El régimen comunista chino cerró otra gran ciudad —Tianjin, en el norte de China— bajo su estricta política de «Cero COVID». Mientras tanto está realizando pruebas masivas obligatorias en la ciudad. Las autoridades advierten a quienes infrinjan la normativa que no sólo serán castigados, sino que incluso «afectará a sus futuras generaciones».
Tianjin es una de las cuatro ciudades de China controladas directamente por el gobierno central y una importante ciudad portuaria del norte. Las autoridades anunciaron el 19 de mayo que aplicarían una política de «gestión estática» cerrada para su población de casi 14 millones de habitantes, restringiendo la libre circulación de personas y vehículos.
Desde el cierre de Shanghái a fines de marzo, que causó tragedia y sufrimiento a los residentes de la ciudad, atrayendo la atención y las críticas de todo el mundo, el régimen chino ha evitado utilizar la palabra «cierre» y en su lugar ha preferido el vago término «gestión estática», que es esencialmente una situación de cierre estricto.
En el aviso, las autoridades de Tianjin declararon que, a partir del 21 de mayo, todos los residentes en Tianjin deben permanecer estáticos en su lugar de residencia y anunciaron que se realizarían pruebas de ácido nucleico para la detección de COVID-19 en toda la ciudad para todos los residentes.
Según el detalle de los anuncios oficiales dirigidos a los distritos de la ciudad, se prohíbe a las personas el «movimiento aleatorio» fuera de sus hogares hasta que se den a conocer los resultados de las pruebas de ácido nucleico.
El mismo día del aviso las autoridades encargadas del funcionamiento del metro de Tianjin también emitieron un anuncio en su cuenta oficial de las redes sociales en Weibo, diciendo que las estaciones de muchas líneas del metro de Tianjin estaban cerradas temporalmente.
Esto sigue al cierre del transporte público y a los cierres no anunciados que se produjeron recientemente en Beijing, la capital que está a 84 millas de Tianjin, debido al empeoramiento de una nueva oleada de brotes de COVID-19. Las autoridades de Beijing también anunciaron que mientras tanto reforzarían la «gestión estática» de la capital.
Con la intensificación de la prevención y el control de la epidemia, las autoridades de Tianjin anunciaron el 20 de mayo que las pruebas de ácido nucleico en los cinco distritos centrales de Nankai, Hongqiao, Hexi, Hedong y Heping se pondrían en marcha esa misma noche, antes de lo anunciado anteriormente.
Antes del cierre de la ciudad en Tianjin, algunos distritos ya habían cerrado.
El distrito de Beichen anunció un cierre el 19 de mayo, restringiendo la circulación y la concentración de personas además de la entrada y salida de vehículos del distrito.
The Epoch Times obtuvo un vídeo que muestra el cierre del distrito de Beichen y a la policía impidiendo a los conductores ir al distrito.
El 20 de mayo, Dongli también emitió un anuncio para implementar un cierre de tres niveles en el distrito.
«Por la propagación de la epidemia causada por los residentes que salen sin permiso después de terminar la prueba de ácido nucleico, los órganos de seguridad pública les harán responsables y esto afectará a sus futuras generaciones. Espero que todos se lo piensen dos veces antes de actuar», advirtió el 19 de mayo a los residentes un anuncio del comité vecinal de la comunidad de Huafengjiayuan en el distrito de Dongli, Tianjin.
La amenaza oficial contra los ciudadanos de «afectar a sus futuras generaciones» ha atraído una amplia atención y críticas en las redes sociales. No es la primera vez que funcionarios comunistas chinos hacen una amenaza de este tipo durante un cierre.
Un vídeo que ha circulado ampliamente por Internet desde el 11 de mayo muestra a una joven pareja de Shanghai con un resultado negativo en la prueba de ácido nucleico, que estaba siendo coaccionada en su casa por varios policías para ser trasladada a la fuerza y puesta en cuarentena en un centro de aislamiento centralizado.
En el vídeo se puede escuchar que el marido se negaba y los policías le amenazaban. «Si se niega a ser trasladado, será castigado por la seguridad pública. Después de que sea castigado, también afectará a sus futuras tres generaciones».
«Somos la última generación, gracias», respondió el marido.
Con la colaboración de Li Jing
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