El líder ruso Valdimir Putin tendría planeado renunciar el próximo año. La causa se centra en temores sobre su estado de salud que estaría deteriorándose de manera progresiva, de acuerdo con fuentes citadas por el diario inglés The Sun.
Las recientes imágenes de Putin, de 68 años, son las que han encendido las alarmas y dado pie a estas posibles conjeturas sobre una patología que podría estar afectando su sistema neurológico. En concreto, analistas y allegados al mandatario de la Federación de Rusia indicaron que tiene posibles síntomas de la enfermedad de Parkinson. El científico político de Moscú, el profesor Valery Solovei, está al frente de estas especulaciones.
Las hipótesis cobran mayor rigor a medida que pasa el tiempo. Además, en las descripciones de los ademanes de Putin se detecta un mismo patrón que en las fotografías aludidas por la prensa inglesa: piernas en constante movimiento o expresiones de dolor mientras se aferra a una silla.
«También se ve que sus dedos se contraen mientras sostiene un bolígrafo y agarra una taza, que se cree que contiene un cóctel de analgésicos», informó The Sun. De ser cierto todo lo planteado por los periódicos, Putin pondría fin a un mandato de 20 años, cuya duración sería superada solo por Stalin.
Se activa la protección legal a Putin
Las teorías sobre lo que pudiera estar ocurriendo en el Kremlin también se han fortalecido por la maniobra política que ha preparado el mandatario ruso. Esta semana, se tomó conocimiento sobre la redacción de leyes para convertir a Putin en senador vitalicio, en caso de que renuncie.
La legislación fue introducida por el propio líder. Su premura se debe a que -de aprobarse en el Parlamento- se le garantizaría inmunidad legal de enjuiciamiento y beneficios estatales hasta su muerte, explicó The Guardian.
Aunque el Kremlin afirma que Putin goza de buena salud, Solovei declaró también que el mandatario pronto nombraría un nuevo primer ministro. Se trataría de alguien cercano a su círculo y que estaría preparado para convertirse en su sucesor.
Algunas observaciones previas
Estas especulaciones acerca del padecimiento de una enfermedad neurodegenerativa por el líder ruso no es nueva. En 2015, un equipo de investigadores del Departamento de Neurología del Centro Médico de la Universidad de Radboud, ubicada en Países Bajos, identificó signos en el caminar de Putin que podrían apuntar a la enfermedad de Parkinson, reseña The Sun.
Y de hecho, las fotografías del líder dando discursos también lo muestran con el brazo derecho descansando casualmente en un atril y con el izquierdo, recto a su lado. Investigaciones expuestas por Medical News Today indican que una marcada reducción en el balanceo de un brazo, a veces, puede ser un síntoma de la enfermedad de Parkinson.
Este artículo fue publicado originalmente en PanAm Post.
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