El senador Rand Paul (R-Ky.) dijo el jueves que no vacunaría a sus propios hijos contra el COVID-19 debido a los numerosos estudios que informan de un elevado riesgo de miocarditis —un tipo de inflamación del corazón— después de la vacunación.
Paul expresó su preocupación por los riesgos de inflamación cardiaca para los niños durante una entrevista en el programa «Rising» de The Hill, argumentando que experimentar una reacción adversa tras la vacunación contra el COVID-19 es mayor que cuando se contrae la infección por el virus.
«Yo, francamente, no vacunaría a mis hijos contra el COVID», dijo el senador republicano. «Creo que los riesgos de la vacuna son mayores que los riesgos de la enfermedad. Los riesgos de la enfermedad son casi inexistentes».
La sugerencia de Paul a los padres que aún están pensando en vacunar a sus hijos es reducir el número de dosis, explicando que existe un mayor riesgo de miocarditis entre los jóvenes, especialmente los hombres, después de la segunda dosis.
«Pero, digamos que tu postura es algo intermedia, crees que tres [dosis] son demasiadas, ¿qué tal una?», dijo.
«Bueno, el 90% de las miocarditis… se producen después de la segunda vacuna», añadió. «Si tus hijos ya se han contagiado del COVID, no creo que la necesiten en absoluto, pero digamos que quieres vacunarlos, ¿por qué no una [dosis] en lugar de tres?».
«Mayor riesgo»
Durante la entrevista del jueves, Paul también acusó al director ejecutivo de Moderna, Stéphane Bancel, de mentir después de que afirmara durante una comparecencia el miércoles que los chicos de entre 16 y 24 años que se vacunaron contra el COVID-19 tienen un menor riesgo de miocarditis en comparación con los infectados por el virus.
«Eso no es cierto», dijo Paul a Bancel antes de proceder a presentar como prueba una investigación revisada por expertos del Journal of Vaccines y Annals of Medicine en la que se afirmaba «todo lo contrario» de los datos del director ejecutivo.
«También hablé con su presidente justo la semana pasada y reconoció sin problemas en privado que, sí, hay un mayor riesgo de miocarditis», continuó el legislador, y añadió: «El hecho de que no pueda decirlo en público es bastante preocupante».
Cuando se le pidió a Paul que comentara que Bancel iba en contra de lo que la investigación revisada por expertos ha encontrado, el senador dijo que supone que el CEO de Moderna «vio esto como una decisión de negocios que podría perjudicar las ventas».
«Parecía más evasivo que sincero», dijo Paul a Fox News Digital. «Me sorprendió mucho que no fuera más directo. Quiero decir, no es como si esto fuera algún tipo de conocimiento oculto. Ha estado ahí fuera durante un tiempo».
«Pusimos en el registro seis artículos de revistas que han sido revisados por expertos, hablando de un mayor o mayor riesgo de miocarditis», continuó. «Supongo que me decepcionó que no fuera más comunicativo con ello».
El miércoles, Bancel compareció ante una audiencia celebrada por el Comité de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones del Senado, donde habló en defensa de la decisión de la empresa de aumentar drásticamente el coste de la vacuna contra el COVID-19.
Moderna ha propuesto que cuando el gobierno deje de participar en la adquisición y suministro de la vacuna, el precio aumentará a 130 dólares por dosis, lo que supone aproximadamente cuatro veces el precio al que se vendió al gobierno durante la pandemia.
Lesiones cardíacas tras la vacunación
El fenómeno de la inflamación del corazón tras la vacunación contra el COVID-19 ya ha sido observado por muchos profesionales médicos y otras personas que investigan el asunto.
Un estudio reciente que se publicó en el British Medical Journal en febrero parece confirmar que se han producido fallos cardíacos, e incluso la muerte, entre personas que recibieron la vacuna contra el COVID-19.
También se cree que la probabilidad de sufrir lesiones cardíacas es mayor después de haber sido infectado con COVID-19. Esto se debe principalmente a la inflamación que el virus provoca en el interior del organismo.
En el estudio, los investigadores descubrieron que más personas experimentaron miocarditis después de la vacunación contra el COVID-19 que después de la infección por COVID-19: 530 frente a 109. Los datos abarcaron a personas a partir de 12 años que tenían miocarditis como diagnóstico principal o secundario de ingreso hospitalario desde el inicio de la pandemia.
Según la Asociación Americana del Corazón, citando una investigación de Israel, el riesgo de que los varones jóvenes —de 16 a 19 años— desarrollen miocarditis se da en aproximadamente 1 de cada 15,000 personas.
Por su parte, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan que los niños a partir de seis meses se vacunen contra el COVID-19, incluida una dosis de refuerzo actualizada. La agencia afirma que las reacciones adversas, o problemas de salud graves, son poco frecuentes, pero «pueden causar problemas de salud a largo plazo».
De NTD News
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