MILNER, Georgia —Una multitud de cientos de conservadores de Georgia, que se congregaron en la iglesia de Rock Springs el lunes para escuchar un discurso del vicepresidente Mike Pence, sirvió como barómetro del estado de ánimo de los votantes republicanos antes de la sesión conjunta del Congreso el 6 de enero.
El miércoles los legisladores examinarán los votos del Colegio Electoral de cada estado.
La multitud fue más ruidosa cuando Pence transmitió el saludo del presidente Donald Trump. Se pusieron a gritar «cuatro años más» y «detengan el robo», lo que mostró su apoyo a las continuas impugnaciones del presidente a la integridad de la forma en que las elecciones presidenciales fueron llevadas a cabo por funcionarios en estados indecisos, incluyendo Georgia.
Pence viajó a Georgia para reunir a sus partidarios para que votaran por la senadora Kelly Loeffler (R-Ga.) y el candidato republicano al Senado de Estados Unidos David Perdue. El vicepresidente explicó por qué la reelección de Loeffler y Perdue sería crucial para la agenda conservadora. La multitud respondió bien a su solicitud pero las esporádicas interrogaciones de los asistentes sugirieron que la base de Trump está muy preocupada por el resultado de las impugnaciones electorales.
«Queremos que hagas lo correcto el 6 de enero», gritó un hombre de la multitud mientras Pence pedía a los partidarios que hicieran lo «correcto» y votaran por Loeffler y Perdue. Unos minutos más tarde, una mujer gritó una petición similar.
«Sé que todos tenemos nuestras dudas sobre las últimas elecciones», dijo Pence cuando la multitud gritó «detengan el robo».
«Les prometo, vengan este miércoles, tendremos nuestro día en el Congreso. Escucharemos las objeciones. Escucharemos las pruebas, pero mañana es el día de Georgia».
La comunidad rural que rodea la iglesia todavía tenía banderas y letreros de Trump-Pence 2020 en el césped el 4 de enero, otra insinuación de que los partidarios de Trump aquí no consideran que las elecciones hayan terminado.
Durante una entrevista a los medios de comunicación el mismo día, Loeffler esquivó las preguntas sobre una grabación de la conversación de Trump con el secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger. Durante la conversación, el presidente detalló una larga lista de categorías de votos potencialmente ilegales emitidos durante las elecciones generales en el Peach State. El presidente instó a Raffensperger a ordenar una auditoría de firmas en el condado de Fulton en Georgia. Los principales medios de comunicación centraron su cobertura en las observaciones de Trump sobre el número de votos que necesita para anular las elecciones, mientras que pasaron por alto las preocupaciones específicas del presidente.
«Mi atención se centra en el día de mañana, 5 de enero. En estas elecciones, todo está en juego para este país. Estoy centrada en eso exclusivamente porque esto afecta a todos los habitantes de Georgia», dijo Loeffler.
Un grupo de 12 senadores republicanos y al menos 55 miembros de la Cámara se han comprometido a presentar una objeción el 6 de enero a las listas de electores demócratas de Georgia, Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Arizona, Nevada y Nuevo México. La Cámara y el Senado celebrarán sesiones separadas durante un máximo de dos horas de debate para cada objeción estatal, seguido de una votación sobre qué electores contar. Los electores republicanos de los siete estados han emitido votos de procedimiento para Trump, que se abrirán junto con los votos certificados por el estado para Biden.
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