Con el lema “Ni un paso atrás”, Gustavo Porras Cortés, designado por el régimen de Daniel Ortega como Presidente de la Asamblea Nacional de Nicaragua (NNA), hizo un llamado a los sandinistas y orteguistas a organizarse y estar alerta tras la renuncia del expresidente de Bolivia, Evo Morales, temiendo una posible presión civil.
El ejecutivo de Ortega dijo en un encuentro televisado que, convocó a los líderes sindicalistas “para tensar al máximo nuestra fuerza».
«Para mantenernos movilizados a estar pendiente de cualquier acción del enemigo, que si aquí nosotros no actuamos ellos quisieran actuar como sucedió en Bolivia”.
“Aquí vamos a enfrentar unidos cualquier intentona de destruir la democracia como la destruyeron en Bolivia, como la pretenden destruir porque más temprano que tarde el pueblo se organizará y triunfará”, añadió.
El funcionario de Ortega no mencionó a sus seguidores nada sobre las irregularidades en las elecciones presidenciales de Bolivia del 20 de octubre, donde Morales se autoproclamó ganador. La ciudadanía se mantuvo movilizada por 21 días hasta el amotinamiento de la fuerzas policiales que se rehusaron a actuar en contra del pueblo. El conflicto finalizó con la renuncia de Morales el 10 de noviembre y su asilo en México.
Un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA), denunció firmas falsas y traspaso de información durante el conteo de votos a un servidor externo, entre otras irregularidades. Además la OEA mencionó que Morales, después de 13 años al poder se presentó como candidato a Presidente de Bolivia en contra de la constitución y en contra de una votación popular que le respondió que «no» con más de un 60% de preferencias.
Porras se limitó a decir que en la salida de Morales “está la muestra de lo que estos son capaces de hacer”, refiriéndose a las fuerzas opositoras, acusando a cualquier pensamiento que no coincide con la revolución sandinista, como fascismo. Luego aseguró que en Bolivia “no se sabe a cuántos compañeros han asesinado».
«Esa es la verdad”, afirmó, instando a los sindicalistas a organizarse sobre un hecho que no está confirmado. “Nosotros no vamos a permitir que jueguen con nuestro país y con las conquistas alcanzadas”.
El asambleísta dijo que el grupo reunido en la convocatoria representaba a sus “fuerzas fundamentales de la revolución, son la fuerzas que sostienen y seguirán sosteniendo la revolución con la guía del comandante Daniel y la compañera Rosario”.
El 21 de junio de 2019, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a miembros del círculo interno del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, por perseguir las voces en favor de la democracia. Entre los nominados está Porras.
El Tesoro afirma que el asambleísta preside una entidad que “ha promulgado importantes acciones o políticas que socavan los procesos o instituciones democráticas en Nicaragua”.
“Porras es el principal operador político del presidente Ortega” y opera con la aprobación de la vicepresidenta Rosario Murillo, también sancionada.
Con su participación, “el Gobierno de Nicaragua continúa violando los derechos humanos del pueblo nicaragüense, implementando leyes de explotación y violencia y manteniendo a cientos de personas como prisioneros políticos”, dijo el subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Sigal Mandelker.
Con las sanciones, Mandelker señaló que “Estados Unidos está enviando un mensaje inequívoco al presidente Ortega y su círculo íntimo: apoyamos al pueblo nicaragüense en sus llamamientos a la reforma y al retorno a la democracia”.
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