que algunas personas que no están autorizadas a estar en EE.UU. deberían «autodeportarse» porque «pueden poner todo en orden», incluyendo sus casas, negocios y otros arreglos.
«Pueden poner todo eso en orden e irse con su familia todos juntos», dijo.
Un componente clave de la campaña presidencial de Trump para 2024 es su promesa de llevar a cabo lo que llamó la mayor deportación masiva en la historia de Estados Unidos. Dijo que podría usar la Guardia Nacional e invocar la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 que fue utilizada por el segundo presidente de Estados Unidos, John Adams, que permite a un presidente detener, reubicar o deportar a no ciudadanos de una nación considerada enemiga de Estados Unidos.
Durante la primera administración Trump fue criticado por los demócratas, incluida la representante Alexandria Ocasio-Cortez ( D-N.Y.), por separar a las familias de inmigrantes ilegales en la frontera. Cuando se le preguntó sobre las separaciones familiares durante una entrevista de «60 Minutes» el mes pasado, Homan dijo que «las familias pueden ser deportadas juntas», en un aparente cambio de política.
En esa misma entrevista de «60 Minutes» antes de las elecciones, Homan también calificó de «ridículas» las sugerencias de redadas masivas en los barrios o la construcción de campamentos para retener a la gente. También dijo que las operaciones de aplicación de la ley de inmigración en el lugar de trabajo —que la administración Biden detuvo en gran medida— serían necesarias.
Como «zar fronterizo» de Trump, Homan será responsable de las fronteras sur y norte, de la seguridad marítima y aérea, y estará a cargo de los esfuerzos de deportación, dijo el presidente electo en un comunicado.
El Consejo Americano de Inmigración, un grupo que se ha opuesto a las políticas de Trump, dijo en octubre que las deportaciones masivas podrían crear «costos devastadores» para Estados Unidos, incluyendo su presupuesto y economía.
«Las deportaciones masivas causarían choques laborales significativos en múltiples industrias clave, con impactos especialmente agudos en la construcción, la agricultura y el sector de la hospitalidad», dijo el grupo, y agregó que alrededor del 14 por ciento de las personas que trabajan en la construcción están en Estados Unidos ilegalmente.
En actos de campaña y apariciones en los medios, Trump y el vicepresidente electo, JD Vance, han dicho que su plan de deportación reportaría beneficios económicos a largo plazo. Durante su debate del 1 de octubre con el gobernador de Minnesota, Tim Walz, Vance dijo que los inmigrantes ilegales, en parte, son una de las razones por las que los precios de la vivienda y los alquileres se han disparado en todo Estados Unidos en los últimos años.
Trump ha dicho que no tiene «más remedio» que llevar a cabo deportaciones masivas sin importar el coste. «No es una cuestión de precio», dijo Trump a NBC News la semana pasada y que «realmente, no tenemos otra opción».
«Cuando la gente ha matado y asesinado, cuando los capos de la droga han destruido países», dijo el presidente electo. «Y ahora van a volver a esos países porque no se van a quedar aquí. No hay precio».
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