Una defensora pública que fue despedida por hablar en contra de la teoría crítica de la raza dice que lo sucedido fue preocupante y que espera ganar la batalla legal en la que está involucrada.
«Yo ni siquiera estaba hablando de mi trabajo. Yo hablaba de las escuelas y la educación de mis hijos. Así que la idea de que mi empleador sintiera que tenía derecho a intervenir y a decir que mis ideas y mis pensamientos me incapacitaban para hacer mi trabajo, es realmente preocupante», dijo Maud Maron en el programa American Thought Leaders de EpochTV.
La teoría crítica de la raza es un movimiento que se centra en que la raza de una persona como aspecto definitorio de su identidad está en contraposición a otros aspectos de su ser, tales como los rasgos de personalidad o los logros. Asume que la raza se construye socialmente y que el racismo es sistémico. Los críticos a la teoría afirman que el movimiento, que según sus partidarios pretende combatir el racismo, es en sí mismo un movimiento racista.
Maron mencionó sobre la «formación anti prejuicios» que recibió del Departamento de Educación como miembro del consejo de la escuela pública. Ella dijo que le indicaron que se refiriera a sí misma como una «mujer blanca» y que los asistentes aprendieron sobre la «cultura de la supremacía blanca» y otras ideas que se remontan a «La fragilidad blanca», un libro escrito por la autora blanca Robin DiAngelo, que afirma que la gente debe pensar constantemente en la raza cuando interactúa con otros en su vida diaria.
El artículo de opinión de Maron, publicado en el medio New York Post en julio de 2020 después de recibir la formación también detalló cómo fue acosada después de catalogar correctamente a los asiáticos como parte del grupo que a veces se denomina «gente de color». Los teóricos críticos de la raza a veces alegan que los asiáticos no son gente de color porque sus métricas de rendimiento suelen ser las más altas de cualquier grupo racial.
«Todos queremos un sistema escolar público bien integrado y de alta calidad. Los padres tienen derecho a exigir una educación que prepare a sus hijos para alcanzar o superar las expectativas de su nivel de estudios, que en Estados Unidos suelen ser inferiores a las de otros países», escribió entonces Maron.
El artículo y los comentarios que Maron hizo en las redes sociales provocaron reacciones negativas, incluidas las de los Abogados Negros de Asistencia Jurídica, que representan a los abogados negros que trabajan para la Sociedad de Asistencia Jurídica.
Ellos dijeron que la retórica de Maron estaba aparentemente en contra del racismo, pero que en realidad era racista, en parte porque denunciaba las llamadas ideas «antirracistas» que algunos proponen.
«Que Maud considere que esto es ‘escalofriante’ dice a los verdaderos defensores de la raza todo lo que necesitan saber: ella es racista y quiere que el sistema escolar [de la ciudad de Nueva York] —que tiene el honor de ser el más segregado de Estados Unidos— siga siendo desigual», escribió el grupo en una declaración.
Esto llevó a la Sociedad de Asistencia Jurídica y a la Asociación de Abogados de Asistencia Jurídica, empleador y sindicato de Maron, a atacarla. Por ejemplo, la sociedad compartió la declaración de los abogados negros, sugiriendo una aprobación de sus opiniones. Posteriormente, la sociedad denunció a Maron por su artículo de opinión en su propia declaración, afirmando que «niega la existencia del racismo estructural e institucional».
Maron demandó a la sociedad y al sindicato, alegando que no había pruebas de que, entre otras acusaciones, ella fuera racista y subrayando que cree en el racismo estructural e institucional y se opone a él.
«Mi sindicato y mi empleador publicaron declaraciones en las que básicamente decían que no estaba capacitada para hacer el trabajo por las opiniones que tenía», dijo Maron a The Epoch Times.
«Nosotros creemos que esta demanda es un intento frívolo y equivocado de utilizar el litigio para acosar a un empleador sin ánimo de lucro y a sus empleados, que han dedicado su carrera a promover causas de justicia social», dijo Redmond Haskins, portavoz de la Sociedad de Asistencia Jurídica, a The Epoch Times en un correo electrónico.
El caso está todavía en sus primeras fases y no se ha dictado sentencia.
Maron, que se presenta como candidata independiente a un escaño en el Consejo de Nueva York, dijo que había recibido el apoyo de un amplio abanico de personas, entre las que se encuentran personas con opiniones de extrema izquierda y personas «profundamente conservadoras», después que su situación fuera puesta de manifiesto por la exreportera del New York Times, Bari Weiss.
«Ellos eran personas cuyas políticas e ideas abarcaban un amplio abanico, pero que estaban de acuerdo con la idea de que uno debe tener las ideas que quiera y poder presentarse a trabajar y, si está haciendo bien su trabajo, debe poder seguir haciéndolo, incluso si su empleador no está de acuerdo con usted en algunas cuestiones, en algunas preocupaciones. Así que hay un terreno común entre los estadounidenses, incluso entre los que pertenecen a diferentes partidos políticos, incluso entre las personas que tienen opiniones muy divergentes sobre cuestiones importantes; aquí hay un terreno común que si uno se ocupa de encontrarlo y en crear un espacio para ese discurso abierto, uno lo puede encontrar», dijo Maron.
Animó a la población a presentarse a elecciones y a acudir a las reuniones locales, elogiando a quienes fueron en los últimos meses a grandes grupos o reuniones del consejo escolar para protestar contra la teoría crítica de la raza y otras ideologías similares.
«Me gustaría que se presenten más personas a las elecciones que no repitan la línea del partido, ya sea la del Partido Demócrata o la del Partido Republicano, sino que hablen directamente de los problemas de los que habla la población», dijo. «Los consejos escolares son un gran lugar para ver las preocupaciones de las bases. Si uno va a su consejo escolar local y ve lo que hace que los padres se levanten, se pongan de pie, se sienten en sillas incómodas y esperen una eternidad para hablar dos minutos en un micrófono, entonces sabrá lo que a las personas les preocupa y ocupa y necesitamos más políticos que hablen de eso».
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