El 7 de octubre, Israel —creado tras el Holocausto, en el que 6 millones de judíos fueron asesinados por los nazis— experimentó la mayor masacre de judíos en un solo día desde la hora más oscura de la historia, cuando Hamás lanzó cohetes desde Gaza hacia el Estado judío y lo invadió, matando a hombres, mujeres y niños, violando a mujeres y tomando rehenes.
Terroristas de Hamás arrastraron hasta Gaza a una anciana sobreviviente del Holocausto en silla de ruedas.
Todo esto ocurrió mientras los judíos celebraban Simchat Torá, una festividad judía que marca la finalización de la lectura de la Torá y el comienzo de la relectura de los Cinco Libros de Moisés. Para quienes no observaban la ocasión festiva, Hamás disparó contra los asistentes en un festival de música en Israel, cerca de su frontera con Gaza, franja geográfica controlada por Hamás.
En respuesta, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró la guerra para aniquilar a Hamás.
«Todos los lugares en los que Hamás se esconde, desde los que opera, los convertiremos en ruinas», dijo.
«Llegó el momento de aniquilar la infraestructura militar terrorista de Hamás», declaró el embajador de Israel ante las Naciones Unidas, Gilad Erdan.
¿Qué es Hamás?
Hamás fue designada organización terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea, el Reino Unido, Australia, Canadá y la Organización de Estados Americanos.
Hamás fue creada por Ahmed Yassin y otros seis musulmanes en 1987, durante la Primera Intifada en Israel. Es una rama de los Hermanos Musulmanes, una organización extremista que expresó hostilidad hacia Israel y Occidente. Hamás son las siglas de «Harakat al-Muqawama al-Islamiya», o «Movimiento de Resistencia Islámica».
En la actualidad hay entre 20,000 y 25,000 miembros de Hamás, según el Centro Nacional Antiterrorista.
Hamás, cuyos terroristas llevan una cinta verde en la cabeza, tiene una unidad militar además de política.
Los estatutos de Hamás, publicados en 1988, piden que se borre del mapa al Estado judío.
En 2017, Hamás publicó un «documento de principios y políticas generales» en el que afirmaba que «un verdadero Estado de Palestina es un Estado que fue liberado».
¿Dónde tiene su base Hamás?
En 2007, dos años después de que Israel se retirara de Gaza, una franja de tierra al oeste de Israel y al este del Mediterráneo, Hamás tomó el poder en 2006 tras ganar unas elecciones que fueron impugnadas por su falta de integridad.
Hamás es conocido por utilizar centros civiles de Gaza, como hospitales y escuelas, para lanzar cohetes contra Israel. El grupo terrorista utiliza a civiles como escudos humanos cuando son blanco de las fuerzas israelíes.
¿Quién apoya a Hamás?
Hamás es uno de los grupos interpuestos de Irán, designado Estado patrocinador del terrorismo. Teherán es conocido por prestar a Hamás apoyo financiero y de otro tipo. Irán ayudó a Hamás a planear los atentados y le dio luz verde para ejecutarlos, informó The Wall Street Journal el 8 de octubre.
«Irán intentará sin duda reponer las pérdidas de Hamás en hombres y material al igual que hizo con su brazo terrorista, Hezbolá, en Líbano. Por eso es necesaria la reocupación de Gaza por Israel», declaró a The Epoch Times Matthew Brodsky, investigador del Gold Institute for International Strategy.
«Las dolorosas lecciones que los israelíes aprendieron en las décadas anteriores es que el paradigma de tierra por paz es una fórmula absurda que hace más probable la guerra».
Sin embargo, «Irán no puede reabastecer las arcas y el arsenal de Hamás si las Fuerzas de Defensa de Israel controlan Gaza», declaró a The Epoch Times Daniel Pipes, presidente del Middle East Forum, un think tank de Washington.
Además de Irán, Qatar es uno de los principales partidarios de Hamás.
Qatar «estuvo financiando a Hamás por acuerdo con Israel y otras partes, canalizando millones de dólares a la dictadura islamista y apoderada iraní sin ninguna supervisión», declaró a The Epoch Times la analista de política exterior y abogada de derechos humanos Irina Tsukerman.
«Desde el punto de vista político, Qatar apoyó abiertamente a Hamás, culpando de toda la situación únicamente a Israel y alimentando el antisemitismo y el señalamiento antiisraelí con su posición pública, al tiempo que dio legitimidad política a Hamás, una organización terrorista internacional designada por Estados Unidos, incluso cuando Qatar fue designado como un importante aliado de Estados Unidos no perteneciente a la OTAN y elogiado repetidamente por las administraciones republicanas y demócratas por su cooperación en la lucha contra el terrorismo», afirmó.
El líder de Hamás, Ismail Haniyeh, reside en Qatar.
¿Y ahora qué?
Se espera que Israel lance una invasión terrestre en Gaza. Actualmente, las FDI llevaron a cabo ataques aéreos sobre Gaza, dirigidos contra la infraestructura de Hamás.
El 9 de octubre, Netanyahu declaró que la operación de las FDI contra Hamás apenas empieza.
«Los horrores que cometió Hamás no se habían visto desde la época del ISIS», dijo.
Netanyahu dijo al Presidente Joe Biden que Israel no tiene otra opción que lanzar una operación terrestre en Gaza.
«Tenemos que entrar. No podemos negociar ahora», dijo, informó Axios, citando tres fuentes israelíes y estadounidenses.
Se desconoce públicamente el número de rehenes en manos de Hamás. El presidente Biden dijo en un comunicado que «es probable que haya ciudadanos estadounidenses entre los retenidos por Hamás».
No obstante, según Ofer Bavly, funcionario de la Federación Judía de Chicago Metropolitano que procede de una familia diplomática, Hamás tiene los teléfonos móviles de los rehenes y puede acceder a sus contactos, cuentas bancarias y otra información sensible.
A fin de cuentas, «Israel puede atacar a los dirigentes y miembros de Hamás.
También puede eliminar la infraestructura —edificios, finanzas, etc.— de Hamás», afirmó Pipes.
Sin embargo, nada de eso será fácil, dijo Brodsky.
«Eliminar a Hamás en Gaza requerirá una reocupación a más largo plazo de Gaza por parte de Israel para garantizar que las raíces, ramas y tallos se extirpan por completo y se vuelven a extirpar en caso de que la raíz terrorista se vuelva a arraigar», afirmó.
«La cuestión de los rehenes israelíes retenidos por Hamás complica este objetivo porque el servicio militar es obligatorio en Israel. Estos soldados y civiles son hijos de todos», dijo Brodsky. «La desafortunada realidad es que Israel debe llevar a cabo sus operaciones militares para destruir a Hamás como si no hubiera rehenes y realizar operaciones de rescate de rehenes como si no hubiera guerra.
«Será una decisión dolorosa e insoportable para los israelíes, pero las alternativas son peores. Es una desafortunada realidad que deben afrontar como Estado soberano en el vecindario más peligroso del mundo».
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