El secretario de Estado, Mike Pompeo, condenó hoy las «acusaciones infundadas» del régimen cubano a la encargada de negocios de EE.UU. en Cuba, Mara Tekach, por ser un «intento de distraer» al mundo de su «trato horrendo» a disidentes cubanos como José Daniel Ferrer.
«Estados Unidos condena rotundamente las acusaciones del régimen castrista contra (…) Mara Tekach. El régimen ha lanzado estas acusaciones infundadas en su contra en un intento de distraer a la comunidad internacional de su trato horrendo al pueblo cubano, especialmente la detención arbitraria» de Ferrer, dijo Pompeo.
El comunicado de Pompeo llegó dos días después de que el diario estatal Granma, portavoz del Partido Comunista de Cuba (único legal), acusara en un artículo a Tekach de difundir «mentiras» sobre presuntas torturas al encarcelado Ferrer y de «orientar y financiar» las acciones de ese opositor.
El jefe de la diplomacia estadounidense aseguró que Tekach y la embajada se mantendrán firme» en su misión y subrayó que «una parte clave de su trabajo es denunciar los censurables abusos y violaciones de derechos humanos del régimen castrista», además de «reunirse con quienes defienden los derechos humanos» en Cuba.
Pompeo recordó que el embajador cubano en Washington, José Ramón Cabañas, «disfruta de libertad de expresión en Estados Unidos y la usa para criticar públicamente» al Gobierno.
«Nos gustaría que otros ciudadanos cubanos, incluidos los más de 100 presos políticos encarcelados ahora mismo por el régimen cubano (…) pudieran disfrutar de ese mismo derecho a la libertad de expresión y la posibilidad de criticar a su propio Gobierno en Cuba», agregó.
El titular de Exteriores lamentó que la dictadura cubana «describa a cualquier voz independiente como un mercenario, un subversivo o un espía», y garantizó que Washington seguirá «expresando abierta y transparentemente sus graves preocupaciones sobre el tratamiento y las condiciones» de los disidentes en Cuba.
Ferrer, un disidente histórico de 49 años que ya pasó casi ocho años en prisión la pasada década, fue detenido el pasado 1 de octubre junto a otros activistas opositores y desde entonces permanece encarcelado en la provincia de Santiago (este).
La familia y compañeros del opositor, líder de la ilegal Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), han denunciado falta de acceso a Ferrer, así como torturas físicas durante su aislamiento.
El artículo publicado en Granma niega que Ferrer haya sido torturado, y asegura que ha recibido la visita de su familia y ha contado con atención médica y asistencia religiosa.
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