Los reguladores estadounidenses solicitaron el miércoles a un juez federal la disolución de Google, acusando al gigante tecnológico de abusar de su monopolio en los mercados de motores de búsqueda y publicidad durante más de una década.
El Departamento de Justicia (DOJ), junto con 38 estados y territorios, esbozó su propuesta de solución en una presentación judicial de 23 páginas a última hora del miércoles. La presentación se produce después de que una corte federal dictaminara que Google mantenía ilegalmente su posición dominante mediante prácticas contrarias a la competencia.
El juez Amit P. Mehta de la Corte de Distrito de Columbia dictaminó previamente que la conducta de la empresa perjudicaba a la competencia y ahogaba la innovación, privando a los consumidores y anunciantes de opciones significativas.
«Google es un monopolio y ha actuado como tal para mantener su monopolio» sobre los servicios de búsqueda general y los mercados de publicidad de texto de búsqueda, declaró el juez, según los documentos judiciales.
La propuesta del Departamento de Justicia pretende «restablecer la competencia» en los mercados de servicios de búsqueda general y publicidad en texto de búsqueda. La propuesta exige que Google se desprenda de su navegador Chrome, que, según los reguladores, se ha utilizado para reforzar el monopolio de la empresa dirigiendo el tráfico de búsqueda exclusivamente a las plataformas de Google.
Además, el Gobierno está estudiando la posible desinversión del sistema operativo Android, alegando su papel en la exclusión del mercado a los competidores.
La demanda judicial también pretende prohibirle a Google que suscriba acuerdos exclusivos con distribuidores, como sus contratos con Apple que hacen de Google Search el motor de búsqueda predeterminado en los iPhones en la barra de búsqueda de Safari. Los reguladores argumentan que estos acuerdos le han permitido a Google controlar casi todos los puntos de acceso a las búsquedas, dejando a los consumidores con opciones limitadas y a los rivales con pocas oportunidades de competir.
La propuesta incluye medidas para abordar el enorme volumen de datos de los usuarios de Google, que, según el DOJ, ha creado una ventaja insuperable. Los reguladores quieren que Google comparta su indexación de búsquedas y los datos de los usuarios con sus competidores, permitiéndoles desarrollar y mejorar sus servicios.
El gobierno también pretende eliminar la capacidad de Google de utilizar su control financiero y operativo sobre productos como YouTube y su tecnología publicitaria para afianzar aún más su poder de mercado.
La sentencia del juez Mehta subraya que el comportamiento anticompetitivo de Google ha creado un «bucle de retroalimentación» de control, en el que su dominio en los servicios de búsqueda atrae a más usuarios, anunciantes y datos, afianzando aún más su posición y desalentando la competencia.
«El terreno de juego no está nivelado debido a la conducta de Google, y la calidad de Google refleja las ganancias mal habidas de una ventaja adquirida ilegalmente. El remedio debe cerrar esta brecha y privar a Google de estas ventajas», afirma la presentación.
El DOJ también propone un plan de supervisión de una década de duración, que incluye la creación de un comité de cumplimiento técnico para supervisar el cumplimiento por parte de Google de las directrices de la corte. Los reguladores sostienen que esta supervisión es fundamental para garantizar que Google no eluda las medidas correctivas y para restablecer la competencia en los mercados de búsqueda y publicidad.
Google aún no ha respondido a la última demanda. La empresa defendió anteriormente sus prácticas empresariales, alegando que sus productos benefician a los consumidores y que la competencia en el sector tecnológico sigue siendo sólida.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con Google para recabar sus comentarios.
Con información de The Associated Press
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