El presidente ruso, Vladimir Putin, aterrizó el martes en Beijing para reunirse con su homólogo chino, Xi Jinping, en su primer gran viaje internacional desde que la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto y lo acusó de cometer un crimen de guerra en relación con Ucrania.
China extendió la alfombra roja y organizó una guardia de honor militar cuando Putin llegó a Beijing el martes por la mañana, según muestran imágenes proporcionadas por los medios estatales de China. El ministro de Comercio de China, Wang Wentao, saludó al líder ruso en el aeropuerto.
El líder ruso asistirá a un foro de alto nivel que marcará el décimo aniversario de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI), un ambicioso proyecto de infraestructura multimillonario liderado por China que tiene como objetivo ampliar la influencia global del régimen.
Los medios estatales de China destacaron la cumbre diciendo que era el “evento diplomático más importante” de este año, que reúne a jefes de estado y representantes de más de 140 países y 30 organizaciones globales. La mayoría de ellos provienen de países en desarrollo, como Argentina, Arabia Saudita y Serbia.
Putin, uno de los invitados de más alto perfil a la cumbre, pronunciará un discurso el miércoles en una muestra de apoyo a la iniciativa emblemática de Xi.
China ha invertido USD 1 billón en las naciones pobres desde que Xi lanzó la BRI hace una década, según una estimación del Centro de Desarrollo y Finanzas Verdes, un grupo de expertos de la Universidad Fudan en Shanghai. Sin embargo, al contratar a China para construir ferrocarriles, aeropuertos y otros proyectos públicos, Sri Lanka, Zambia y otros países en desarrollo cargan con pesadas deudas que no pueden afrontar.
El foro también se lleva a cabo en el contexto de la desaceleración de la segunda economía más grande del mundo.
Yeh Yao-Yuan, profesor de relaciones internacionales en la Universidad de St Thomas en Houston, dudaba de que el régimen chino pudiera continuar con una práctica crediticia a tan gran escala ante sus problemas económicos, combinados con la guerra comercial en curso con Estados Unidos.
“Ese será un gran desafío para Beijing”, le dijo Yeh a The Epoch Times.
Ye sugirió que el líder ruso no ignora las dificultades de Xi.
«Pero Putin debe demostrar que apoya a China», dijo Ye.
Xi y Putin declararon una asociación que «no tenía límites» durante su último viaje a China para los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing en 2022. Los dos líderes publicaron un extenso documento conjunto en el que Rusia respaldaba las reivindicaciones territoriales del régimen sobre Taiwán y Beijing apoyaba a Rusia en su oposición a una mayor ampliación de la OTAN, una justificación clave para la invasión.
Menos de tres semanas después del viaje, Rusia lanzó la invasión contra Ucrania.
El régimen chino se ha negado a caracterizar las acciones de Moscú como una invasión y ha culpado a Washington de instigar el conflicto. También ha pedido a los países occidentales que respeten las «preocupaciones legítimas de seguridad» de Rusia. Además, Beijing se ha negado a unirse a Estados Unidos, Europa y otros países que han impuesto sanciones a Rusia. En cambio, el régimen dijo que continuaría el comercio normal con Moscú, proporcionando así un salvavidas vital para su vecino.
Xi y Putin han reafirmado repetidamente los estrechos vínculos entre los dos países durante la guerra entre Rusia y Ucrania. Cuando Xi viajó a Moscú en marzo, le dijo a Putin que los dos países están impulsando un cambio que «no ha ocurrido en 100 años».
Pero Yeh sugirió que la dinámica ha cambiado.
“Sus actitudes mutuas son muy diferentes”, afirmó. “Rusia necesita a China. Pero lo que China necesita de Rusia no tiene que ver con la economía. Hasta cierto punto, China quiere que continúe la guerra ruso-ucraniana”.
“Mi amigo”
Antes de partir, Putin habló de su amistad con Xi durante una entrevista con los medios estatales de China.
«El presidente Xi Jinping me llama su amigo, y yo también lo llamo mi amigo», le dijo Putin a la cadena china CCTV, según una transcripción en inglés proporcionada por el Kremlin. Dijo que había tenido «muchas» reuniones con Xi, a las que catalogó como «buenas».
Putin tendrá una reunión individual con el líder chino Xi Jinping el miércoles, dijo su asistente Yury Ushakov antes de viajar a Beijing. Los temas incluidos en ese formato suelen ser muy delicados, añadió Ushakov.
Pero los observadores externos no esperaban sorpresas de sus conversaciones.
“Putin quiere obtener apoyo del PCCh [Partido Comunista Chino] en medio de la guerra con Ucrania”, declaró Li Linyi al Epoch Times antes de que el líder ruso aterrizara en Beijing. «Sin el apoyo del PCCh, Putin puede perder su guerra en el futuro».
“Pero el problema es que el Partido Comunista Chino está pasando por momentos difíciles”, dijo Li, señalando que el comercio entre China y Occidente se está reduciendo debido a los estrechos vínculos de Beijing con Moscú.
En medio de las tensiones con Estados Unidos, Li dijo que el PCCh quiere estabilizar la relación con la Unión Europea, que consideraba la postura de China sobre la guerra de Ucrania como un factor crítico en las relaciones bilaterales.
Por lo tanto, «es posible que Xi no brinde demasiado apoyo a Putin, y las dos partes harán algunos anuncios políticos como máximo».
El señor Ye estuvo de acuerdo. «Lo que Putin más desea es el apoyo militar del PCCh, pero Beijing no puede permitírselo», dijo, añadiendo que la reunión Putin-Xi podría generar algunos contratos comerciales, como la compra de gas natural ruso, para ayudar a la economía de Moscú.
Li Yuanming y Xu Jian contribuyeron a este artículo.
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