Rayshard Brooks, el hombre que recibió disparos mortales el 12 de junio tras un encuentro policial en un estacionamiento de Wendy’s en Atlanta, Georgia, tenía un largo y extenso historial criminal que incluía poner en riesgo a niños.
El joven de 27 años había tenido anteriormente múltiples condenas que incluían crueldad con niños, detención ilegal, la agresión a un integrante de la familia, robo, recepción de bienes robados, interferencia criminal con bienes del gobierno y la obstrucción de un oficial de policía.
Según los registros del tribunal, había una orden de fugitivo para su arresto del 30 de diciembre de 2019, por violación de la libertad condicional para que notificara a la comunidad su nueva dirección, y no completar las clases de prevención de delincuencia por los delitos originales de detención ilegal, crueldad con niños, violencia familiar, agresión y agresión simple.
Posteriormente fue arrestado en Ohio en nombre del estado de Georgia el 6 de enero de 2020, según documentos obtenidos por The Gateway Pundit.
En un video publicado en su canal de YouTube el 24 de mayo, Brooks dijo que estaba esperando la libertad condicional para darle un pacto interestatal a su libertad condicional. Un pacto es el único mecanismo legal en el país que permite la transferencia interestatal de la libertad condicional o la libertad vigilada de un delincuente adulto.
«Hace dos o tres semanas que hablé con el agente de libertad condicional y no he recibido respuesta», también compartió el video, el cual es una grabación de una llamada en Internet con otro individuo. «He estado haciendo mi parte, pero en el momento en que hago algo fuera de control, regreso a la cárcel».
«Así que trato de hacer todo en los canales adecuados para cumplir las reglas y mantenerme en orden. Pero aún así, aquí tengo una familia, tengo hijos, he estado sin trabajo durante dos o tres semanas», continuó Brooks. «De mi trabajo me han estado llamando: ‘Sr. Brooks, ¿dónde está?’, —¡esperando la libertad condicional!»
Brooks dijo antes en el video que estaba trabajando como carpintero de tiempo completo.
La noche del 12 de junio, hallaron a Brooks durmiendo al volante en una ventanilla de servicio de un restaurante Wendy. Dos policías, Garrett Rolfe y Devin Brosnan, conversaron con Brooks por más de 40 minutos, según el video de las cámaras corporales de los dos oficiales y las cámaras instaladas en su vehículo de policía.
Brooks, esposo y padre de tres hijas de 1, 2 y 8 años y un hijastro de 13 años, dijo a los oficiales que había bebido un par de copas mientras festejaba el cumpleaños de su hija esa noche. Brooks aceptó una prueba de sobriedad ambulatoria, pero no cumplió con el límite legal de alcohol de Georgia de 0.08 por ciento cuando encontraron que su nivel de alcohol era de 1.08 por ciento.
Él luchó físicamente con los agentes de policía durante el arresto, tomó una pistola paralizante de un policía y pareció apuntar y desplegarla hacia el agente mientras huía, pero falló, según el video de vigilancia. El oficial, Rolfe, le disparó tres veces a Brooks.
Brooks murió después de ser trasladado a un hospital local para ser operado, dijeron las autoridades. La autopsia reveló que recibió dos impactos en la espalda y sufrió las heridas resultantes en sus órganos y la pérdida de sangre que lo llevaron a la muerte.
A principios del 14 de junio, Rolfe fue despedido y Brosnan fue puesto en servicio administrativo, según anunció el Departamento de Policía de Atlanta.
Justin Miller, abogado de la familia Brooks, dijo que la hija mayor de Brooks se enteró de la muerte de su padre en una fiesta de cumpleaños con pastelitos y amigos el 13 de junio. También estaba esperando que Brooks la llevara a patinar después ese día, dijo Miller.
Un sheriff del condado de Burke —a unas 160 millas al este de Atlanta— dijo que cree que las acciones del policía que le disparó a Brooks estaban «completamente justificadas». Alfonzo Williams dijo a CNN el 17 de junio que el uso de la pistola paralizante por parte de Brooks fue extremadamente peligroso porque pudo haber inmovilizado al policía durante varios segundos.
«Si un policía es golpeado con esa pistola paralizante, todos sus músculos se bloquearán, y tendrá la incapacidad de moverse y de responder», dijo Williams. «Este fue un tiroteo completamente justificado».
Si el arma paralizante hubiera impactado al policía, pudo haberle permitido a Brooks robar el arma del oficial o herirlo gravemente, dijo Williams a la estación de noticias.
Associated Press contribuyó con este informe.
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