Un organismo de control de los consumidores calculó que la guerra de la administración Biden contra electrodomésticos como las cocinas de gas, en nombre del cambio climático, costaría al hogar estadounidense promedio más de 9100 dólares.
En una infografía titulada «La casa de los sueños de Biden», la organización sin ánimo de lucro Alliance for Consumers pone precio a las diversas propuestas de la administración Biden sobre nuevas normas energéticas para todo tipo de electrodomésticos, como aires acondicionados, lavadoras y cocinas de gas.
Este año, el Departamento de Energía (DOE), la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) y el Departamento de Transporte (DOT) anunciaron una serie de normas propuestas que encarecerán los electrodomésticos y, según afirman algunos expertos, están diseñadas para obligar a los estadounidenses a renunciar a sus aparatos actuales.
Por ejemplo, según la norma sobre estufas de gas natural propuesta por el DOE, se calcula que el 90 por ciento de las estufas de gas tendrían que rediseñarse, con lo que se reduciría su rendimiento y aumentaría el coste inicial de los productos para estufas en unos 32 millones de dólares al año.
La lista continúa, como se enumera en la llamada Lista Unificada del DOE de aparatos a los que se aplican nuevas normas de eficiencia energética, con algunos en la «fase de norma propuesta» y otros en la «fase de norma definitiva».
Aunque la lista es larga —incluye hornos microondas, ventiladores de techo, deshumidificadores y bombas de piscina— la Alianza de los Consumidores escogió una selección de lo que parecen ser equipos comunes que se encuentran en el hogar estadounidense promedio, y calculó el coste de la carga normativa que la administración Biden les impusó o pretende imponer.
«Bienvenidos a la Casa de los Sueños de Biden, donde el sueño americano acaba de volverse significativamente más caro», escribió el grupo en un post en X, junto con una infografía que revela algunos de los precios.
Costes detallados
En total, el coste estimado de las políticas de la administración Biden para una familia típica estadounidense se estima en 9166 dólares.
Las normas de eficiencia de los hornos de gas, que el DOE promete que «reducirán significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero» en el sector residencial, se estima que costarán a los consumidores una media adicional de 494 dólares, según el organismo de defensa del consumidor.
Las normas de eficiencia de los lavavajillas, que según la Secretaria de Energía, Jennifer Granholm, «reducirán la contaminación por carbono y combatirán la crisis climática», provocarán problemas de desagüe y atascos, cuya reparación costará entre 50 y 400 dólares, según estimaciones de la Alianza de Consumidores.
Las normas propuestas para los refrigerantes de aire acondicionado aumentarían «drásticamente» los precios de recarga de las unidades de aire acondicionado, dice el organismo de control, estimando el coste en unos 1100 dólares.
Las nuevas normas energéticas para los calentadores de agua obligarían a las familias a comprar modelos que, según la Alianza de Consumidores, son, en promedio, 2800 dólares más caros.
Otros costes incluyen 25 dólares por los ventiladores de techo, 200 dólares por las lavadoras y 140 dólares por las bombillas.
Algunos expertos sostienen que, al dar prioridad a la eficiencia energética sobre otros factores de peso —como el rendimiento—, el gobierno de Biden está ahogando la libre empresa y obstaculizando la innovación de los fabricantes. También está limitando las opciones del consumidor.
«Se está extendiendo a cada vez más aparatos. Parece que casi todo lo que se enchufa o se enciende en casa está sujeto a una regulación pendiente o lo estará pronto», dijo a Fox News Ben Lieberman, investigador del Competitive Enterprise Institute.
«Todo menos el lavavajillas»
Aunque el organismo de control centró sus estimaciones en los hogares, las normas de la administración Biden también afectarían a las empresas.
La propuesta del DOE de hacer más restrictivos los ventiladores de techo fue recibida con una reacción agudamente crítica por parte de algunos legisladores.
«Los ventiladores de techo son el último objetivo de la aparentemente interminable guerra de la Administración Biden contra los electrodomésticos», dijo el representante Bryan Mast (republicano de Florida) en un comunicado. «Esta Administración parece obligada y decidida a regular literalmente todo menos el fregadero de la cocina».
«Haciendo caso omiso de la flagrante extralimitación gubernamental en juego aquí, esta nueva regulación podría obligar a las pequeñas empresas a cerrar», continuó. «Se estima que el cumplimiento de la norma del DOE costaría a la industria 86,6 millones de dólares al año, un coste que muchos pequeños fabricantes no pueden asumir».
Los grupos industriales también se opusieron.
En respuesta a la petición del DOE de comentarios públicos sobre su propuesta de eficiencia energética de los lavavajillas, una coalición de 19 grupos industriales y de consumidores liderada por el Competitive Enterprise Institute (CEI) presentó una crítica detallada.
Las normas vigentes sobre lavavajillas ya están causando «graves problemas» a los consumidores, y endurecerlas aún más empeoraría los problemas y socavaría la protección de los consumidores, escribieron.
«Aunque cada una de las medidas sobre electrodomésticos propuestas recientemente por la administración Biden plantea un conjunto único de riesgos para los consumidores, la norma sobre lavavajillas propuesta aquí es particularmente perjudicial», escribieron los grupos en el escrito.
Entre los firmantes de la petición al DOE figuran The Heritage Foundation, Institute for Energy Research, Heartland Institute, American Consumer Institute, Americans for Prosperity y American First Policy Institute.
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