Una explosión seguida de un incendio en una planta del grupo químico alemán BASF en Ludwigshafen, en el suroeste del país, dejó este lunes al menos quince heridos leves, informó la empresa sobre un fuego ya extinguido que llevó a las autoridades a pedir a la población cercana que evitaran el contacto con el humo.
«El incendio fue extinguido por los bomberos de la planta de BASF», informó la empresa a través de un comunicado, en el que dio cuenta de «15 empleados heridos leves» en el incidente.
«Fueron examinados en el Centro Médico BASF» y «todos ellos pudieron abandonar el centro médico», según la empresa.
Además, desde la compañía se aseguró que «en ningún momento hubo peligro para la población» cercana a la planta del gigante alemán del sector químico.
«No hubo contaminación del aire, del agua, ni del suelo», precisó BASF en el tercero de los tres comunicados emitidos por la empresa desde que tuviera lugar el siniestro, cuyas causas aún se investigan.
Los medios de comunicación locales también dieron cuenta de la explosión y de la existencia de una nube de humo negro producida como consecuencia del incendio registrado en la sección sur de una planta de BASF en Ludwigshafen, ciudad en la que el grupo germano tiene su sede central.
La Policía pidió a los barrios de Edigheim, Friesenheim y Oppau, al norte de Ludwigshafen, que cerraran puertas y ventanas para evitar el contacto con la nube que produjo el incendio, según el periódico ‘Die Rheinpfalz’.
La plataforma de noticias Ludwigshafen24 informó de que «cada vez que se produce un fuerte estruendo o explosión en las instalaciones de BASF, los residentes locales recuerdan con horror el accidente del 17 de octubre de 2016».
Ese día murieron cinco personas y 28 resultaron heridos después de que se produjeran dos explosiones y un incendio que duró varias horas en Ludwisghafen.
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