La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, cuestionó el viernes la idea de que una visita a la frontera sur del presidente Joe Biden sería productiva o tendría un impacto significativo en la política.
Psaki hizo las declaraciones en una conferencia de prensa en la Casa Blanca el 24 de septiembre, donde un periodista le preguntó acerca de por qué Biden no había visitado la frontera sur a la luz del aumento de la inmigración ilegal bajo su supervisión.
“¿Qué le gustaría que hiciera en la frontera sur? ¿Y qué impacto cree que tendría eso en las políticas?», respondió Psaki.
El corresponsal de Fox News en la Casa Blanca, Peter Doocy, quien planteó la pregunta original, insistió en el tema y preguntó: «¿Por qué él no quiere ir?».
«No creo que sea una cuestión de querer ir», respondió Psaki. «Creo que es una cuestión de qué es lo más constructivo para abordar lo que vemos como una situación difícil en la frontera y un sistema de inmigración quebrado».
Psaki agregó que el punto de vista de Biden es que el papel más constructivo que él puede desempeñar es ayudar a promover la reforma migratoria y «escuchar a su equipo de asesores, que han estado en la frontera varias veces, acerca de cómo debería ser el camino a seguir».
La cuestión de que los altos funcionarios de la administración Biden visiten personalmente la frontera sur se ha planteado en ocasiones anteriores, incluso en reuniones informativas en la Casa Blanca, y Psaki asumió la posición de que es suficiente que los funcionarios delegados, como el Departamento de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas, visiten la frontera, en lugar del presidente o la vicepresidenta.
En junio, la vicepresidenta Kamala Harris se enfrentó a una presión cada vez mayor para visitar la frontera y se metió en problemas por calificar tal medida como un «gran gesto» que tendría poco impacto sustancial.
En una rueda de prensa, se le pidió a Psaki que comentara acerca del comentario del “gran gesto” de Harris, y la secretaria de prensa dijo que la vicepresidenta tenía la tarea de trabajar con líderes en Guatemala, Honduras y El Salvador para abordar las causas fundamentales de la migración y asuntos relacionados. Agregó que la administración Biden no quería consejos de los republicanos sobre la crisis fronteriza.
“No estamos tomando nuestra guía y consejo de ellos”, dijo Psaki. «Pero si es constructivo y [hace que avance la situación] para que ella visite la frontera, ciertamente pueden hacerlo».
Harris terminó visitando la frontera sur a fines de junio.
Las peticiones para que Biden visite la frontera ocurren en el contexto de una reciente oleada de inmigrantes ilegales en Del Rio, Texas.
Mayorkas dijo a los periodistas en una rueda de prensa el viernes que se han encontrado cerca de 30,000 inmigrantes ilegales en el área de Del Rio desde el 9 de septiembre, y el número más alto llegó a cerca de 15,000, muchos de los cuales acamparon bajo un puente internacional cerca de la frontera.
El jefe del DHS dijo que el campamento ya fue despejado y los funcionarios continúan expulsando a las personas que ingresaron ilegalmente a Estados Unidos bajo la autoridad del Título 42. Hasta el momento, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) ha realizado 17 vuelos de deportación hacia Haití, en los que han participado unas 2000 personas, según Mayorkas.
Cuando se le cuestionó acerca de qué sucedió con las aproximadamente 15,000 personas que acamparon debajo del puente, Mayorkas dijo que algunas han sido regresadas a Haití, otras han sido trasladadas a instalaciones de procesamiento en la frontera, donde “muchas” serán regresadas a Haití. Si bien no proporcionó cifras detalladas, Mayorkas dijo que algunas de las personas que califican para el asilo por huir de la persecución en su país de origen no serían regresadas a Haití, sino que serían colocadas en procedimientos de aplicación de la ley de inmigración.
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