El presidente ruso, Vladímir Putin, dijo el 21 de febrero que en cuestión de horas decidirá sobre la petición de dos regiones del este de Ucrania en manos de separatistas respaldados por Rusia de ser reconocidas como independientes, una medida que podría dar a Moscú una razón para enviar abiertamente sus tropas.
Putin convocó a su Consejo de Seguridad para estudiar si aprueba las peticiones de las fuerzas respaldadas por Rusia en Donetsk y Luhansk para que se reconozca su soberanía.
Dmitry Medvedev, vicepresidente del Consejo, dijo en la reunión que era «obvio» que Ucrania no necesitaba a las dos regiones y que la mayoría de los rusos apoyaría su independencia. Rusia ya ofrece pasaportes a los residentes de las dos regiones y Medvédev dijo que ahora hay 800.000 ciudadanos rusos allí.
En una reunión televisada de su Consejo de Seguridad, que normalmente se reúne a puerta cerrada, Putin dijo que tomaría su decisión antes de que terminara el día.
Ambas zonas controladas por los separatistas están en la frontera con Rusia en el este de Ucrania. Los líderes separatistas las describen como la República Popular de Donetsk y la República Popular de Luhansk.
La Duma rusa aprobó las peticiones de los líderes a Putin a principios de este mes.
En ese momento, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que la aprobación de las peticiones por parte del Kremlin «equivaldría a un rechazo total por parte del gobierno ruso de sus compromisos en virtud de los acuerdos de Minsk, que esbozan el proceso para la plena reintegración política, social y económica de las partes de la región ucraniana de Donbás controladas por las fuerzas dirigidas por Rusia y sus representantes políticos desde 2014».
Blinken dijo que la aprobación socavaría la soberanía de Ucrania, violaría el derecho internacional y pondría en duda los motivos de Rusia.
Funcionarios estadounidenses llevan semanas diciendo que Rusia estaba a punto de invadir Ucrania o que ya había decidido hacerlo, pero hasta ahora no se ha producido ninguna invasión.
Funcionarios rusos dijeron que no planean invadir Ucrania pero acumularon más de 100,000 soldados cerca de la frontera con su vecino.
«Tenemos nuestro legítimo derecho a tener nuestras tropas donde queramos en territorio ruso y a mi me gustaría decirles que no somos una amenaza [sic] para nadie», dijo Anatoly Antonov, el embajador ruso en Estados Unidos, en la CBS.
Putin podría reunirse con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, después de que Blinken se reúna con su homólogo el 24 de febrero, según la Casa Blanca, pero Rusia ha calificado de «prematuro» hablar de la posible reunión.
Los funcionarios estadounidenses dicen que las reuniones no se celebrarán si Rusia invade Ucrania.
Los funcionarios ucranianos, por su parte, dijeron que deben participar en las negociaciones.
«Nadie puede resolver nuestro problema sin nosotros», dijo el alto funcionario de seguridad Oleksiy Danilov en una sesión informativa.
Con información de Reuters
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