El régimen de Nicaragua cerró esta semana de forma permanente tres consulados en Estados Unidos, sin previo aviso y sin dar explicación.
Los consulados de Nicaragua en Los Ángeles, California; en Houston, Texas; y New Orleans, Luisiana, se cerraron progresivamente en los últimos días, reduciendo a la mitad el servicio consular en el país.
El primer consulado en cerrar fue el de Los Ángeles, una ciudad donde se han realizado decenas de marchas contra la dictadura en Nicaragua. El 19 de enero, los nicaragüenses que acudieron a la sede para iniciar o continuar sus trámites consulares se llevaron una sorpresa al encontrar la puerta cerrada con el mensaje:
«El Consulado General de la República de Nicaragua en Los Ángeles, California: Por este medio informa a todos sus connacionales que el Consulado en la ciudad de Los Ángeles CESA FUNCIONES a partir del día de hoy 19 de enero de 2024».
Además se instó a los interesados en realizar sus trámites a dirigirse a las actuales sedes de Miami, Washington D.C. o Nueva York.
El 20 de enero, los consulados en Houston y New Orleans también amanecieron sin servicio y un mensaje similar en la puerta: «El consulado está cerrado permanentemente. Por favor lea la nota en la puerta. Disculpen las molestias».
Nicaragua ha mantenido representación consular en Estados Unidos desde 1946, con su primera sede en Nueva York. Los consulados proporcionan a sus ciudadanos los trámites básicos de documentos como pasaportes, documentos legales y asistencia de emergencia, y visas de turismo a los turistas.
El Dr. Rafael Cárcamo, un residente de los Estados Unidos con nacionalidad nicaragüense, aseguró que la actitud del régimen de Nicaragua, dirigido por Daniel Ortega, no es la correcta.
«Está aislando, está radicalizando. Está haciendo lo mismo que hacen en Cuba, en Venezuela. Estos gobiernos lo que hacen es hacerle la vida más difícil a sus compatriotas, sobre todo los que estamos afuera”, dijo Cárcamo en una entrevista a Telemundo.
Gretel Campbell, una activista e integrante del grupo Unidad Nacional Azul y Blanco que busca la libertad en Nicaragua, cree que el cierre de los consulados se debió a la falta de servicio activo a la comunidad.
«Para mí, el cierre tiene que ver porque la mayoría de los nicaragüenses que vivimos al sur de california no nos identificamos con el régimen», dijo Campbell a 100% Noticias.
La mayoría estamos en contra de lo que sucede en Nicaragua. Muchos de nosotros dejamos de usar esos servicios del consulado. Si bien es cierto, hay una gran cantidad de nicaragüenses que han emigrado, la mayoría no pueden ir al consulado, creo que esa es una de las razones, no estaban activos atendiendo a la comunidad», añadió.
Daniel Ortega, del Frente Sandinista de Liberación Nacional de Nicaragua, gobernó el país de 1985 a 1990 y luego, en 2007, con un forcejeo, regresó al poder con su esposa como vicepresidenta, luego de obtener tan solo el 38,07% de los votos y alegar que según la Constitución un candidato podía ganar la presidencia con al menos el 35% de la votación.
Desde entonces, Ortega instauró una versión corrupta y dictatorial del sandinismo, desdibujando los mejores logros del movimiento y dirigiendo su mandato hacia un modelo comunista-socialista.
El régimen de Daniel Ortega ha recibido constantes denuncias por violación a los derechos humanos. Más de 3500 organizaciones no gubernamentales de ayuda social han sido forzadas a cancelar su personalidad jurídica, acompañado del «traspaso» al Estado de los bienes muebles e inmuebles de los mismos.
Ortega además extendió una desenfrenada persecución a los sacerdotes de la Iglesia católica y a miles de intelectuales que se han atrevido a opinar en contra de su dictadura. Ha reprimido constantemente a cualquier miembro de la oposición acusándolos por «Traición a la Patria» y estableció su monopolio de los estamentos del Estado.
El fraude electoral se convirtió en una práctica habitual. En las elecciones de 2021 en Nicaragua, Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo resultaron con la mayor votación y declararon su victoria mientras que los otros siete aspirantes fueron detenidos y aún no han sido liberados.
Durante los últimos años en Nicaragua, cientos de activistas, líderes de la oposición, abogados y ciudadanos han sido condenados a prisión sin derecho a una defensa, y varios se encuentran en terribles condiciones físicas y sometidos a torturas psicológicas. A inicios de 2023, Ortega liberó de la prisión a 222 presos políticos y los desterró a Estados Unidos.
Hasta la fecha, las sanciones internacionales no han podido afectar seriamente el poder de disposición sobre los recursos económicos del clan Ortega-Murillo.
El 14 de enero, el régimen excarceló al obispo Rolando Álvarez, condenado a más de 26 años de prisión, por presunta traición a la patria, así como al obispo Isidoro Mora y otros 15 sacerdotes y 2 seminaristas, que fueron enviados junto a Álvarez al Vaticano. El sitio web de noticias del Vaticano confirmó que el grupo llegó a Roma el domingo por la tarde y se alojaron como “huéspedes de la Santa Sede”.
Hasta ahora suman 35 los curas excarcelados y enviados fuera de Nicaragua en el último año, sin incluir los seminaristas ni los que han abandonado el país por razones de seguridad.
Con información de Eduardo Tzompa
Siga a Yeny Sora Robles en X: @YenySoraRobles
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