En el primer semestre de este año se produjo un número récord de incidentes antisemitas, en su mayoría motivados por el conflicto entre Israel y Hamás, según descubrió una organización benéfica.
El Community Security Trust (CST) dijo en su informe publicado el jueves que 1978 incidentes tuvieron lugar de enero a junio, más del doble del número para el mismo período en 2023, donde se produjeron 964 incidentes, y el total más alto reportado por la organización benéfica en los primeros seis meses de cualquier año.
De los incidentes, la gran mayoría (1618) registrados fueron de comportamiento abusivo. Los siguientes incidentes más frecuentes fueron amenazas (142), agresiones (121) y daños y profanaciones (83).
Más de la mitad (1037) de los incidentes se produjeron en el Gran Londres, seguido del Gran Manchester (268), y West Yorkshire (115), según la organización benéfica que vigila el antisemitismo y proporciona apoyo en materia de seguridad a la comunidad judía.
En respuesta al informe, el primer ministro Sir Keir Starmer publicó en la plataforma de medios sociales X: «El aumento de incidentes antisemitas en el Reino Unido es profundamente preocupante».
«Los judíos, y todos los que pertenecen a comunidades religiosas, merecen sentirse seguros en nuestras calles», añadió Starmer.
Motivado por el 7 de octubre
El CST descubrió que en el 52 por ciento de los incidentes (1026), el discurso relacionado con Israel, el ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre o los territorios palestinos era evidente. El 25% de los incidentes estaban relacionados con el Holocausto, y el resto con teorías conspirativas o antisemitismo por motivos religiosos.
En una entrada de blog, la CST dijo que la cifra récord «refleja los altos niveles de antisemitismo registrados desde el ataque terrorista de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023», añadiendo que aunque el aumento no es tan alto como en el período inmediatamente posterior al ataque, «la guerra subsiguiente y en curso sigue ocupando un lugar destacado en los medios de comunicación, las noticias y el discurso público, influyendo en la escala y el contenido del odio antijudío observado este año».
El Dr. Dave Rich, director de política de la CST, dijo que, aunque el antisemitismo ha aumentado anualmente en la última década, lo que la organización benéfica ha visto desde el ataque terrorista de Hamás era «verdaderamente sin precedentes».
En un video publicado en X, Rich dijo que siempre que Israel está en guerra, el Reino Unido ve «picos masivos en los crímenes de odio antijudío», pero que el fenómeno no se ve en otros conflictos, diciendo: «Cuando Rusia invadió Ucrania, no vimos un aumento similar en los crímenes de odio anti-rusos. Pero ocurre cada vez que Israel está en guerra. El antisemitismo aumenta».
Antisemitismo en el campus
De forma similar a las tendencias observadas en el informe anual sobre antisemitismo del CST para 2023, se produjo un elevado número de incidentes en escuelas y universidades, con un número récord de denuncias de odio antisemita en centros de enseñanza superior.
El ex ministro de Universidades, Robert Halfon, que formó parte del anterior gobierno conservador, había dicho en marzo que temía que se estuviera produciendo una «guetización» en los campus británicos, donde los estudiantes judíos no pueden disfrutar plenamente de la experiencia universitaria y divertirse debido al creciente antisemitismo, que había aumentado desde la guerra entre Hamás e Israel.
Halfon dijo el mes anterior que las instituciones no estaban haciendo frente al antisemitismo, afirmando que «en el mejor de los casos se hizo de la vista gorda ante el antisemitismo, y en el peor se le apaciguó, y quizá tampoco se supo cómo afrontarlo. Eso no es aceptable».
En febrero, el capellán judío de la Universidad de Leeds, el rabino Zechariah Deutsch, y su familia se vieron obligados a esconderse tras recibir amenazas contra su seguridad.
La Casa Hillel de la universidad, propiedad de la Unión de Estudiantes Judíos, también fue vandalizada.
Campamentos propalestinos
Las universidades se han convertido en focos de activismo propalestino y, haciéndose eco de la actividad observada en Estados Unidos, en los campus de todo el Reino Unido se instalaron campamentos de activistas, como en Cambridge y Oxford.
Durante las protestas, los activistas estudiantiles pidieron a sus universidades que lleven a cabo actividades como revelar sus asociaciones con fabricantes de armas, incluidas las vinculadas a Israel.
En los últimos meses, instituciones como la London School of Economics y las universidades de Nottingham y Birmingham ganaron batallas legales para que se retiren estos activistas y sus tiendas de campaña.
Esta semana, el University College de Londres obtuvo una orden de la Corte Superior para desalojar los campamentos que ocupaban su campus principal desde mayo y que, en su momento álgido, contaba con 52 tiendas y unos 50 activistas.
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