El aumento del salario mínimo en California el 1 de abril para los trabajadores de restaurantes de comida rápida fue pagado principalmente por los consumidores, en forma de precios más altos de la comida rápida, y por los propietarios de restaurantes, en forma de márgenes de beneficio más bajos, según un reciente estudio del Instituto de Investigación sobre el Trabajo y el Empleo (IRLE).
El empleo se mantuvo estable, lo que significa que los trabajadores se beneficiaron plenamente del aumento del salario mínimo.
En concreto, el alza salarial de abril, que se tradujo en un aumento medio del 18% para 750,000 trabajadores del sector de la comida rápida y afines, se tradujo en un aumento del 3.7% en las facturas de los clientes de comida rápida, es decir, unos 15 céntimos por un artículo de 4 dólares, según el estudio.
«Por tanto, los consumidores absorbieron aproximadamente el 62% del aumento de los costos», escribieron los autores del estudio.
Aun así, el alza del 3.7% de los precios de la comida rápida es desproporcionada en comparación con el aumento salarial del 18%. Los autores del estudio afirmaron que se trata de una cifra «benigna», y sugirieron que, a la vez, la industria de la restauración también pagó a través de menores beneficios.
Michael J. Abatemarco, profesor de Contabilidad, Derecho y Fiscalidad en la Universidad de Long Island, considera que esta carga para el sector de la restauración es una consecuencia inevitable de las subidas considerables del salario mínimo.
«A menos que los recortes de costos laborales en otras áreas los compensen, las alzas salariales aumentan el costo de los servicios de comida y reducen los márgenes de ganancias brutas», dijo el Sr. Abatemarco a The Epoch Times.
Milos Eric, cofundador y director general de OysterLink, una plataforma de empleo en restauración y hostelería, está de acuerdo.
«La reciente alza de California a un salario mínimo de 20 dólares ha tenido un impacto significativo en la industria de la restauración del estado», dijo el Sr. Eric a The Epoch Times por correo electrónico. «Aunque beneficia directamente a los trabajadores, también podría aumentar los costos de consumo y los desafíos para los propietarios de restaurantes».
También dijo que los restaurantes a menudo tienen márgenes de beneficio estrechos y pueden no tener la flexibilidad para permitirse mayores costos laborales.
«Para compensar estos mayores gastos, muchos propietarios de restaurantes aumentaron el costo, redujeron el personal y planean aumentar la automatización», dijo Eric.
Sin embargo, puede ser necesario algo más que reducciones de plantilla y automatización para evitar que algunos restaurantes de comida rápida de gama baja paguen el precio final de las repetidas alzas del salario mínimo en California y busquen retirarse.
Según la plataforma Gosnappy.io, los cierres de restaurantes en el Estado Dorado aumentaron un 330% de enero a agosto de este año, lo que significa que algunos restaurantes cerraron sus puertas en previsión de la aplicación del alza del salario mínimo.
El proveedor de datos de localización Dataplor informó de un aumento del 71% en los cierres de restaurantes en septiembre de 2023 en California, el mes en que se promulgó el aumento del salario mínimo, en comparación con un aumento del 25% en los cierres en estados similares.
Las medidas de reducción de costos laborales, como la reducción de personal y el cierre de restaurantes, podrían haber provocado un descenso del empleo en los restaurantes, pero el IRLE no encontró pruebas de recortes en las horas de trabajo ni en el número de trabajadores.
Por su parte, un informe de la Universidad de Harvard publicado la semana pasada tampoco halló pruebas de un descenso del empleo en el sector de la restauración rápida tras la subida del salario mínimo en abril.
«En respuesta al considerable aumento salarial para los trabajadores de la comida rápida de California, no encontramos pruebas de que los empresarios recurrieran a la falta de personal o redujeran las horas de trabajo programadas para compensar el aumento de los costos laborales», escribieron los autores Daniel Schneider, Kristen Harknett y Kevin Bruey. «Más bien, las horas de trabajo semanales se mantuvieron más o menos igual para los trabajadores de comida rápida de California, y los niveles de falta de personal parecieron disminuir».
El escaso efecto sobre el empleo de una subida tan considerable del salario mínimo puede sorprender a los economistas del trabajo que ven una compensación entre salarios más altos y empleo. Por ejemplo, en una encuesta de 100 estudios sobre el salario mínimo, los economistas David Neumark y William Wascher concluyeron que el salario mínimo provoca pérdidas de empleo, sobre todo entre los trabajadores poco cualificados, los adolescentes y los sectores que dependen en gran medida de mano de obra poco cualificada, como el de los restaurantes de comida rápida.
Hay varias explicaciones plausibles de por qué no ha sido así con las recientes alzas del salario mínimo en California. Una de ellas es que los aumentos se produjeron durante un período de desempleo casi sin precedentes, lo que significa que los empresarios pueden tener que acaparar la escasa mano de obra, aunque la tasa de desempleo de California está por encima de la media nacional.
En segundo lugar, los salarios más altos pueden haber contribuido a una mayor productividad, que estaba en consonancia con el salario más alto, haciendo que los trabajadores de comida rápida sean más valiosos para los empleadores.
En tercer lugar, es posible que los operadores de restaurantes subestimen las estadísticas de empleo, una cuestión muy controvertida en todos los estados, especialmente en los estados azules.
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