Un experto, y un joven egresado en psicología que estuvo a punto de perder su título universitario por un discurso a favor de la vida y la familia hablaron recientemente sobre la defensa de las ideas conservadoras frente a la cultura de la cancelación.
Christian Cortez un joven mexicano egresado de psicología de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) en México vivió en carne propia una batalla ideológica a través de la cultura de la cancelación y estuvo a punto de perder su título universitario luego de dar un discurso de graduación en junio de este año.
“La razón fue que yo, en mi acto académico, al obtener el promedio más alto de toda mi generación, di las palabras o el discurso de despedida. En ese acto académico, mi discurso fue totalmente provida y profamilia y en pro de la libertad que tenemos como como estudiantes y como ciudadanos”, dijo a The Epoch Times en Español en una entrevista reciente durante la primera edición de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) en México.
A Cortez pretendían quitarle su título, su cédula profesional y boletinarlo en todos los colegios de los comités de ética de psicólogos en México para que no pudiera ejercer su profesión.
El caso de Cortez fue atendido y defendido por la fundación Abogados Cristianos en México, dando como resultado la victoria del caso, y pudiendo recibir la concesión de su título, y ahora su cédula profesional se encuentra en trámite administrativo.
“Al principio, fue algo complicado porque se volcó institucionalmente la universidad en mi contra. Hubo un documento que firmaron 53 de 55 maestros de la Academia de Psicología de mi facultad diciéndome que se me retirara mi título y todo lo que comenté anteriormente”.
El joven egresado dijo que sufrió una persecución en redes sociales y que incluso recibió amenazas de muerte.
Sin embargo, Cortez dijo que, “gracias a Dios pasó el tiempo, fuimos ganando, la sociedad civil se volcó brutalmente hacia mi favor [y] la libertad. Me sentí cobijado, el mundo católico y el mundo cristiano me respaldó totalmente y obtuvimos la victoria tanto en lo civil como en lo mediático, se podría decir”.
Por su parte, Rodrigo Ballester, jefe del Centro de Estudios Europeos del Colegio Matías Corvino en Budapest, conversó con The Epoch Times en Español recientemente de los retos a los que se enfrentan los conservadores para defender la libertad de expresión.
“La defensa de las ideas es realmente la milla cero de las batallas políticas y es tradicionalmente un ámbito que los conservadores en los últimos 40 años han completamente abandonado, han desertado incluso, y han dejado el terreno a la izquierda más recalcitrante, más fanática, que es la izquierda woke”, dijo Ballester durante la primera edición de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) en México.
Ballester advirtió que la pasividad de los conservadores puede conducir a que las ideas promovidas por la izquierda se conviertan en leyes.
“[Los de la izquierda] nunca se han preguntado si era necesario tener ideas o no, como hacemos nosotros. Ellos las han tenido, las han promovido con fanatismo, con ahínco, hasta que las han transformado en leyes”, advirtió.
“Cada vez que vemos a un gobierno, por ejemplo, promoviendo la autodeterminación de género, ¿eso cuándo empezó? Hace 40 años en las universidades, son unas ideas completamente torcidas y nefastas, pero que nadie combatió, que nadie neutralizó”, añadió. Y el resultado es, en su opinión, “que ante nuestra pasividad, ellos han tenido un bulevar por delante hasta que han convertido sus delirios en las leyes que tenemos hoy”.
Ballester considera que es importante “no avergonzarse” y hablar “alto y claro” al promover sus propias ideas para contrarrestar a la izquierda desarrollada en las últimas décadas.
“También diría organizarse más entre ellos [los conservadores] y también crear nuestras propias redes culturales”, agregó. Y explicó que las batallas de las ideas se dan a través de la política, y también a través de la educación y la cultura.
Ballester consideró que la batalla de las ideas es importante “para sobrevivir y que no nos transformen en vasallos ideológicos”, citando la batalla cultural promovida por el marxista italiano Antonio Gramsci.
“No seamos tímidos, no tengamos miedo, no tengamos complejos” ante el avance de la izquierda y la batalla de las ideas en Iberoamérica, dijo. “La libertad de expresión se gana no de una manera pasiva, sino de una manera activa”.
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