El senador Joe Manchin (D- W.Va.), denunció en vísperas de la fecha límite para votar el proyecto de ley de gastos de 3.5 billones de dólares de los líderes demócratas, como una «locura fiscal», advirtiendo que ellos no obtendrán su voto sin más ajustes.
«No puedo —ni apoyaré— el gasto de billones ni un enfoque de gasto de todo o nada que ignore la brutal realidad fiscal a la que se enfrenta nuestra nación», dijo Manchin en una declaración a última hora del miércoles.
Manchin, cuyo voto es decisivo para la aprobación del proyecto de ley, dijo por separado a los periodistas el miércoles que cree que llevará «un tiempo» elaborar los cambios específicos necesarios para aprobar las amplias medidas propuestas en el proyecto «Build Back Better Act», respaldado por Biden, el que no fue redactado de forma bipartidista.
Sin detallar los detalles de sus conversaciones con el presidente Joe Biden, Manchin dijo que «[el] proyecto de ley de reconciliación va a llevar un tiempo; no va a ser ni una semana ni dos ni tres».
«Hay muchas cosas, solo [incluso] del propio código fiscal», que hay que limar, dijo.
En su declaración, el demócrata de Virginia Occidental, de mentalidad independiente, esbozó cómo pretende trabajar en el proyecto de ley de reconciliación, cuya votación está prevista para el jueves.
«Quiero hacer una revisión fiscal. Una cosa que se entiende que todos los demócratas estuvieron de acuerdo, no hay muchas cosas en las que todos estemos de acuerdo, es que los recortes de impuestos de 2017 son injustos y están ponderados hacia el extremo superior. Vamos a arreglar eso. Esa es la reconciliación», dijo Manchin. «Creo que podemos conseguir un buen proyecto de ley. Realmente lo creo, si trabajamos de buena fe».
Los republicanos se oponen universalmente a la medida de 3.5 billones de dólares, que fue aprobada en la Cámara de Representantes el 24 de agosto en medio de la crisis de la retirada de Afganistán. Además de Manchin, la senadora Kyrsten Sinema (D-Ariz.) es otra demócrata que también cree que el precio propuesto por la dirección del partido es demasiado alto.
Los demócratas progresistas, por su parte, volvieron a amenazar con hacer descarrilar un proyecto de ley separado de infraestructuras de 1.2 billones de dólares —un segundo elemento de la «estrategia de doble vía» de Biden para su programa Build Back Better, que financiaría proyectos de autopistas, Internet y otras infraestructuras— a menos que los moderados respalden también el paquete de 3.5 billones de dólares.
A principios de septiembre, Manchin argumentó en un artículo de opinión del Wall Street Journal que el proyecto crearía «inflación y deuda».
«Gastar billones más en programas gubernamentales nuevos y ampliados, cuando ni siquiera podemos pagar los programas sociales esenciales, como la Seguridad Social y Medicare, es la definición de locura fiscal», dijo el senador en su declaración el miércoles.
«Proponer una expansión histórica de los programas sociales mientras se ignora el hecho de que no estamos en recesión y que millones de puestos de trabajo siguen abiertos solo alimentará una disfunción que podría debilitar nuestra recuperación económica».
El proyecto de ley de reconciliación debe guiarse por «lo que necesitamos y podemos permitirnos» y no para «rediseñar el tejido social y económico de esta nación o gravar de forma vengativa en aras de un gasto deseable», añadió.
El senador concluyó explicando lo que impulsará su decisión en las negociaciones del día siguiente.
«Si hay una última lección que me seguirá guiando en este difícil debate que tenemos por delante es ésta: Estados Unidos es una gran nación, pero las grandes naciones a lo largo de la historia se han visto debilitadas por el gasto descuidado y las malas políticas», dijo. «Ahora, más que nunca, debemos trabajar juntos para evitar estos errores fatales para que podamos cumplir con nuestra mayor responsabilidad como líderes elegidos y legar un Estados Unidos mejor a la próxima generación».
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