Cuando el cuerpo entra en armonía, es más que un simple alivio de los síntomas, es una oportunidad para entrar en uno mismo y ascender esa escalera.
Solía ser atea, de hecho, solía autodenominarme como una «atea beligerante». Pensaba que el dogma religioso era la consecuencia del miedo y de problemas de los padres sin resolver. Ciertamente, gran parte de la religión moderna ha perdido el contacto con sus raíces más místicas, pero no hay duda de que lo que aqueja al estadounidense promedio, como cita Graham Hancock, es una desconexión del Espíritu.
La religión de la medicina
Cuando nos desconectamos de un sentido de guía interna e intuición, nos vemos obligados a depender de construcciones externas, de la autoridad y de los expertos. Mi mentor, el Dr. Nicholas Gonzalez, dijo:
“La última religión que queda es la medicina. Si miras a Sloan Kettering, en realidad es como un templo, y los sacerdotes visten batas blancas y hablan en su propio idioma. Los pacientes tienden a inclinarse ante eso. Nunca subestiman el poder de la autoridad”.
¿Qué sucede cuando la religión se disfraza de medicina y busca eliminar sumariamente a todos los sistemas de creencias en competencia? ¿Cuándo se nos dice que hay una verdad y que esa verdad es una medicina impulsada por el consenso? Quizás los 110 proyectos de ley presentados en todo el país para eliminar las exenciones de vacunación por creencias religiosas y personales son un síntoma de este proceso insidioso.
Nick González también dijo que:
“Los pacientes tienen que hacer el tratamiento en el que creen. El miedo es una enfermedad infecciosa. Puedes atrapar el miedo pero no puedes atrapar la fe. Eso tiene que venir de adentro”.
Siempre he practicado en este ethos. Sé que el miedo tiene un efecto nocivo que no se puede deshacer. Pero si se tiene fe en la capacidad del cuerpo para sanar, cuando se apoya adecuadamente, cosas mágicas pueden suceder.
Sanar el sistema nervioso
Antes de fallecer Nick me escribió en un correo electrónico sobre el papel de curar el ANS (sistema nervioso autónomo) en el camino de la vida de un paciente:
«Me alegró, aunque no me sorprendió, saber ayer que habías superado el ateísmo, la religión fanática de nuestro tiempo. Enfoco el ateísmo como enfoco el acné adolescente, como una fase por la que muchos pasan y que está destinada a ser superada, descartada y olvidada. Por desgracia, demasiadas personas ‘inteligentes’ se quedan atascadas en niveles adolescentes de comprensión espiritual, lo que les limita en su vida personal e impide, en nuestra profesión en particular, que los médicos lleguemos a ser verdaderamente sanadores. Más sobre esto más adelante. Curiosamente, descubrimos que a medida que las ramas del SNA se vuelven fuertes, sanas y equilibradas, los hemisferios cerebrales se vuelven más fuertes, sanos y equilibrados, y los pacientes a menudo empiezan a mirar hacia cosas más elevadas espontáneamente, sin que nadie se lo pida. A veces es asombroso verlo. Se trata de que el todo es mucho más poderoso y perspicaz que la suma de sus partes (es decir, el SNS y el PNS).»
Dejando a un lado los comentarios sarcásticos sobre el ateísmo, él se refirió a algo que he observado en mi propia vida y en la vida de muchos de mis pacientes que se convierten en nutricionistas, consejeros y artistas después de que nuestro trabajo se completa en gran medida.
Este es el concepto de Jerarquía de Maslow, ilustrado arriba. La noción de que las necesidades deben satisfacerse en un orden particular, y que la satisfacción de estas necesidades lo libera a uno para examinar intenciones de orden superior. La jerarquía típica se ve así:
Una vez que nos hemos alimentado y tenemos un techo sobre nuestras cabezas, entonces nos preocupamos por los peligros externos, luego por las relaciones, luego por el amor propio, luego por la espiritualidad y por entrar en contacto con nuestro propio poder.
Por supuesto, en el clima de salud actual, muchos de nosotros podemos quedar atrapados entre los tres peldaños inferiores de la escalera y nunca llegar a la agenda cumbre. Considero que este trabajo, el trabajo de enseñar a los pacientes sobre la medicina del estilo de vida, tiene un beneficio no deseado de cambiar radicalmente, evolucionar y liberar el camino de la vida para exponer el potencial de los comportamientos impulsados por un propósito.
Todos queremos saber y conectarnos con nuestro propósito en esta vida. Queremos saber para qué estamos aquí. ¿Cómo podemos molestarnos con eso si estamos atormentados por el miedo a las condiciones degenerativas, la mala salud crónica y empantanados bajo etiquetas y diagnósticos?
Liberando el alma
Cuando el cuerpo entra en armonía, es más que un simple alivio de los síntomas, es una oportunidad para entrar en usted mismo y ascender esa escalera.
Personalmente, tuve que sanar mi cuerpo y resolver mi condición autoinmune antes de poder abrirme a mi gran misión. Ahora entiendo que cultivar una brújula interior es confiar en un guía interior y conectarse, sin miedo, para confiar en el desenvolvimiento del universo. Un desenvolvimiento de que estamos aquí solo para presenciar, no para manipular. De esta manera, los desafíos y la angustia son una invitación a mirar lo que podría estar desalineado o desequilibrado.
Sea dueño de su cuerpo. Libere su mente. Es mucho más que una «cura».
Publicado originalmente en KellyBroganMD.com , republicado desde GreenMedInfo.com
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