Hay algunas cortesías que solían considerarse comunes, pero esenciales, para los niños. Parece que se están desvaneciendo con la civilización, tanto para los niños como para los adultos, y yo las extraño. A continuación enumero algunas de ellas.
1. Si dice que va a estar ahí, esté ahí, incluso si aparece una mejor propuesta.
2. Si dice que lo hará, hágalo, de manera oportuna.
3. Haga lo que haga, de lo mejor de sí mismo. La gente cuenta con usted.
4. Sea honesto, no astuto, ni engañoso, ni conspirador. El silencio no es honestidad.
5. Pase tiempo con la gente que quiere. Sin planes de salir demasiado rápido. Sin aparatos electrónicos. Comprométase plenamente con las personas con las que está.
6. Si no puede pagarlo, no lo compre, y evite que los demás se sientan obligados a sacarlo de apuros. Separe las necesidades de los deseos.
7. Hay un viejo refrán que dice: «Su falta de planificación no hace necesaria una crisis por mi parte». No espere que los demás salten cuando usted no planifica ni se prepara.
7. Recuerde los días y fechas importantes. Cumpleaños, aniversarios, graduaciones, vacaciones, bodas, funerales. Permita que la gente sepa cuánto le importan.
8. Dedique tiempo a lo que es importante. El culto, la diversión, la gente, el aprendizaje.
9. Quite el sistema de mensajes de su teléfono si no piensa devolver las llamadas.
10. Sea amable, escuche los puntos de vista de los demás, diga «por favor», «gracias» y «lo siento».
Sinceramente
Linda Gangolf
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Cuando me gradué en el instituto Windsor de Missouri en 1959, mi orgullosa madre me dijo: «El mundo es tu ostra. Puedes hacer lo que quieras si siempre haces lo mejor que puedas con lo que tienes ahora mismo».
Las palabras «ahora mismo» significaban realmente todos los días del resto de mi vida. Su intención era que me mantuviera centrado.
LTC (Ret) Dewey A. Browder, Ph.D., Tennessee
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Cuando pongo mis manos frente a mí, mis 10 dedos me recuerdan que debo pasar tiempo con mi papá y pasar tiempo con mi mamá. Esto es tan importante en estos tiempos tecnológicos en los que los teléfonos inteligentes y los videojuegos pueden consumir todo su tiempo. Y lo que es peor, contribuyen a dar por sentado a sus padres.
Como hombre de 66 años, todavía tengo a mis padres. Todavía puedo disfrutar de ellos y aprender mucho de ellos. ¿Por qué? Porque paso tiempo con ellos. No siempre fue así cuando crecí en casa con ellos. Siempre hay algo que se interpone en el camino de pasar tiempo con ellos. Me siento realmente bendecido por haber tenido la oportunidad de seguir teniéndolos cerca, especialmente cuando puedo apreciarlos como marido, padre y abuelo. Esto me anima a pasar más tiempo con mi familia ahora que puedo atesorar mi tiempo con mi mamá y mi papá. Incluso ahora, me lo recuerdan cuando uso las manos para hacer cosas en la casa o cualquier otra cosa en la que use los dedos, como escribir esta carta.
Así que mi consejo es el siguiente: Cuando envíe mensajes de texto, juegue a videojuegos o utilice los dedos para navegar por las redes sociales, recuerde no olvidarse de poner las manos delante.
Victor D. Silva, California
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