La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, defendió el lunes la descripción del presidente Joe Biden sobre la pandemia de COVID-19 mientras los casos y las hospitalizaciones entre los vacunados se disparan.
Psaki, quien recientemente contrajo la enfermedad a pesar de haber recibido el régimen de vacunas más la dosis de refuerzo, contó durante una sesión informativa en Washington que solo sufrió síntomas menores, una experiencia que atribuyó al haber estadp vacunada.
Psaki luego afirmó que las personas no vacunadas tienen 17 veces más probabilidades de ser hospitalizadas por COVID-19 y 20 veces más probabilidades de morir.
Los investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) dijeron en un estudio preliminar que las tasas de hospitalización por COVID-19 entre el 24 de enero de 2021 y el 24 de julio de 2021 fueron 17 veces más altas en personas no vacunadas, pero esa brecha se ha cerrado más recientemente a medida que emergía la variante del virus ómicron y disminuía la eficacia de la vacuna. La directora de los CDC, la Dra. Rochelle Walensky, citando datos no publicados, alegó el mes pasado que las personas no vacunadas tienen 20 veces más probabilidades de morir con COVID-19 que las personas vacunadas que también recibieron una dosis de refuerzo.
“Esas son estadísticas significativas y serias. Entonces, sí, el impacto para las personas que no están vacunadas es mucho más grave que para las que están vacunadas”, dijo Psaki.
“Creo que el presidente ha dicho, como lo hemos hecho varias veces, que habrá casos de rebrote, habrá personas que se contagiarán de COVID, aquí, en diferentes organizaciones de medios, en empresas de todo el mundo, en todo el país que han sido vacunados, pero hay una diferencia significativa entre estar hospitalizado o morir y estar vacunado con síntomas más leves”, agregó.
Las estadísticas de los hospitales en todo el país muestran que la proporción de pacientes con COVID-19 que recibieron una vacuna ha aumentado con el tiempo. En Nueva Jersey esta semana, por ejemplo, las autoridades dijeron que casi uno de cada tres de esos pacientes estaba vacunado, mientras que algunos hospitales de Nueva York están registrando la mitad de los pacientes vacunados.
Sin embargo, la administración Biden ha minimizado la caída significativa en la efectividad de las vacunas contra las infecciones y la disminución de la efectividad contra las enfermedades graves, y ha instado a los estadounidenses a recibir la dosis de refuerzo, señalando datos que indican que parte de la protección perdida se restaura con una inyección adicional.
Biden se ha referido a la situación varias veces como una “pandemia de los no vacunados”, usando esa frase la semana pasada.
“No hay excusa, no hay excusa para que alguien no esté vacunado. Esto sigue siendo una pandemia de los no vacunados. Así que tenemos que progresar más”, dijo durante un discurso en Washington.
También dijo falsamente que muchas personas no vacunadas que contraen COVID-19 “experimentarán una enfermedad grave” y dijo que los no vacunados “están ocupando camas de hospital y abarrotando salas de emergencia y unidades de cuidados intensivos”. La mayoría de las personas que contraen COVID-19 no requieren hospitalización, especialmente desde que la variante ómicron se volvió dominante. Además, la mayoría de las camas de hospital en muchos estados están ocupadas por pacientes que no tienen COVID.
Biden ha recibido críticas por sus comentarios, que no han cambiado a medida que surgió la nueva variante.
“Esta no es una ‘pandemia de los no vacunados’ y demasiados en el gobierno se esfuerzan mucho por infundir miedo en la población y enfrentar a estadounidenses contra estadounidenses”, dijo el representante Lee Zeldin (R-N.Y.) el mes pasado. “Eso no es liderazgo. ¡Está lejos de serlo! Este es el ejemplo perfecto de cómo una casa dividida contra sí misma no puede sostenerse”.
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