El día anterior a que la jefa ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, anunciara formalmente la retirada del proyecto de ley de extradición, el líder chino Xi Jinping pronunció un discurso ante los cuadros del Partido Comunista Chino (PCCh), en el que se refirió a la situación actual de Hong Kong, Macao y Taiwán como “luchas serias”. Su discurso puede ayudarnos a entender la filosofía de Beijing en el manejo de las protestas antigubernamentales en Hong Kong.
Xi pronunció el discurso en la Escuela Central del PCCh en Beijing -una academia para la formación de jóvenes cuadros- el 3 de septiembre, y fue la primera vez que Xi mencionó los asuntos de Hong Kong, Macao y Taiwán en un discurso público, por lo que es extremadamente raro que un líder chino se enfoque mucho en las tres regiones.
En el artículo de más de 2000 palabras de la Agencia de Noticias Xinhua, Xi mencionó la palabra “lucha” al menos 50 veces. En particular, Xi dijo que en la actualidad y en un futuro próximo, China está entrando en una etapa de “riesgos concentrados” en diferentes facetas, incluidas la economía, la política, la cultura, la defensa nacional, la construcción del ejército, la diplomacia, así como el manejo de los asuntos y relaciones de Hong Kong, Macao y Taiwán. Todas estas áreas enfrentarán “grandes luchas”, y los riesgos y desafíos se están volviendo cada vez más complicados, dijo Xi, según el artículo.
Sin embargo, lo que generalmente se pasa por alto es que Xi hizo una declaración importante en su discurso, a saber: “No haremos absolutamente ninguna concesión en el asunto de los principios, siendo flexibles en las estrategias”.
Las condiciones fundamentales en el manejo de las protestas de Hong Kong
Entonces la pregunta es, entre las cinco demandas que los manifestantes de Hong Kong hicieron al PCCh, ¿cuáles son cuestiones de principios y cuáles son cuestiones relacionadas con las estrategias?
Las cinco demandas son: la retirada total del proyecto de ley de extradición; una investigación independiente sobre la brutalidad policial; la liberación de todos los manifestantes arrestados; una completa retractación de la clasificación oficial de las protestas como “motín”; y el sufragio universal del Consejo Legislativo y del jefe ejecutivo de Hong Kong.
Sin embargo, las tres condiciones que los medios de comunicación estatales chinos han proclamado en repetidas ocasiones en los últimos tiempos son: la soberanía y la seguridad nacionales; el mantenimiento de las autoridades centrales y la Ley Fundamental de Hong Kong; y cualquier actividad que haga uso de las protestas de Hong Kong para “infiltrarse y socavar” a China continental no será tolerada.
La Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao de Beijing (HKMAO) dio una explicación parcial sobre estos puntos en una rueda de prensa el 3 de septiembre, es decir, la promulgación de un verdadero sufragio en Hong Kong se considera una “cuestión de principios” sobre la que Beijing nunca concederá el permiso.
Yang Guang, portavoz de la HKMAO, al responder a la demanda de los hongkoneses de un “verdadero sufragio”, dijo que la condición de Beijing para el “sufragio de Hong Kong” debe seguir los siguientes tres pasos: el régimen nomina a los candidatos, seguido por el sufragio universal, luego el régimen da su aprobación final.
En otras palabras, Beijing no tolerará el riesgo de que un líder anticomunista de Hong Kong sea elegido por medio de un “verdadero sufragio universal”, puesto que se consideraría equivalente al acto de “poner en peligro la seguridad nacional”.
Volvamos a examinar el anuncio de Carrie Lam sobre la retirada oficial del proyecto de ley de extradición. El retiro fue finalmente implementado porque no viola ninguno de las tres condiciones del PCCh.
También se puede inferir que, aunque Lam todavía se niega a establecer una comisión independiente para investigar el uso excesivo de la fuerza policial y se niega a abandonar la clasificación de “motín”, y mientras los manifestantes de Hong Kong continúen con su pacífica campaña, estas dos reivindicaciones pueden lograrse algún tiempo después. Después de todo, son parte de los asuntos internos de Hong Kong. En otras palabras, estas dos demandas se clasifican como cuestiones “estratégicas”; no son “cuestiones de principios” a las que se refiere Xi en su discurso.
La retirada del proyecto de ley de extradición es una estrategia para sembrar la división entre los manifestantes de Hong Kong
Así como Xi dijo “para ser flexible en las estrategias”, Lam anunció el retiro del proyecto de ley de extradición, que había suspendido antes al decir que estaba “muerto”. Este es de hecho el primer paso de la insidiosa estrategia de Beijing: parece ser una retirada, pero en realidad es una agresión. Su propósito es dividir a los manifestantes, con la esperanza de que aquellos cuyo objetivo principal es que se retire el proyecto de ley de extradición no vuelvan a aparecer en las calles. Si se logra la división, el resto de los manifestantes estarán expuestos a un peligro aún mayor.
Al mismo tiempo, las autoridades chinas también lanzaron una serie de propaganda de tono suave, en un intento de dividir aún más a los jóvenes manifestantes.
Por ejemplo, Xinhua publicó un artículo en la noche del mismo día en el que Lam anunció el retiro del proyecto de ley, expresando su preocupación por los problemas sociales de Hong Kong, como los altos precios de las viviendas, la ansiedad de la clase media y la falta de oportunidades para los jóvenes.
El 5 de septiembre, los medios de comunicación estatales chinos discutieron una vez más sobre los espacios de vida ultra-apretados en Hong Kong, y atribuyeron el problema al capitalismo. Todo ello con el objetivo de ganarse el corazón de los jóvenes de Hong Kong.
El siguiente paso estratégico del PCCh podría ser el establecimiento de un comité de investigación independiente sobre la violencia policial. Basado en la lógica del PCCh, para entonces la mayoría de los manifestantes se sentirán satisfechos.
Después de eso, si todavía hay un gran número de manifestantes, entonces eso estaría violando las tres condiciones fundamentales de Beijing. El PCCh clasificaría entonces las protestas como “revolución de colores” y “terrorismo”, y reprimiría a los manifestantes con violencia desenfrenada.
Sobre la base de la situación actual, con la retirada del proyecto de ley de extradición, los manifestantes de Hong Kong siguen firmes en su empeño para que se cumplan las cinco demandas.
El Frente de Derechos Humanos Civiles de Hong Kong (CHRF), los organizadores de las protestas durante el Movimiento de los Paraguas de 2014, señaló que la retirada del proyecto de ley llegó demasiado tarde, y no fue suficiente.
“Cinco demandas, ni una menos”, se convirtió en la nueva consigna del actual movimiento de protesta.
Li Linyi es editor jefe y comentarista de la edición en chino de La Gran Época.
La reportera Olivia Li de La Gran Época contribuyó con este informe.
Los puntos de vista expresados en este artículo son las opiniones del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de La Gran Época.
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