Luego que Chile rechazó masivamente una nueva Constitución, un participante de la iniciativa señaló por qué la propuesta constitucional no tuvo resultado en el país, a pesar que la región ya era fuertemente de la izquierda radical.
A inicios de septiembre, más del 60 por ciento de chilenos rechazó una nueva Constitución propuesta por la Asamblea Constituyente. Los opositores de la reforma dicen que hubiese empujado al país hacia la izquierda, sin embargo, el gobierno de Gabriel Boric aún planea impulsar una nueva carta magna.
El analista político Daniel Quirós Araya, quien participó de la campaña para rechazar la nueva Constitución chilena, dijo que “fue un honor” involucrarse en dicha iniciativa, porque fue “uno de los pocos lugares donde se logró derrotar a la izquierda radical, rancia y complicada en este momento”.
“¿Cómo se logró eso? Demostrando y diciendo la verdad”, dijo Quirós a The Epoch Times en Español durante la CPAC México. “Diciendo ‘no’ a una Constitución empobrecida y que, sobre todo, robaba ese orgullo chileno por completo”, explicó Quirós.
“El trabajo que se hizo fue específicamente trabajar con jóvenes. Los jóvenes están deseosos de nueva información y ese mercado fue el que nos ayudó a ganar aún con mejores números allá en Chile”, agregó.
Las propuestas rechazadas planteaban temas centrados en los derechos sociales, ambientalismo, la igualdad de género, y los derechos indígenas. El presidente Boric, por su parte, ha enfatizado que Chile «necesita» la nueva Constitución para “construir confianzas” en el país. Sin embargo, una última encuesta señala que la propuesta es rechazada por 46 por ciento de la población–una cifra que aumentó en 6 puntos respecto a la última cifra.
El líder del movimiento Team Patriota, Francisco Muñoz, advirtió que sería “un enorme riesgo” que el “gobierno y un sector supuestamente de derecha quieren prorrogar este proceso y seguir con un nuevo experimento constitucional”.
Previo a las elecciones del plebiscito, la izquierda chilena señaló que la Constitución vigente en Chile pertenece a la época del dictador chileno Augusto Pinochet, y ha hecho remembranza a las violaciones a los derechos humanos bajo su liderazgo.
No obstante, Muñoz aclaró que la Constitución actual fue promulgada por Ricardo Lagos en 2005, y no es la Constitución del 80 “como quiere imponer la izquierda totalitaria”.
“Esta Constitución que rige en Chile fue la que hizo a nuestro país el más próspero de la región y por ende, preferimos mejorarla, reformarla desde el Congreso, [en lugar de] entrar en otro proceso constitucional que el país no ha pedido, y que la casta política nos quiere imponer a la fuerza”, señaló.
A pesar de la masiva respuesta del pueblo chileno contra la reforma, Muñoz dijo que “no basta con construir mayorías en base a propuestas económicas”, sino que se debe llegar a los segmentos más populares para despertar a las personas.
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