La cifra de sismos registrados en la localidad oriental de Conchagua, a más de 206 kilómetros al este de la capital de El Salvador, se elevó a 860 desde la noche del domingo cuando un temblor de magnitud 5.8 sacudió dicha zona del país sin dejar víctimas, informó este viernes el Ministerio de Medio Ambiente.
La fuente indicó que del total de temblores registrados, únicamente 159 han sido sentidos por la población y, hasta la fecha, únicamente se ha reportado el colapso de una vivienda.
Según ha dicho Protección Civil en sus boletines, «el origen de esta actividad sísmica es atribuido a la activación de fallas geológicas en la zona, la cual tiene el potencial de generar un sismo con magnitud similar o superior al evento de magnitud 5.8 grados».
«El tema geológico es impredecible, no hay forma de decir concretamente que se acerca un sismo de magnitud mayor o que continúa la actividad. Es importante que todos estemos atentos para reaccionar ante cualquier evento de este tipo», afirmó el jueves el director de la entidad, Luis Amaya.
A mediados de septiembre pasado, las autoridades registraron 74 temblores con epicentros en la costa del occidental departamento de Sonsonate, a unos 94 kilómetros de la capital San Salvador.
De total de sismos, 24 fueron sentidos por la población y las magnitudes de estos oscilaron entre 2.7 y 5.2.
La mayoría de las sacudidas que se producen en El Salvador habitualmente tienen su origen en aguas del océano Pacífico y a mucha profundidad.
La última vez que El Salvador sufrió graves daños y pérdidas humanas por un terremoto fue en 2001, cuando se produjeron dos sismos de 7.7 y 6.6 con un mes de diferencia, dejando alrededor de 1200 muertos y más de 8000 heridos.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.