Los separatistas apoyados por Rusia en la región del este de Ucrania conocida como el Donbás dijeron que están evacuando a los residentes de su región a Rusia el viernes.
Denis Pushkin, jefe de la autoproclamada República Popular de Donetsk, dijo en las redes sociales que Rusia había acordado proporcionar alojamiento a los que se marchen, según los medios de comunicación. Las mujeres, los niños y los ancianos deben ser evacuados primero. La otra región autoproclamada, Luhansk, hizo un anuncio similar.
Pushkin dijo que cree que las fuerzas militares ucranianas invadirán, y añadió que han sido reforzadas por los países occidentales y «ahora están preposicionadas para el combate y listas para tomar Donbás por la fuerza», según los medios estatales rusos.
«Por eso, a partir de hoy, 18 de febrero, se ha organizado una evacuación masiva de personas a la Federación Rusa», continuó diciendo.
Los funcionarios ucranianos negaron inmediatamente las afirmaciones de que sus fuerzas atacarán la región de Donbás.
«Desmentimos categóricamente los reportes de desinformación rusos sobre supuestas operaciones ofensivas de Ucrania o actos de sabotaje en instalaciones de producción química», escribió el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, en Twitter. «Ucrania no lleva a cabo ni planea ninguna acción de este tipo en Donbás. Estamos plenamente comprometidos con la resolución diplomática del conflicto únicamente».
Casi al mismo tiempo, Leonid Pasechnik, el más alto funcionario de la República Popular de Luhansk, otra región separatista en Donbás, anunció una evacuación y dijo que «debido a la escalada de tensión en la línea de contacto, instruyó a los jefes de los territorios de la República para garantizar la evacuación organizada de la población (…) y ayudar a la población a llegar a los puestos de control fronterizos».
Pasechnik añadió que «la Federación Rusa está dispuesta a proporcionar acogida y alojamiento organizados en su territorio a los residentes de la República Popular de Luhansk».
Pero el viernes, altos funcionarios ucranianos restaron importancia a la preocupación por una posible invasión por parte de Rusia, a pesar de que los funcionarios de la Casa Blanca advirtieron continuamente sobre su posibilidad en los últimos días.
«Estimamos que la probabilidad de un aumento de la tensión a gran escala es baja», dijo el viernes el ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov, en declaraciones públicas.
Se produjo un día después de que el secretario de Estado, Antony Blinken, afirmara ante el Consejo de Seguridad de la ONU que Rusia ya está iniciando sus planes para invadir Ucrania.
«Esto es lo que el mundo puede esperar que se desarrolle, de hecho, se está desarrollando ahora mismo mientras Rusia da pasos por el camino de la guerra», dijo, sin aportar pruebas. «En primer lugar, Rusia planea fabricar un pretexto para su ataque (…) podría tratarse de un acontecimiento violento que Rusia hará caer sobre Ucrania o de una acusación escandalosa que Rusia lanzará contra el gobierno ucraniano».
Y Michael Carpenter, el enviado de Estados Unidos a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, dijo el viernes, mientras tanto, que hasta 190,000 miltares rusos están concentrados a lo largo de la frontera ucraniana. Esta cifra es superior a los 100,000 que había a finales de enero, según declaró en una reunión en Viena.
El jueves y el viernes, funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso volvieron a negar que Rusia vaya a invadir, diciendo que los movimientos de las tropas son rutinarios.
«Todos los movimientos de las tropas rusas tienen lugar en nuestro territorio nacional. Al mismo tiempo, vemos el aumento de las actividades militares occidentales cerca de nuestras fronteras», dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores el viernes.
Con información de Reuters.
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