Los dueños que dejan a sus perros atados durante un huracán podrían enfrentar un año en la cárcel o una multa de 5000 dólares bajo la nueva legislación que se está abriendo paso en el Senado de Florida.
El proyecto de ley, que considera que atar perros durante una tormenta es un acto de crueldad animal y un delito menor de primera clase, se convertiría en ley en el verano, si se aprueba.
El patrocinador Joe Gruters, R-Sarasota, dijo que la propuesta (proyecto de ley del Senado 1738), está tratando de resolver la clase de problemas que se vieron durante los huracanes Matthew, Irma y Michael.
«Vimos estos tres huracanes y hemos visto numerosos perros atados a diferentes cosas», dijo Gruters, según el Tampa Bay Times. «Queremos dar a los perros una oportunidad de pelear».
Bajo la propuesta, que ya ha sido aprobada por el Comité de Agricultura del Senado, los dueños serían castigados si se les notificara de un evento meteorológico pero usaran «una cadena, cuerda, correa, cable u otro dispositivo que sujete a un perro a un objeto estacionario o sistema de trolebús».
El proyecto de ley está siendo revisado actualmente por el senado estatal y si se aprueba entrará en vigor el 1 de julio de 2019, a tiempo para la temporada de huracanes del próximo año.
Después del huracán Irma, las historias de docenas de perros atados y abandonados en todo el estado dejaron a muchas personas indignadas, con autoridades en algunas áreas incapaces de enjuiciar bajo la legislación actual.
En algunos condados de Florida, como el Condado de Palm Beach, sin embargo, ya es un crimen atar a los animales en situaciones extremas o dejarlos en condiciones de abandono, ya sea que su dueño este o no presente.
Mujer rescata animales del huracán Florence
Pero mientras algunos dueños dejaban a sus mascotas atrás, otros amantes de los animales de buen corazón salieron a rescatarlos en las inundaciones y los vientos.
En octubre del año pasado, una mujer que viajó a Wilmington, Carolina del Norte, para salvar su auto de la furia del huracán Florence, decidió convertir su viaje de regreso en una misión de rescate de animales.
Según Liz Jones, fundadora del Santuario de Haafsville en Breinigsville, Pensilvania, no mucho antes de que el huracán Florence tocara tierra cerca de Wilmington y comenzara su ataque, una mujer sin nombre llegó volando a recoger su auto antes de la inundación prevista.
Pero en lugar de conducir de regreso con el vehículo vacío, la mujer se detuvo en un refugio y se llevó una carga de animales, que de otra manera podrían haber sido sacrificados.
«Ella pensó por qué debería conducir hacia el norte con un vehículo vacío… así que se detuvo en la Sociedad Humanitaria y preguntó a quién podía salvar», dijo Jones.
Wilmington fue una de las primeras zonas afectadas cuando las aguas de las inundaciones provocadas por las tormentas se precipitaron hacia el interior y los vientos huracanados azotaron todo lo que se encontraba a la vista.
El santuario de Pennsylvania también recibió a ocho perros y cerca de una docena de gatos después de una caminata de diez horas desde un refugio de Carolina del Norte.
«Muchos de los refugios están en zonas inundadas, así que se enfrentaron a la idea de que si no sacaban los animales, era posible que tuvieran que recurrir al sacrificio», dijo Jones.
Jones dijo que había escuchado múltiples informes de animales que quedaron varados cuando sus dueños huyeron.
«Acabo de hablar por teléfono con una mujer que está preparando un área de rescate de 900 metros cuadrados para animales. Dijo que es un caos. Los animales están siendo dejados a un lado de la carretera», contó Jones.
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