William Hartmann se sintió como si estuviera atrapado en una película de «Misión Imposible» cuando dejó un reunión de la Junta de Escrutadores del Condado de Wayne en Detroit en noviembre.
Las fuerzas policiales le aconsejaron que no regresara a su casa y en su lugar lo escoltaron, con solo la ropa que llevaba puesta, a la casa de un amigo por cuestiones de seguridad.
«Estaba asustado», dijo Hartmann a The Epoch Times. «[La policía] de hecho tenía personal situado afuera en diferentes puntos, vigilando, en caso de que algo sucediera. Estuvieron ahí durante tres o cuatro días».
Hartmann dijo que no se atrevió a salir por una semana.
«Tenía miedo de que alguien me pudiera reconocer cuando salía y darme una paliza», dijo.
Hartmann era uno de los dos miembros republicanos de la Junta de Escrutadores del condado de Wayne que inicialmente se negaron a certificar los resultados de las elecciones debido a los desequilibrios en los números.
Hartmann y Monica Palmer bloquearon la certificación en una votación 2-2 el 17 de noviembre, lo cual provocó una rápida y hostil reacción de los demócratas y líderes de la comunidad en Zoom.
Los dos fueron calificados de «vergüenza» por el reverendo Wendell Anthony, un pastor y líder de la rama de Detroit de la Asociación nacional para el avance de la gente de color, reportó The Associated Press.
«Ha extraído una ciudad negra de un condado y dijo que los únicos culpables son la ciudad de Detroit, donde el 80 por ciento de las personas que residen aquí son afroamericanos. ¡Debería darles vergüenza!» dijo Anthony.
Ned Staebler, vicepresidente de la Universidad Estatal de Wayne en Detroit, dijo: «La mancha de racismo en la que ustedes, William Hartmann y Monica Palmer, se acaban de cubrir les seguirá a lo largo de la historia».
Hartmann dijo que aunque le preocupaba que los números en el predominantemente negro Detroit no cuadraran, las discrepancias en la predominantemente blanca Livonia eran peores.
Tanto Hartmann como Palmer cambiaron sus votos más tarde esa noche después de que se les asegurara que el estado permitiría una auditoría independiente. Los resultados fueron certificados, aunque los dos aún no han firmado oficialmente la certificación. Al día siguiente, la secretaria de Estado de Michigan, Jocelyn Benson, dijo que la auditoría independiente no procedería.
«Los medios de comunicación fueron a mi casa y filmaron el frente de mi casa y mi dirección», dijo Hartmann. «Y luego mi sitio web fue objeto de doxing. Y recibí más de 1500 correos electrónicos de odio. Y tienes que poner a las redes sociales en la cima de eso».
No recibió ninguna amenaza de muerte explícita, pero le dijeron muchas veces que «ardiera en el infierno», dijo.
Hartmann contó con la ayuda de un amigo para recuperar algo de ropa y su computadora de su casa.
«Arregló con el departamento de policía local que una furgoneta sin marcar y un par de coches de policía fueran a mi casa. Le di la llave y me quedé en un lugar remoto y nos comunicamos usando FaceTime… y les dije lo que tenían que conseguir», dijo Hartmann.
«Así que lo hicieron. Y entonces, los coches de policía bloquearon las furgonetas de los medios de comunicación. Y luego la otra furgoneta— les habían quitado las matrículas para que no pudieran ser rastreadas— y condujo por diferentes caminos hasta llegar a donde yo estaba. Y luego tomé todas mis cosas y conduje de vuelta a donde me estaba quedando».
Hartmann dijo que la inquilina de su dúplex también se vio obligada a irse a vivir con su hermana por un tiempo.
Ahora está de vuelta en casa, pero la policía sigue haciendo visitas regulares, dijo.
Después del drama inicial, Hartmann sigue intentando entender las discrepancias. Dijo que no votó para certificar los resultados inicialmente porque cerca del 71 por ciento de las Juntas de Recuento de Votantes Ausentes de Detroit no se equilibraron entre el recuento por máquina y el recuento en papeletas, y no se dio ninguna explicación del por qué (en lo que él llamó un informe over-under).
Por ejemplo, un recuento inferior a uno significa que hay una boleta de papel menos que el total de la máquina y la explicación puede ser que se destruyó una boleta pero no se registró en el libro de votación, dijo Hartmann. Cualquier discrepancia sin una explicación no puede ser contada en un recuento y el recuento de la máquina tiene que ser usado, dijo.
«Es cuando tienes más —tienes más votantes votando que los que están en el distrito electoral— lo que no tiene ningún sentido para mí», dijo. «¿Cómo sucedió eso? Nadie puede darte una respuesta».
Ha decidido llevar a cabo su propia investigación y tiene un equipo de voluntarios ayudando.
Ha tenido que presentar solicitudes de la Ley de Libertad de Información (FOIA, por sus siglas en inglés) para obtener los informes de cada uno de los 1115 distritos electorales del condado de Wayne, información que dice, debe ser entregada a los miembros de la Junta de Escrutinio con una simple solicitud.
Pero, aparte de los datos de Detroit, sus peticiones de la FOIA han sido ignoradas hasta ahora. La secretaria del condado de Wayne, Cathy Garrett, no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios de The Epoch Times. El secretario del condado supervisa el presupuesto de la Junta de Escrutinios, aunque la junta no responde al secretario.
Benson, un demócrata, llamó a las discrepancias en el condado «errores de contabilidad» el 18 de noviembre.
El 1 de diciembre, el Buró de Elecciones de Michigan, que es supervisado por la oficina de Benson, emitió un memo ordenando a los secretarios del condado a borrar el software del Libro Electrónico de Elecciones y los archivos contenidos en las laptops y memorias USB utilizadas durante las elecciones.
Sin embargo, el memorando también establece que «todos los documentos relacionados [con los escaños federales] en las elecciones— incluyendo las boletas de escaneo óptico y los programas utilizados para tabular las boletas de escaneo óptico, [deben] conservarse durante 22 meses a partir de la fecha de la certificación de las elecciones».
El 15 de diciembre la legislatura del estado de Michigan otorgó al Senado y a los Comités de Supervisión de la Cámara de Representantes el poder de emitir citaciones para investigar más a fondo las acusaciones de fraude electoral en las ciudades de Detroit y Livonia.
Según las citaciones obtenidas por The Epoch Times, los dos secretarios del condado tendrán que entregar los discos duros, correos electrónicos, laptops para el conteo de votos en ausencia y otros materiales relacionados con las elecciones para el 12 de enero de 2021.
Entretanto, Benson se negó a testificar ante la legislatura estatal mientras los legisladores investigaban supuestas irregularidades electorales.
«Anticipo que sea imposible tener una conversación sustancial sobre el avance de la legislación electoral si sus participantes siguen afirmando que las declaraciones recientes sobre líderes latinoamericanos muertos hace tiempo y otras fabricaciones fantásticas están de alguna manera conectadas con la forma en que los ciudadanos de Michigan ejercen su derecho al voto», dijo en una respuesta del 15 de diciembre a la solicitud.
Michigan, con sus 16 votos electorales, es uno de los siete estados que ha producido una lista de electores republicanos desafiantes que el Congreso contará en una sesión conjunta el 6 de enero, presidida por el vicepresidente Mike Pence.
La abogada Sidney Powell ha presentado una petición al Tribunal Supremo de Estados Unidos en nombre de un grupo de republicanos de Michigan alegando un «fraude electoral masivo» y violaciones del código electoral del estado en las elecciones del 3 de noviembre.
La demanda original alega que el fraude tuvo lugar a través de una «preocupante, insidiosa y atroz estrategia» de inflación de votos, que le dio a Biden una ventaja en el estado. El fraude supuestamente se hizo invisible a través de la ayuda de software y hardware electoral de Dominion Voting Systems, según la demanda. Los demandantes en la acción civil son seis votantes registrados de Michigan y nominados del Partido Republicano al Colegio Electoral.
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