Aunque Jerry Seinfeld estrella de comedia televisiva, no cree ser el epítome de la «masculinidad dominante», aboga por su regreso.
El Sr. Seinfeld dijo a Bari Weiss en su podcast del 28 de mayo «Honestly with Bari Weiss» que le gustaría encarnar la masculinidad tradicional a pesar de que considera infantil su carrera cómica.
«Sí, entiendo lo tóxico… pero aun así, me gustan los hombres de verdad», dijo el Sr. Seinfeld.
Ejemplos de quien el Sr. Seinfeld percibe como un «hombre de verdad» son John F. Kennedy, Muhammad Ali, Sean Connery y Howard Cosell.
Pero ser famoso no es el mejor ejemplo para definir a un «hombre de verdad», según el Dr. Brian Tierney, especialista en psicología masculina, que prefiere el término «seguro de sí mismo» o «masculinidad integrada» al de «masculinidad dominante».
«Cuando hay un aspecto público, puede haber una imagen de poder que puede inspirar a los hombres a ser audaces, brillantes y asumir riesgos. Pero para realmente poder opinar sobre si realmente lograron esta integración de confianza y humildad, hay que observar su vida familiar», declaró el Dr. Tierney a The Epoch Times.
El Dr. Tierney lleva 25 años facilitando grupos de hombres y les enseña cómo desarrollar una «masculinidad dominante» positiva integrando confianza y humildad.
Sin humildad, el Dr. Tierney cree que los hombres corren el riesgo de ser tóxicos.
«La masculinidad tóxica no hace que los demás se sientan bien, mientras que la masculinidad segura o dominante tiene el potencial de tener humor, estar en una relación y hacer que la gente se sienta bien», afirma.
El Dr. Tierney es también profesor adjunto en el Instituto de Estudios Integrales de California, en San Francisco.
El ex kickboxeador Andrew Tate puso las acusaciones de masculinidad tóxica en primer plano en el zeitgeist global, después de ser arrestado en Rumania en diciembre de 2022, junto con su hermano, Tristan, por acusaciones que incluyen violación, tráfico humano y formación de una banda criminal para explotar sexualmente a mujeres.
El Sr. Tate, que conduce autos veloces, posa con pistolas y fuma puros, fue criticado por decir que las mujeres no son buenas conductoras, pertenecen al hogar, son propiedad de los hombres y deben cargar con la responsabilidad cuando son agredidas sexualmente.
«La mayoría de los hombres a los que aconsejo no están enfurecidos con sus esposas», dijo el Dr. Tierney. «Son hombres que están atrapados en el aislamiento y no saben cómo conectar con sus emociones».
Ni el Sr. Tate ni el Sr. Seinfeld respondieron a las solicitudes de comentarios.
El Dr. Tierney añadió que muchos hombres luchan por exhibir su masculinidad, y que la capacidad de ser valiente es la verdadera definición de masculinidad.
«Levantan muros de piedra», dijo en una entrevista con The Epoch Times. «No quieren luchar, o luchan demasiado».
El Sr. Seinfeld también dijo en el podcast de la Sra. Weiss que echaba de menos la jerarquía que existía antes en la sociedad.
Un libro publicado en 1982, titulado «Out to Work: A History of Wage-Earning Women in the United States», determinó que la construcción social patriarcal empezó a decaer con el auge del trabajo asalariado femenino.
“Cuando se trata de jerarquías, dinero, trabajo y la dificultad de encontrarse con una mujer dedicada al hogar, es tan complejo que los hombres se pierden en sus pensamientos”, dijo el Dr. Tierney.
«En los hombres y en mucha gente, suele haber una gran división entre pensar y sentir, y como el poder se equiparó a pensar y hablar, poco a poco, a lo largo de muchos, muchos años, nos fuimos divorciando de los sentimientos», añadió.
La mano de obra femenina se hizo más habitual tras la promulgación en 1938 de la Ley de Normas Laborales Justas (FLSA), que prohibía fijar órdenes salariales en función de la edad o el sexo.
El Dr. Tierney observó que, a pesar de los entornos laborales mixtos, los hombres siguen ejerciendo su masculinidad confiada o dominante en el trabajo, pero tienden a aislarse en el seno de sus familias.
«Dentro de casa se produce una castración», afirma.
Para descubrir o recuperar su masculinidad, el Dr. Tierney aconseja practicar artes marciales y participar en pruebas de exposición a aguas frías.
Mientras que zambullirse en un mar o un lago fríos aumenta la humildad, las artes marciales requieren integridad, disciplina, concentración y perseverancia.
«En las artes marciales, te vas a enfrentar a alguien que es más fuerte que tú, y aprendes a lidiar con esa impotencia psicológicamente», afirma el Dr. Tierney. «La impotencia inconsciente es la base de la masculinidad tóxica. Para pasar por eso y seguir volviendo a las artes marciales, tienes que estar en contacto con tu humildad porque no vas a dominar a todo el mundo».
Las mujeres pueden ayudar animando a sus parejas masculinas a relacionarse con otros hombres.
«Socializar con otros hombres en un entorno en el que se fomente la integración entre humildad y poder [es] bastante raro», añadió el doctor Tierney. «A menudo, acaban siendo grupos espirituales y religiosos porque alimentan la profundidad. Cantar también puede poner en marcha tu función sentimental o ir a un grupo de lectura de poesía».
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