La presidenta del Partido Republicano del Condado de Maricopa, Linda Brickman, dijo el 30 de noviembre ante los miembros de la Legislatura del Estado de Arizona que ella observó personalmente que los votos para el presidente Donald Trump se contabilizaban como votos para el candidato presidencial demócrata Joe Biden cuando se introducían en las máquinas de Dominion.
Brickman, jefa del Partido Republicano de uno de los condados más grandes del país y empleada veterana del condado, presentó su testimonio en una declaración jurada bajo pena de perjurio. Testificó que ella y su compañero demócrata presenciaron «más de una vez» el cambio de votos de Trump a Biden cuando los funcionarios introducían en las máquinas de Dominion los votos procedentes de las boletas que no podían ser leídas por las máquinas.
Ella alegó que más tarde fue amenazada por los supervisores electorales del Centro de Escrutinio y Elecciones del Condado de Maricopa (MCTEC) por hablar sobre lo que había presenciado.
«Observé, con mi compañero demócrata, la preparación de una nueva boleta (ya que la original estaba sucia) o no pasaría por la máquina. Le leí a ella una boleta por el republicano Trump, y tan pronto como la introdujo en el sistema, la boleta pasó en pantalla a una boleta por el demócrata Biden», dijo Brickman a varios legisladores republicanos del estado de Arizona el lunes.
Comentó que cuando informó del asunto a los supervisores electorales, otros en la sala también comentaron que habían «sido testigos de la misma manipulación».
«Nunca nos dijeron (…) si se había adoptado alguna medida de corrección», continuó Brickman. «Todo lo que sé es que al día siguiente, un supervisor me llamó para que saliera de la sala en la que estaba trabajando para la verificación de firmas y me dijo: ‘Entiendo que usted causó algunos problemas esta semana y pensó que nuestras máquinas no funcionaban correctamente'».
«En ese momento me dijeron que no podía discutir nada ni hablar de lo que estaba pasando».
«Muchas personas fueron amenazadas», dijo Brickman en la audiencia. «Les dijeron que sus voces serían silenciadas, que tendrían que salir de la sala y no volver a trabajar allí. Estoy aquí porque creo que es nuestro deber decir la verdad».
Le dijo a la audiencia que su supervisor le gritó y le «reprendió», acusándola de causar problemas y de «sacar a relucir cosas que no debía».
También dijo que antes de las elecciones, durante la prueba y certificación de las máquinas de votación de Dominion el 18 de noviembre, se había negado a aprobar la certificación del sistema de Dominion durante una reunión con la secretaria de Estado Katie Hobbs (D) porque las máquinas habían funcionado mal durante la prueba, y fueron apagadas y reiniciadas por el personal de Dominion en lugar de ser reajustadas.
Dijo que no se dio ninguna explicación sobre los errores. «Pudimos ver las máquinas, pero no pudimos ver ni observar el software que había detrás de la máquina para confirmar lo que realmente había sucedido», añadió.
El equipo legal de Trump había señalado anteriormente el testimonio de varios testigos que alegaban que los resultados de las elecciones de Dominion Voting Systems son susceptibles de ser manipulados, una alegación que la empresa ha negado repetidamente.
En un artículo publicado esta semana en el Wall Street Journal, el director general de Dominion, John Poulos, dijo que las recientes acusaciones contra la empresa «alimentaron el acoso a los funcionarios electorales y a los empleados de Dominion en todo el país», incluyendo amenazas de muerte.
«Las mentiras y las difamaciones no tienen base en los hechos pero hacen un daño real a nuestra democracia al poner en duda la legitimidad del proceso electoral. Las falsas acusaciones deben ser retiradas inmediatamente», dijo.
Dominion no ha respondido aún a una solicitud de comentarios de The Epoch Times.
Durante la audiencia, Brickman también testificó sobre otras irregularidades en el proceso de votación que observó directamente, incluyendo la constante disminución de los estándares de verificación de firmas por parte de sus supervisores electorales para «actuar más rápido» y procesar la mayor cantidad de votos anticipados y por correo recibidos para las elecciones de noviembre.
«Las normas se redujeron de aproximadamente 15 puntos de similitudes (…) a un mínimo de tres, y luego se bajaron a uno, y en última instancia a ninguno», dijo Brickman, recordando que le dijeron que «simplemente aprobara la verificación de cada firma».
«Nos dijeron, ‘Ya se han recibido demasiados rechazos (…) tenemos que actuar más rápido’. Esta no es la forma en que se deben llevar a cabo las elecciones. ¿Dónde está la integridad?», dijo Brickman.
La presidenta del Partido Republicano también dijo que observó que los supervisores electorales dejaban pasar sobres con firmas que eran completamente diferentes al nombre del votante inscrito.
«Así que los que firmaron los sobres no eran los verdaderos votantes, pero estos sobres timbrados pasaron con un ‘verificado por el Condado de Maricopa’ estampado en el exterior», dijo.
También se observaron lotes de sobres firmados con la misma letra para firmas diferentes, dijo.
«Había al menos 30 boletas que vi en un momento dado, firmadas con la misma letra pero con nombres de votantes diferentes», testificó Brickman. «Cuando pregunté si avisarían al fiscal del condado sobre el posible fraude, me dijeron que no, que los supervisores se encargarían de ello».
Una de las irregularidades más «atroces», dijo Brickman, fue el rechazo de los votos de Trump como votos duplicados o «sobrevotos» porque el votante que rellenó la burbuja marcó a Trump en la boleta y también escribió el nombre del presidente en la casilla «escriba el nombre del candidato».
«Esto pasaría como un sobrevoto, lo que significa que ningún voto fue contado en absoluto a pesar de que la política fue cambiada para permitir estos sobrevotos. Los supervisores contradijeron sus propias políticas cuando la intención [del votante] era clara», dijo.
«Estoy aquí hoy otra vez no como una experta en el software de Dominion, sino como una votante del Condado de Maricopa que quiere escuchar y decir la verdad a pesar de que yo y otros hayamos sido silenciados para que no habláramos ante ustedes ahora», dijo Brickman en la audiencia.
«Debe haber integridad», dijo.
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