JOHANNESBURGO, Sudáfrica— El presidente ruso Vladimir Putin, con aliados clave como China, Cuba, Corea del Norte, Siria, Sudáfrica y Zimbabue, formó una «alianza global» dirigida a luchar contra lo que llamaron el «imperialismo occidental».
En una reunión celebrada en Moscú el pasado fin de semana, Dmitriy Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, anunció la creación del «Foro de Partidarios de la Lucha contra las Prácticas Modernas del Neocolonialismo».
La reunión tuvo lugar días antes del segundo aniversario de la invasión rusa de Ucrania.
«El neocolonialismo es un vergonzoso legado de siglos de saqueo y explotación de los pueblos de África, Asia, América Latina y otras regiones del planeta», dijo Putin en una declaración leída en la conferencia.
Además afirmó que Rusia, y especialmente la anterior Unión Soviética, habían hecho mucho por desmantelar los cimientos del sistema colonial y apoyar los movimientos de liberación nacional.
En una declaración publicada antes del Foro, Alexey Drobinin, director del Departamento de Planificación de la Política Exterior del gobierno ruso, culpó a Occidente de imponer sanciones a sus rivales y congelar sus activos, de explotación económica y de propagar «orientaciones sexuales desviadas».
El actor principal en todo esto, dijo el Sr. Drobinin, es Estados Unidos, donde la política gubernamental protege el capital, los bienes y los servicios occidentales a costa de las economías emergentes.
«Joe Biden fue aún más lejos para librar una guerra contra Rusia dirigida por Occidente, utilizando a los ucranianos para que lucharan por él», afirmó Drobinin.
Sudáfrica
Uno de los principales oradores en el acto de Moscú fue Fikile Mbalula, segundo al mando del Congreso Nacional Africano (ANC, por sus siglas en inglés), partido gobernante en Sudáfrica.
La Unión Soviética y China fueron los principales proveedores de armas y municiones del ANC en su lucha armada contra el apartheid.
Muchos de los actuales líderes del partido, incluidos ministros del gabinete, se educaron y recibieron formación militar en la URSS.
El gobierno del ANC se ha negado a denunciar la invasión de Ucrania por parte del Kremlin.
Desde que comenzó el conflicto en Europa del Este, el ANC forjó estrechos lazos militares con Moscú. El Congreso Nacional Africano (ANC) fue acusado por Estados Unidos de suministrar armas al esfuerzo bélico del Sr. Putin, acusación que el ANC niega.
Sudáfrica y Rusia son también socios en el bloque de economías emergentes BRICS, y ambos han contribuido a la reciente incorporación de Irán como miembro.
El Sr. Mbalula y otros altos cargos del partido han visitado con frecuencia el Kremlin en los últimos años.
Greg Mills, director de la Fundación Brenthurst, un destacado think-tank con sede en Johannesburgo, dijo que la presencia de Sudáfrica en el Foro de Moscú está «fuera de lugar (…) al menos sobre el papel».
«Se realizó una reunión de Estados antidemocráticos que pretenden afianzar la idea de que los manipuladores de votos no elegidos que dirigen sus países como feudos personales son los mejores garantes de la libertad», declaró Mills en un seminario web organizado por el periódico Daily Maverick.
«A pesar de los muchos fracasos del ANC, Sudáfrica es, por ahora, aun una democracia, pero donde el ANC sobresalía como un pulgar dolorido hasta que Mbalula habló (…) Entonces quedó claro, por sus declaraciones, que el ANC está ahora firmemente en el campo autoritario, una filial propiedad de Moscú», dijo Mills.
Cuando se dirigió a la reunión en la capital de Rusia, el Sr. Mbalula dijo: “Como ANC, hemos sido honorados de ser invitados a esta profunda reunión bajo la bandera del Foro de partidarios de la lucha contra las prácticas modernas del neocolonialismo, cuyo objetivo está marcando el comienzo de la libertad de las naciones”.
El Foro se reunió cuando se conoció la noticia de la muerte en prisión de Alexei Navalny, el activista pro democracia, considerado durante mucho tiempo como la principal amenaza al control de Putin en el poder.
Si bien los países occidentales sugirieron que el líder ruso era responsable del destino de Navalny, ninguno de los asistentes a la reunión “antineocolonialista” mencionó el nombre de Navalny.
Seguir a Rusia —o sino
«El problema de ser una filial de Moscú es que uno queda atrapado en su mundo oscuro de acuerdos sórdidos y reveses y descubre que tiene que seguir la línea rusa o las consecuencias podrían ser graves», dijo Mills.
“Sudáfrica se ha alejado tanto de sus amarres democráticos que la única manera de darle un sentido coherente a su política exterior es que esté cumpliendo las órdenes de las naciones y organizaciones rebeldes con las que se identifica fuertemente, desde Rusia hasta Hamás e Irán”.
Según el Sr. Mills dijo que el ANC, sumido en escándalos de corrupción desde que asumió el cargo en 1994, estaba en Moscú porque había sido “atraído por la financiación del partido y los proyectos de infraestructura gigantescos y cargados de rentas, con el deseo recurrente de construir (financiadas por Rusia) las estaciones de energía nuclear».
El ANC ha reconocido que uno de sus mayores donantes es Viktor Vekselberg, un oligarca ruso sancionado por Estados Unidos y cercano a Putin.
Un diplomático que asistió al reciente evento antioccidental en Moscú dijo a The Epoch Times que el Sr. Vekselberg era un “impulsor destacado” detrás de la iniciativa “antineocolonialismo” de Putin.
El Sr. Vekselberg no respondió a repetidas solicitudes de comentarios.
Él y el “mecanismo empresarial” del ANC, Chancellor House, son copropietarios de una empresa minera sudafricana, United Manganese of Kalahari.
Washington impuso sanciones por primera vez a Vekselberg en abril de 2018, por lo que el Departamento del Tesoro llamó “actividad maligna a nivel mundial” de varios oligarcas “que se benefician del régimen de Putin”.
Un caso presentado en 2022 contra el Sr. Vekselberg, en Estados Unidos, reveló su oscuro pasado.
En 2001, fue acusado de utilizar soldados para “tomar el control de un campo petrolífero siberiano”. En 2004, hubo acusaciones de que había robado fondos del banco de un cliente y utilizado el dinero para comprar huevos de Fabergé.
El Sr. Vekselberg ha negado las acusaciones, así como las acusaciones de extorsión, lavado de dinero y soborno que lo han seguido a lo largo de su carrera.
En 2022, el Tesoro de Estados Unidos le aplicó una nueva serie de sanciones, tras la invasión de Ucrania.
«Vekselberg ha participado en actividades diplomáticas y de poder blando rusas en nombre del Kremlin, acompañando a funcionarios (rusos) en misiones culturales en el extranjero», dijo el departamento del Tesoro.
Más de 200 miembros del Congreso, incluidos republicanos y demócratas, están presionando a la administración del presidente Joe Biden para que imponga “medidas punitivas” a Sudáfrica por sus alianzas con los principales adversarios geopolíticos de Estados Unidos, incluidos China, Irán y Rusia.
El Sr. Mills dijo que el claro apoyo del ANC al “Foro de partidarios de la lucha contra las prácticas modernas del neocolonialismo” de Rusia podría poner en peligro aún más una relación “ya tensa” entre Sudáfrica y Estados Unidos.
«Provocando a un perro dormido»
“La administración Biden es muy tolerante y ve claramente el valor de mantener de su lado a la democracia más desarrollada de África y a la segunda economía más grande de África. Pero ¿cuánto tiempo más podrá el ANC seguir poniendo a prueba la paciencia de Washington? El ANC sigue provocando a un perro dormido”, afirmó el Sr. Mills.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos podría considerar una legislación que requeriría que la administración Biden lleve a cabo una revisión completa de las relaciones de Estados Unidos con Sudáfrica, incluida la inclusión del país en la Ley de Oportunidades y Crecimiento Africano (AGOA).
Esta legislatura le da a Sudáfrica acceso libre de aranceles al mercado estadounidense para una amplia variedad de productos. En 2023, Sudáfrica fue el principal beneficiario de la ley AGOA, lo que le reportó al país cientos de millones de dólares.
Si se aprueba la “Ley de Revisión de las Relaciones Bilaterales entre Estados Unidos y Sudáfrica” también requeriría que la administración informe al Congreso, “indicando explícitamente si Sudáfrica ha participado en actividades que socavan la seguridad nacional de Estados Unidos o sus intereses de política exterior”.
El líder del ANC y presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, sugirió que el proyecto de ley bipartidista es parte de una “campaña de contraataque” después de que su gobierno llevó a Israel, un aliado de Estados Unidos, ante la Corte Internacional de Justicia por cargos de genocidio.
El Sr. Ramaphosa también dijo que “algunas fuerzas” están presionando por un “cambio de régimen” en Sudáfrica debido a la “postura moral” de la ANC contra la injusticia en todo el mundo.
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