El senador republicano de Ohio, J.D. Vance, y el gobernador demócrata de Minnesota, Tim Walz, se enfrentarán en un debate vicepresidencial el 1 de octubre en Nueva York, el que será el último debate televisado de este ciclo electoral.
El enfrentamiento, de 90 minutos de duración, se retransmitirá en directo por la CBS a partir de las 9 p.m. ET. También podrá verse en otras cadenas de televisión y de noticias por cable, como NTD TV, medio asociado a The Epoch Times.
El enfrentamiento entre Vance y Walz se producirá a poco más de un mes de la jornada electoral, aunque la votación anticipada ya comenzó en varios estados.
Ninguno de los candidatos ha participado antes en un acto de esta naturaleza televisado a nivel nacional.
Aunque los debates vicepresidenciales rara vez tienen un impacto sustancial en las elecciones presidenciales, se espera que ambos candidatos atraigan a los votantes indecisos en la recta final de sus respectivas campañas.
Tanto Vance como Walz proceden del Rust Belt, la región del noreste de Estados Unidos. Durante el debate, ambos candidatos apelarán probablemente a los obreros, un grupo demográfico clave que ha planteado retos a la campaña de Harris.
Se espera que el gobernador de Minnesota, de 60 años, haga hincapié en sus raíces de clase trabajadora, destacando su experiencia como profesor de escuela pública y entrenador de fútbol.
Por su parte, Vance, el candidato republicano a la vicepresidencia, de 40 años, destaca por ser el primer millennial que se presenta a las elecciones de un partido importante. En una entrevista de diciembre de 2023, relató sobre su esperanza de «empujar al Partido Republicano en una dirección más favorable a los trabajadores».
Los observadores también seguirán de cerca cómo los candidatos intentan conectar con las mujeres de los suburbios, un grupo demográfico que ha resultado difícil para la campaña de Trump.
El aborto es un tema importante para las mujeres con educación universitaria en los suburbios, según el estratega republicano, Brian Seitchik.
«Los republicanos pagaron un precio en 2022 por esto», dijo a The Epoch Times. «Ellos perdieron en cierto modo la guerra de mensajes sobre esto».
El debate vicepresidencial se celebra tres semanas después del debate presidencial entre la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump, organizado por ABC el 10 de septiembre.
Al igual que en ese debate, es probable que cada candidato a la vicepresidencia se enfrente a un escrutinio sobre las cuestiones de la inflación, la seguridad fronteriza, la inmigración y el aborto. El debate coincide con la intensificación de la guerra en el Medio Oriente. Es posible que los moderadores pidan a cada candidato que comparta sus puntos de vista sobre la crisis actual.
Durante el debate, es probable que también se hable de los historiales militares de Walz y Vance.
Importancia del debate vicepresidencial
Los candidatos a la vicepresidencia suelen tener un impacto limitado en el éxito de una candidatura, según Thomas Hollihan, profesor de la Escuela de Comunicación y Periodismo Annenberg de la USC.
«Los candidatos a la vicepresidencia pueden perjudicar a una candidatura, pero rara vez ayudan mucho», declaró Hollihan a The Epoch Times.
Seitchik cree que, como ha ocurrido con otros debates de la historia, el próximo evento caerá rápidamente en el olvido.
«El debate vicepresidencial solo tendrá impacto en noviembre si alguien tiene una actuación excepcionalmente mala», dijo a The Epoch Times.
Él recordó el debate de 1992 en el que participó James Stockdale, almirante retirado de la Marina. El Sr. Stockdale era el compañero de fórmula del candidato presidencial independiente, Ross Perot.
La frase inicial de Stockdale fue: «¿Quién soy? ¿Por qué estoy aquí?», adelantándose a las preguntas que muchos estadounidenses probablemente tenían sobre el candidato del tercer partido. El público y los moderadores se rieron del comentario, reconociendo el carácter inusual de la presencia del Partido Reformista en el escenario.
El candidato demócrata a la vicepresidencia, Al Gore, y el actual vicepresidente republicano, Dan Quayle, se enzarzaron en un acalorado intercambio durante ese debate, que en gran medida relegó a Stockdale a un segundo plano.
El debate Trump-Harris fue el más visto en 16 años, según la cadena ABC, con una media de más de 67 millones de telespectadores.
Dado el grado de interés que suscitó el primer debate presidencial entre Trump y Harris, el estratega demócrata, Christopher Bruce, cree que, aunque los debates vicepresidenciales suelen recibir menos atención que los enfrentamientos en la cúspide de la candidatura, el próximo debate podría batir otro récord.
La posibilidad de que cualquiera de los dos candidatos esté a un solo latido de la presidencia aumenta lo que está en juego, declaró a The Epoch Times.
«Lo que el pueblo estadounidense quiere saber es si, en caso de que le ocurra algo a uno de estos candidatos, su vicepresidente podrá tomar el relevo y garantizar la protección de los intereses de Estados Unidos», afirmó el Sr. Bruce.
Alrededor de una cuarta parte de los votantes registrados siguen sin conocer a los compañeros de fórmula de Harris y Trump, según una encuesta reciente de AP-NORC .
Cómo se preparan los candidatos
Al parecer, el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, ayudó a Walz en su preparación para el debate suplantando a Vance. Se sabe que Buttigieg entrenó a Harris durante el debate vicepresidencial de 2020, en el papel del vicepresidente, jugando el rol de Mike Pence.
Mientras tanto, el representante Tom Emmer (R-Minn.) dijo que ha estado ayudando a Vance a prepararse para el debate del martes tomando el papel de Walz.
Durante una entrevista con ABC el 29 de septiembre, el líder de la mayoría, Emmer, dijo que conoce a Walz desde hace casi 20 años.
«Me pasé el último mes repasando todo su material antiguo, para aprender sus frases, sus gestos, ese tipo de cosas», dijo Emmer. «Mi trabajo consistía en ser capaz de interpretar a Tim Walz, para que JD Vance sepa lo que va a ver».
Reglas del debate
Según las reglas del debate , anunciadas por la CBS, para cada pregunta, el candidato dispondrá de dos minutos para responder, y el otro candidato dispondrá de dos minutos para responder. A continuación, cada candidato dispondrá de un minuto más para réplicas adicionales. Los moderadores tienen derecho a conceder a los candidatos un minuto más para continuar un tema.
Los candidatos estarán detrás de sus podios durante el debate. Cada uno recibirá un bolígrafo, un bloc de papel y una botella de agua. Sin embargo, no se permitirán en el escenario accesorios, ni notas escritas de antemano.
«Los candidatos no recibirán ninguna pregunta por adelantado, ni recibirán ningún tema por adelantado», declaró la CBS.
Al igual que en el debate de la ABC, no habrá interacción con el personal de campaña durante el evento, ni siquiera durante las pausas publicitarias.
El debate durará 90 minutos y habrá dos pausas publicitarias de cuatro minutos cada una.
En línea con los anteriores debates presidenciales de este año, no habrá público en la sala.
Los candidatos dispondrán de dos minutos cada uno para sus declaraciones finales. Tras ganar el sorteo del 26 de septiembre, Vance eligió ser el segundo en pronunciar el discurso de clausura, por lo que tendrá la última palabra.
A diferencia de los debates anteriores de este año, los micrófonos de los candidatos estarán encendidos.
Walz estará a la derecha de la pantalla del televisor de los telespectadores y Vance a la izquierda.
El debate estará moderado por la presentadora de «CBS Evening News» Norah O’Donnell y la presentadora de «Face the Nation» Margaret Brennan. Será el primer dúo femenino que modere un debate vicepresidencial.
The Epoch Times ofrecerá una cobertura en directo a través de su blog, destacando los momentos más importantes del evento.
Con la colaboración de Lawrence Wilson.
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